44: Una Salvación

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Sango y Miroku Parte 3.

La visita al pueblo con el propósito de visitar a la familia de Kagome había llegado a su fin, después de estar poco más de una semana, se marchaban.

Kagome se despidió melancolica de su familia, de su mamá, de sus insoportables pero queridos hermanos y de su abuelo quién no desaprovechó la oportunidad y le dio unos de sus tantos extraños regalos.

Inuyasha se despidió de Naomi como un hijo más, de los gemelos molestandolos sobre que sus bromas y sus tácticas no funcionaron en él, aún no sabía el propósito de eso y no le puso interés.  Del abuelo se despidió y con agradecimiento le recibió el extraño regalo.

Daichi en las casi dos semanas aprendió que esas personas eran su familia y le cogió cariño, los gemelos eran sus favoritos siempre se peleaban y discutían en frente de él de una manera cómica. Su abuela que lo mimaba un montón y el abuelo que le contaba las historias antiguas que se sabía y que por extraño que parezca, a Daichi eso le entretenia en especial las expresiones graciosas que hacia con las manos.

Las despedida quedó con la promesa de volver a verse pronto.

°°°
Llegaron casi de noche a la ciudad, Kagome llevaba en brazos a Daichi al interior de la casa, estaba durmiendo en sus brazos, Inuyasha se encargaria de meter el equipaje.

Después de cambiarlo y asegurarse de que dormía profundamente bajo las escaleras para ver si su peli plata necesitaba ayuda, vio las cosas en la entrada pero no a Inuyasha.
Escucho su voz en la sala y se dirigió hasta ahí.

-Entiendo. Bien,  gracias por avisarme - Inuyasha la miro - adiós - corto y Kagome se acercó para sentarse a su lado y se acorruco en sus brazos - era un amigo de Hitomiko - Kagome levanto su mirada hacia él, sabiendo ya lo que diría-  falleció una semana después de año nuevo, su familia es creyente del budismo, por lo que fue cremada.

-¿Sabes si...se fue bien?

-Se fue con una sonrisa.

°°°

Los meses pasaban, Daichi crecía cada vez más y más, ya casi tenía todos sus dientes frontales, sus palabras ya se extendían a decir objetos, comidas y nombres que recién aprendía. Su caminar era más espontáneo y ya sin miedo, por algún motivo se volvió apegado con Rin lo que Izayoi tomo como una muestra de celos debido a que su próximo nieto por venir podría ser varón.

La relación de Inuyasha y Kagome estaba de maravilla, si...centenas de veces se habían peleados por algunos que otros celos o diferencias pero se reconciliaban, la reconciliación era la mejor parte. Ya no llevaban a Daichi al trabajo, lo dejaban con sus abuelos paternos o al cuidado de Rin y el ama de llaves, Daichi ya estaba más travieso, bromista y queriendo explorar todo a su alrededor por lo que tenerlo en la empresa no era ya una buena opción.

-Perfecto ¡Ah! Nos líbramos este mes - exclamo Inuyasha con Kagome terminando de teclear la computadora en frente suyo -enserio eres la mejor.

-Gracias por el cumplido-  sonrió Kagome apretando enter y cerrando la computadora para mirarlo - listo.

-Gracias por todo amor - se levanto ligeramente y se estiro para alcanzarle a dar un pico.

-Soy la mejor, lo sé.

-Que vanidosa - divertido la observo - esta noche...

-¡Inuyasha! - la puerta se abrió de golpe cortando la atmósfera de enamorados.

-¿Y ahora que quieres imbécil?  - rabioso respondió ante la mirada bromista de su azabache.

-¡Tengo que hablar contigo! Por favor, por favor escuchame - imploro con su mirada.

ᴘᴀᴅʀᴇ ꜱᴏʟᴛᴇʀᴏDonde viven las historias. Descúbrelo ahora