𝘋𝘦𝘫𝘢𝘮𝘦 𝘈𝘮𝘢𝘳𝘵𝘦

Capítulo 26

Sakura:

Estoy en shock, esto que acaba de suceder no lo espere llegar. El señor Li me baja lentamente de sus brazos sin dejar de contemplarme, viéndolo mucho más de cerca es inevitable no sentir nada por él. Sus ojos ámbar me atrapan queriendo traspasar la gran barrera que nos aleja, una llamada clases sociales y culturales. Además su hijo es el principal motivo por el cual debo mantener mi distancia.

Me aleje con rapidez como si su cuerpo me quemara, él se da cuenta y rápidamente se sonroja, está pensando que se ha sobrepasado por su atrevimiento pero no es ese mi pensamiento. Suspiré profundamente viéndolo con serenidad, tenía que hacerle ver que no me interesa y que lo que ha sucedido no tiene importancia.

—Lo siento yo…

—Descuide señor Li, no es importante—su mirada se desdibuja sintiendo mi corazón contraerse—. Creo que lo mejor será que vayamos a ver a los demás¿No le parece?

—Pensé que nos íbamos a tutear—apreté mis labios llenos de culpa—. Si te molesta estar conmigo a solas no te preocupes que jamás haría algo para ponerte en una situación incómoda.

—No es eso—respondí con rapidez—. Es solo que estamos en casa de los esposos Hiragizawa y bueno no sé qué pensarían si nos vieran así.

—No pasaría nada porque ellos son de mi entera confianza—pase saliva nerviosa—. Prometo no volver a tocarte.

Pasó por mi lado sin verme más sintiendo una opresión en mi pecho, fui tras él y al ingresar a la gran sala Tomoyo y su esposo estaban a punto de tomar un aperitivo antes de la comida. Ambos hombres se estrecharon las manos para luego sentarse con una gran sonrisa.

Me siento tan extraña en esa casa, no me siento capaz de esperar a que me sirvan y estar sentada al lado de Tomoyo. Con el pensamiento de que mi madre está en la cocina rápidamente quise esquivar mi presencia hasta ahí pero Tomoyo me detiene diciéndome que no dejará que me vaya.

—Eres mi invitada y mi amiga, por hoy olvídate de servir—me guiñó un ojo poniendome peor—. Siéntate conmigo.

Asentí rápidamente, los sofás son tan suaves que podría quedarme dormida en ellos sin ningún problema. Miré de reojo al señor Li y en ningún momento me volvió a mirar sintiendo una pena dentro de mí y a la vez pensando en que era lo mejor para los dos. Una empleada anunció que la comida ya estaba a punto de ser servida. Todos nos levantamos y antes de ir delante de ellos Tomoyo me tomó del brazo para ponerme junto a él que me miraba con intensidad.

—Xiao-Lang te pido que no dejes sola a mi amiga, ¿podrías ser su acompañante el día de hoy?—abrí los ojos de manera desesperada¿Que pretendía?—. Recuerda que hoy no es tu empleada, sería ideal si se vuelven buenos amigos.

—Tomoyo¿Que…?

—Será un placer acompañarte—su voz grave y varonil me descoloca—. Seremos excelentes amigos, Sakura.

Temble sin poder evitarlo, me ofreció su brazo mirándome con una bella sonrisa, lentamente afiance el mío con el suyo y de al hacerlo una corriente eléctrica me invadió. Sus ojos se han clavado profundamente en los míos haciendo que mi corazón se paralice.

Esto no puede ser.

—Tranquila—me susurró caminando despacio hacia el gran comedor—. Disfruta Sakura, al menos por hoy.

Baje la cabeza asintiendo sin mirarlo a la cara. Me ayudó a sentarme en uno de los asientos de la mesa, Eriol ayudó a Tomoyo quedando frente a frente y él se sentó frente a mí poniéndome peor de lo que ya me sentía.

—Disfruten la comida—mi madre con su bella voz interrumpió el comedor pero lo que me sorprendió mucho fue ver a Kaori y al hijo de Tomoyo junto con ella entrando con varios platos.