Capitulo 17- Sumergida

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—Creo que es momento de descansar.

Noah nos detiene a mi hermanita y a mi.

—¿Seguro? ¿Qué pasará con Nick?

—Él estará bien, pero nosotros debemos descansar si queremos seguir buscándolo. —Me guía hacia un tronco—. Vengan preciosas, intentaré hacer fuego.

—¿Tienes encendedor?

—Si.

Saca uno de su bolsillo, busca unas ramas que se ven secas e intenta prender fuego.
Lo logra diez minutos después, un pequeño fuego que no durará mucho si no seguimos poniendo leña, pero aún así nos calienta.

Lussy sin mostrar un apice de miedo se levanta y susurra algo casi ininteligible, pero se que quiere estar sola y tomará el buscar leña para hacerlo, y no la juzgo, abrió un portal hacia otra dimensión, nuestra madre nos abandonó y como si fuera poco fuimos atacadas por un demonio. ¿Cómo no estaría traumada la pobre?
Noah se acuesta junto al fuego y ve las estrellas.

—¿Cómo no estás volviendote loco justo ahora?

Me acuesto a su lado.

—Me ves tranquilo por fuera, pero en mi mente soy un manojo de nervios que no sabe que hacer, a donde ir —suspira.

—Mi mamá sabía todo esto.

Lo digo en voz alta, y aunque no se lo dije a Lussy, sé que ella lo sabe.

—Mi madre también, de hecho, parecía feliz de librarse de nosotros, la única que vi arrepentida fue la abuela.

—Ella no cayó al lago.

—No vino con nosotros.

Me giro y lo abrazo fuerte, noto que su ropa está seca y la mía aún está húmeda.

—¿Cómo se te seco la ropa tan rápido?

—No lo sé. —Se encoge de hombros—. Puedo intentar calentarte con mis manos.

Sus palabras son solo palabras, unas que sonarían inocentes viniendo de otra persona, pero de él ¡Ja! lo dudo.

—Cállate.

—Lo digo enserio. —Se ríe—. Si no te calientas de alguna manera, tendrás que desnudarte o te resfriaras.

—No tiene mucha lógica, si me desnudo el frío podría resfriarme aún, así que de una u otra manera terminaré enferma.

Me doy vuelta dándole la espalda. Tarda unos minutos en hablar, pero aún así lo hace.

—¿Aun estas molesta conmigo? —Se gira y se acerca, su aliento calienta mi cuello.

—No. —Me siento y veo hacia los lados—. Lussy está tardando mucho.

Levanto mi cuerpo a pesar de querer seguir acostada así sea en la dura tierra.

—¡Lussy! ¡¿Donde estas?!

Mi pecho se comprime pensando en que podría perder a mi hermanita. La brisa empieza a alborotarme el cabello y amenaza con apagar el fuego.

—¡Cálmate, Zoey!

Respiro hondo y me tranquilizó, el viento para y se convierte en algo suave que solo refresca, me sorprende descubrir que yo sea la que este creando eso.

—¿Era yo?

—Al parecer. —Sonríe un poco.

Lussy aparece, pero no viene sola, una chica de un metro sesenta más o menos, de cabellos lisos y negros en una coleta alta y de una ropa extraña la acompaña, su rostro no es amistoso.

Secretos (Editando)Onde as histórias ganham vida. Descobre agora