Capítulo Veintitrés

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Capítulo veintitrés: "Sin tu presencia"

En mis días pasajeros de investigaciones y descubrimientos, un día, llegó una chica muy extraña. Recuerdo que ella no compartía mi angustia por aquellos seres gigantes, como todos, pero tenía la viva idea de morir en manos de ellos por una culpa que la carcomía. Siempre tratando de acercarse a ellos con la idea del suicidio. Eso me había llamado la atención desde el primer momento, pero no sólo a .

H.Z

***

Aquél día se presentó demasiado lluvioso, la primera lluvia de verano. Hizo mucha falta ya que el calor en Japón se hacía cada vez más infernal y parecía que en cuanto más calor hacía, peor se ponía el humor de cierto azabache.

-Necesito que encuentres pruebas de ese maldito que se atrevió a entrar en mi casa y tratar de matar a _______, no te estoy pidiendo nada más. ¡No pueden hacer nada bien, bastardos! -tiró todo lo que la mesa de su escritorio tenía para acto seguido poner sus manos en las caderas y suspirar exasperado. Con un ademán les indicó que desaparecieran de su vista, a lo que obedecieron con rapidez. -Demonios...

Del cajón del escritorio sacó una cajetilla de cigarrillos, la miró por unos segundos tratando de recordar la última vez que fumó. Se había prometido a sí mismo que no fumaría en casa desde que _______ llegó, pero sus nervios ya no daban más. Con agilidad sacó un cigarrillo y se lo puso en la boca mientras trataba de buscar un encendedor sin éxito. Estaba a punto de tirar el cigarrillo de la rabia e impaciencia pero un pequeño Click lo hizo quedarse inmóvil.

Petra le encendió el cigarrillo para sorpresa de él, como habrá estado tan dentro de su mundo para no haberla visto ni entrar. Cuando el cigarrillo estuvo encendido, Petra guardó su encendedor y regresó a limpiar el desastre que anteriormente hizo con las cosas de su escritorio mientras él le daba la primera calada a ese cigarrillo, sintiendo como, de a poco, todo esa tensión en él se iba.

Miró de reojo a Petra que seguía limpiando sin mirarlo y se dirigió hacia ella. La miró desde arriba mientras seguía limpiando. Petra vio sus zapatos para luego levantar la mirada hacia él.

-¿Puedo ayudarlo en algo, Señor? -preguntó ella parándose.

-_______. -la nombró, casi con pesadez, como si le costará nombrarla. -¿Ha hablado contigo?

-No, señor. -contestó Petra. -Con la que ha tenido una ferviente comunicación en los últimos días ha sido con... la señorita Hanji.

Levi desvío la mirada con indiferencia, indiferencia que a ella le dolió. Dio una calada más a su cigarrillo y luego apagarlo en un cenicero dentro de su cajón.

YAKUZA (Levi Ackerman Y Tu) EN EDICIONWhere stories live. Discover now