Capitulo Treinta y Ocho

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Capítulo treinta y ocho: "Una molestia menos"

Mientras tú estabas tratando siempre de salvar a todos, alguien más te estaba observando la espalda.

H. Z

***

El sonido del piano se podía escuchar en toda la mansión de los Smiths.

Armin que estaba estudiando en su habitación suspiro con cansancio y miro hacia la puerta cuando sentía que alguien caminaba por el pasillo.

- Padre. -llamó Armin a Erwin que se detuvo al escuchar a su hijo y se asomó por su puerta. - ¿Que haces?

Erwin miro por el pasillo hacia la Biblioteca.

- Ella no comió nada.

Armin se levantó de su silla y se paró junto a su padre para mirar hacia el mismo lugar, la puerta de la Biblioteca.
Donde _______ tocaba el piano como si estuviera en un trance, no dejaba de presionar las teclas, era como si su vida dependiera de eso. Terminaba una canción y comenzaba a tocar otra. Prácticamente era como estar reproduciendo un disco completo de una mezcla de Mozart, Chopin, Bach, Beethoven y ahora Satie.

Ella había pedido prestado ese piano durante todo el día y se había disculpado con anticipación por el ruido que Ocasionaría, como si ya hubiera hecho eso antes.

Armin tocó el hombro de su padre.
- Es una manera de descargarse, su huelga. Dejala, seguro mañana estará mejor. -Erwin observó una vez más y, rendido, bajó las escaleras de regreso.

Por otro lado, _____ seguía tocando el piano sin saber lo que pasaba en el mundo afuera y solo se concentraba en seguir tocando lo que ella recordaba haber aprendido en toda su niñez y adolescencia sobre piano. Todas melodías eran tan famosas como las personas que las compusieron. Se sentía como si volviera en el tiempo donde siempre estaba sola y solo recurría al piano para aliviar la soledad que sentía cada vez que era plantada a la hora de la cena por sus padres.

Gymnopédies No. 1 vino a su mente y detuvo lo que estaba tocando para comenzar con esa melodía.

Desde que habían vuelto de sus Minis vacaciones se estuvo sintiendo triste y hasta... Abandonada.

La última vez que vio a Levi, él le dio un beso de las buenas noches y no volvió a aparecer frente a ella.
Él también de veía como si nunca quisiera separarse de ella, sin embargo se fué sin mirar atrás. Podía entender lo que todos le decían, que era siempre lo mismo:

- "Es para protegerte"

Pero estaba siendo tan difícil no sentirse mal.

Dio una nota fuerte y se detuvo.

Las puntadas en su cabeza volvían.
Cerró los ojos con tanta fuerza que sentía que se le iban a hundir. Se agarró la cabeza con las dos manos y se quejó del dolor.

Se estaban volviendo insoportables, desde esa vez en la playa, volvió a pasar varias veces más.
Eso también se estaba ocupando de volverla loca.
Aun así, no le dijo a nadie.
No quería causar más problemas de los que estaba causando ya.

- Pero duele... Demasiado. -jadeo recargandose en las teclas del piano haciendo un sonido estridente.

"Si molesto demasiado, me abandonaran."

YAKUZA (Levi Ackerman Y Tu) EN EDICIONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora