Capítulo Treinta Y Cuatro

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Capítulo treinta y cuatro: “Conmigo

—No podiamos decir que no harías lo necesario para mimar a tus pequeños, porque estaríamos mintiendo.
Pero tu manera de enseñar disciplina era extrema alguna veces.

H.Z

***

Es fácil decir las cosas, pero concretarlas es difícil; Ese es un dicho que está encarnado en el subconciente de todo ser humano. Es como una límite entre lo que pensamos que podemos hacer y lo que decidimos hacer. Sin embargo, como en este mundo todo es posible, sobrepasar ese limite también lo es. Tanto para bien, como para mal.


Levi es una persona que sabe eso, él quiso ver otras opciones. No quiso llegar a extremos más altos, pero la situación le había colmado la paciencia.

—Señor, tenemos a otro. –Jean empujó a alguien haciendo que éste cayera de rodillas frente a él.

Llevaba las manos amarradas en la espalda y la Cabeza gacha. Su cabello rubio siendo tomado por Jean hizo que levantara la Cabeza. Unos ojos color miel, con enojado, lo miraban.

—¡Berthold! ¿Donde está Berthold? –Exclamó el rubio Siendo golpeado por otro en el estomago dejándolo sin aire.

Levi se acercó y lo miró desde arriba con una mirada oscura llena de ira.

—El que hará las preguntas aquí soy yo.

En ese momento se encontraban en un lugar donde nadie los molestarían o verían.

***

—¡¿Es para mí?!

—Armin nos dijo que estabas en el club de Arte y estas muy aburrida aquí. –Erwin y Hanji miraron emocionados a la chica. —Así que, decidimos hacerte este regalo, también tienes los materiales para hacer lo que quieras.

El atril estaba majestuosamente colocado en medio de la biblioteca junto con un montón de bastidores de todos tamaños. Todo para que ella hiciera obras de artes.

—¡Gracias! –los abrazo a ambos. —No sé como les devolveré todo esto.

—No hace falta, todo esto lo hicimos por... Amor al arte. –rió Hanji.

Alguien entró a la biblioteca y cuando voltearon vieron a Armin.

—Hijo... –las palabras de Erwin fueron interrumpidas cuando vieron que alguien entraba detrás de Armin.

El hombre calvo y de edad adulta sonrió hacia un Erwin y Hanji, pero cuando pudo ver a _______ su sonrisa cambio a una expresión de absoluta sorpresa.

—Ha pasado mucho tiempo, Señor Pixie. –dijo Erwin extendiendo la mano. —Tenemos que ponernos al corriente.

Aún con sorpresa le dio la mano, pero casi sin despegar la mirada de ______ que miraba extrañada la situación.

***

—Él es... Un viejo amigo de mi papá.

—Si, bueno. Eso ya lo veo, pero ¿No viste su cara cuando me miró? Fue como si hubiera visto un fantasma.

YAKUZA (Levi Ackerman Y Tu) EN EDICIONHikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin