𝘋𝘦𝘫𝘢𝘮𝘦 𝘈𝘮𝘢𝘳𝘵𝘦

Capítulo 36

Shaoran:

Decir que estoy enojado es poco, me estoy muriendo de celos por verlos tan juntos. Ni siquiera la tuve alguna vez en mi oficina a solas y Tse es quien tiene el privilegio de hacerlo. Los dos me miran con semblantes distintos, ella con sorpresa y vergüenza y él con una sonrisa y mirada misteriosa.

Desde que Sakura me pidió permiso para traerle un presente a Tse he estado tenso y fastidiado, soy un hombre y sé muy bien cuando quieren quitarte lo que te pertenece. Es cierto que ella no es mía pero ya la siento así desde el primer instante en que la vi. Si no hago algo de manera inmediata podría perderla y no lo puedo permitir.

—Li muy buenos días—saludo Tse con amabilidad dejando de lado el pastel de chocolate que ella le dió, mí pastel—. No interrumpes absolutamente nada, pasa por favor.

Le hice caso sin dejar de mirarla que está incómoda y avergonzada, soy un idiota lo sé pero…

Si la pierdo no sé qué va ser de mí.

—Tu secretaria me dijo que no querías que nadie te interrumpa pero se te olvidó que hoy es la junta directiva para presentarte con todos, además de discutir juntos este contrato—le dije con mi enojo controlado—¿Está muy bueno el pastel?

Sakura me miró con los ojos muy abiertos y él solo sonrió de medio lado, no quise decir eso pero ya no podía más. Ella se acercó a los dos y con la mirada encantadora pero llena de vergüenza decidió retirarse, quería que se quede conmigo en mi oficina un momento pero con qué pretexto.

—Muy bueno—sonrió mirándola fijamente sonrojandola por eso, mi autocontrol quiere explotar y no puedo evitarlo—. Te felicito Li, tienes una mujer que cocina delicioso y es solo tuya. Daría lo que fuese por tener a alguien como ella.

Parpadeé perplejo, ella también está igual que yo y él solo sonríe. Terminó de comer el pastel devolviendo el refractario a Sakura que sigue sin poder mirarme. Probablemente esté molesta por haber interrumpido su momento pero no me importa.

—Gracias por su halago señor Tse—comentó ella sonriendo—. Y una disculpa por la interrupción, está muy ocupado y solo he llegado a incomodarlo.

—Tu presencia no es nada de eso Sakura, al contrario, acabas de activar mi día con tu delicioso pastel y tú presencia—apreté los labios llenos de enojo, la está cortejando en mis narices—. Ten.

Sacó de su saco una tarjeta personal donde están sus datos personales y su número telefónico. Me está dando ganas de despedazar esa tarjeta y que no se acerquen más.

—Gracias—atinó a decir.

—Si alguna vez necesitas algo llámame—le pidió sonriendo dulcemente—. Además me confirmas la cena de ésta noche.

—Bueno yo…

—Ella no irá a ningún lado contigo—arremeti llegando al límite de mi paciencia, ambos me miran consternados, en especial ella—. Sakura esta noche mis padres irán a la casa a cenar, cuento contigo para eso.

—Está bien señor Li—acato con obediencia—. Iré al supermercado para conseguir todo lo necesario. Disculpe señor Tse por no aceptar su invitación.

—No te preocupes, ya habrá otra oportunidad—sonrió, me miró de reojo como burlándose de mí—. Que te vaya bien, hermosa Sakura.

Con una reverencia se retiró de la oficina dejándonos solos. Esta vez mi mirada es intensa y él no deja de sonreír, es como sí supiera mis sentimientos por ella. No estaba dispuesto a dejarmela quitar, ni por él ni por nadie.

—¿Qué es lo que quieres con ella, Tse?—fui al grano—. Te advierto que acaba de enviudar.

—Yo estoy firme en lo que deseo Li, más bien la pregunta sería para ti—fruncí el ceño—¿Qué es Sakura para ti?