Capitulo 3

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Sakura corría sin parar dentro del hospital buscando en donde podría estar su esposo, por estar tan perdida en el momento en que le avisaron todo eso se olvido de llamar a su cuñada y ponerla sobre aviso, cogió su móvil y llamo al hermano de su suegra para cuando llegue les de la noticia.

Subía por varios sitios del hospital hasta que llegó a una recepción y una enfermera la atendió, le dió los datos de su esposo y muy amablemente le dijo el camino que debe seguir.

Su corazón le latía desbocadamente, las manos le sudaban, ahora entendía con más claridad el porque su esposo estaba tan distante de ella, de no hablar mucho de sus ratos de mal humor y por supuesto de su cansancio y el dolor que tenia en su semblante.

—Buenas tardes soy Sakura Izumi, trajeron a mi esposo, su nombre es Kurogane Izumi—hablo la ojiverde algo alterada.

—Si señora Izumi, el medico saldrá en un momento para decirle la situación de su esposo—respondio la enfermera.

Al voltear a ver a su alrededor encontró a dos personas conocidas para ella eran los amigos de su esposo con los que siempre que hay trabajo lo llaman y siempre lo que ganan en la semana se lo reparten juntos pero, ¿porque estaban ahí? Luego se le ilumino todo y corrió hacia ellos.

—Satoshi, Kumaru ¿que paso con Kurogane, estaba con ustedes verdad? Díganmelo—pidio la castaña alterada.

—Señora tranquilícese no sabemos que pasó, de un momento a otro un dolor a la altura de su columna lo hizo detenerse  y fue tan fuerte que en verdad nos preocupo, por eso es que lo trajimos aquí—respondió Satoshi.

—¿Un dolor en su columna?—preguntó la ojiverde muy desconcertada.

El medico en ese momento salia del consultorio y la mujer corrió a su lado, quería respuestas y él debía de dárselas.

—Pase por favor señora, necesito hablar con usted sobre la situación de su esposo—pidió seriamente el medico. Los amigos de Kurogane se retiraron haciendo una reverencia a la ojiverde. Ella les agradeció y entro a conversar con el medico—. Tome asiento señora.

—Doctor ¿que tiene mi esposo es grave?—preguntó la ojiverde muy nerviosa.

—Señora por lo visto su esposo es una persona que no acata ordenes cuando se lo piden, la primera vez que vino y lo revise, le dije que debía reposar un poco por su problema, es muy delicado—respondió el medico, muy serio.

—No lo entiendo ¿mi esposo ya ha venido antes al hospital?—preguntó la ojiverde llena de sorpresa en su semblante.

—¿Por lo visto su esposo no le ha comentado nada entonces cierto?—pregunto el medico mirándola con algo de pena.

—No doctor, no se nada—confesó ella con la cabeza mirando a su regazo.

—Señora su esposo tiene un tumor en el centro de su columna y esta creciendo sin detenerse, lo hace porque él se esta forzando en el trabajo pesado que tiene—respondió el doctor muy serio.

Sakura palideció, era como si todo a su  alrededor se hubiese esfumado y estaba sola en algún lugar lejano, sus ojos estaban como desorientados y de ellos comenzaron a botar lagrimas que no cesaban, su respiración se puso rápida y en cualquier momento colapsaría, un momento vió todo negro y no supo mas.

••••••

—¿Sakura estas bien?—una mano morena la sostenía en ese momento que ella abría los ojos, era su cuñada Kaede. En su cara vio mucha preocupación, al querer levantarse no podía por el mareo de su cabeza.

—¿Kaede, que hago aqui?—pregunto la castaña aun aturdida.

—Te desmayaste en el consultorio del medico—respondió la mujer preocupada.

𝘋𝘦𝘫𝘢𝘮𝘦 𝘈𝘮𝘢𝘳𝘵𝘦Where stories live. Discover now