Bosque

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Corría por el bosque sintiendo como alguien me seguía, pero yo no corría en dos pies sino en cuatro patas puesto que yo me había convertido en una loba hace tiempo, trataba de buscar ayuda pero cada ser humano que veía en el bosque se asustaba de mi, por lo que yo solo salia corriendo, tenia tanto miedo, no tenia a nadie a mi lado, solo quería que alguien me dijera que todo saldría bien que nadie me haría daño, pero ya estaba perdiendo las esperanza.

La persona que me seguía ya la había perdido hace muchísimo tiempo pero tenia tanto miedo que no quería parar de correr, veía como el bosque estaba despertando con todos sus animales. Ya había corrido bastante cuando siento que alguien me empuja y estrello contra un árbol. Me giro para ver y allí hay un hombre musculoso con cabello negro y un par de ojos color cafe pero muy claros casi rojos. Junto a el iba al parecer toda su familia, una chica de cabello rubio y el mismo par de ojos se le acercó.

- Han roto el tratado, los malditos lobos no pueden cruzar a nuestro territorio- Grito la chica rubia. Yo tenia demasiado miedo, estaba temblando y llorando, el golpe que me dieron fue tan fuerte que me recordaba todos los golpes que me dieron en ese horrible lugar.

- Perdón, no sabia, ayúdenme por favor.- Trataba de pedirles ayuda pero solo salían quejas y aullidos de lobo nada mas.

- Chicos tranquilos, algo no anda bien.- Dijo un chico a su derecha que iba con otra chica a su derecha. Ambos tenían el cabello castaño con los mismos ojos cafe y rojos.- Ella no es de esa manada.- Le mire a una pareja mas mayor ellos estaban justo al lado de ellos, el hombre era rubio y la mujer tenia el cabello negro un poco mas abajo de los hombros, su piel parecía porcelana, en realidad la piel de todos parecía porcelana.

- ¿Que a dicho Edward?- pregunto el hombre mayor al chico de cabello castaño nombrado Edward.

- Esta pidiendo ayuda, tiene miedo e lee ido su mente, no sabe nada sobre lo que es, tiene miedo.- Allí fue cuando caí en cuenta que el podía saber lo que yo sabia.

- Pobrecita! tranquila cariño no pasa nada.- trato de calmarme una chica de cabello muy corto que estaba en la otra esquina.- No te haremos nada cariño.- Aun si me dijera eso yo todavía tenia miedo y cada vez mas, trataba de pararme para irme pero el lugar donde me golpee con el árbol me dolía demasiado por eso no pude levantarme y solté un quejido de dolor.- tranquila, Jasper ven a ayudar para que se calme por favor.- Le pidió la chica al chico que estaba a su lado con cabello castaño. Yo no quería que nadie se me acercara así que trate de arrastrarme con miedo pero cada vez que lo hacia me dolía mucho las costillas.

- Tranquila pequeña, debes de tranquilizarte.- me pidió el hombre mayo, pero yo no lo podía mirar solo miraba al chico que se me acercaba, cada paso hacia que me diera muchísimo mas miedo. Pero unas manos en mi cara me hizo correr la vista de el chico para ahora ver directo a los ojos de hombre mayor con cabello rubio.

Cuando el hombre hizo aquello, sentía como todo mi miedo se hubiese esfumado, sentía como si allí estuviese mi familia para protegerme de todo el mundo, junto a ellos me sentía capaz al fin de respirar en paz y sin tener miedo de que alguien mas me volviera a dañar, sabia que la persona que estaba frente mio era mi padre de alguna manera.

El hombre también había quedado en trance, ella veía como su cara de preocupación iba cambiando a una de amor y tristeza por todo lo que había visto en la memoria de aquella chica. Pero al parecer el hombre no era el único que vio y sintió aquello sino que toda las personas que la rodeaban, todos estaban en trance.

- ¿Que a sido eso?- pregunto la chica que estaba junto a Edward.

- Por alguna razón ella es de la familia, es muy complicado decirlo, es como si ella fuera la persona que hubiésemos esperado toda nuestra vida para cuidarla, es nuestra hermana por así decirlo.- Contesto Edward mientras todos asentían con la cabeza y me miraban con tristeza.

- Y hemos visto toda su vida también, todo lo que a ha pasado y todos sus sentimientos.- comento en chico de nombre Jasper.

- Tranquila cariño estas con tu familia ahora, vamos a casa.- Me dijo la mujer mayor que ahora estaba junto a mi acariciando mi cabeza y mirándome con amor.

- Emmett, ayudémosla a levantarse.- Dijo la chica rubia, caminando hacia a mi con el chico que me había tirado hacia el árbol. Cuando vi que aquel chico se dirigía a mi mi miedo volvió y al parecer todos lo notaron porque trataban de tranquilizarme y diciendo que el no me haría daño, pero tenia miedo puesto que el me había tirado hacia aquel árbol.

- Emmett sera mejor que yo la ayude con Rosalie.- dijo la chica castaña, cuando dijo aquello me relaje y vi a aquel chico el parecía triste y arrepentido por lo que había echo.

Las dos chicas se me acercaros a ayudarme a levantarme y me llevaron a una velocidad extraordinaria que ni yo creía que se podía, no sabia aun que eran ellos aun. Cuando me volvieron a bajar ya estábamos en frente de una casa muy hermosa con grandes ventanales y blanca, era muy hermosa.

- Me llamo Rosalie y ella es Bella, se que no nos vamos a poder comunicar muy bien si estas en tu forma de lobo pero estaremos siempre contigo cuidándote.- Rosalie era muy amable conmigo junto con Bella, ellas me habían dejado en el suelo, al parecer ya sabían que no podía volver a ser mujer.

- Gracias, soy Hope.- dije aun con saber que ellas no me entenderían pero fue grande mi sorpresa cuando hubieron los ojos de par en par y me miraron sorprendidas.

- Es imposible.- dijo Bella.

- ¿Que es imposible?- aparecía Alice con Jasper por la puerta trayendo cosas de hospital para al parecer curarme.

- Acaba de hablarnos.

- ¿Que? eso es imposible.- Dijo estando a mi lado.

- No es imposible, es por nuestro lazo.- Dijo el hombre mayor saliendo también de la casa con el resto de las personar pero menos Emmett.

- Ella se puede conectar con todos, puesto que es parte de la familia, ¿como te llamas cariño?- me pregunto la mujer mayor.

- Hope.

- Lindo nombre.- comento Jasper, al parecer todos podían escucharme.

- Yo me llamo Carlisle, mi esposa Esme, tu hermano Edward y su esposa Bella, Alice, Jasper, Rosalie y Emmett, pero el no esta aquí.

Yo solo asentí con mi gran cabeza de lobo aun acostada en el piso.

- Te voy a revisar la herida que tienes, estas sangrando así que te tengo que vendar.

- Vale.- respondí tratando de levantarme con mucho esfuerzo y quejidos de dolor. Todos se apresuraron a ayudarme a levantarme y mantenerme en pies.

Todo fue muy rápido pero doloroso, me tuvieron que desinfectar y sacarme algunas ramas que que se me habían enterrado. cuando termino de curarme Esme puso una manta limpia al lado de un árbol para que yo descansara.

- Tu herida tardara en curarse, cuando fue la ultima vez que te alimentaste?.- me pregunto mi padre yo solo recordaba que había sido hace como dos semanas atrás.

- Hace dos semana casé una liebre.

- Por dios debemos buscar algo para que te alimentes bien, estas muy debil.- Me dijo Alice.- iremos a cazar dijo antes de irse con todos mis hermanos.

- Descansa cariño, nosotros estaremos aquí cuidándote.- mi madre me acariciaba la cabeza mientras me lo decía.- solo ire a ayudar a tu padre a guardar todo vale.

Yo solo asentí, estaba muy cansada pero no podía dormir todos los recuerdos siempre se me venían a la cabeza cuando cerraba los ojos por tan solo unos segundos. cuando voltee la cabeza hacia una esquina apareció Emmett un poco nervioso con un libro en las manos al parecer quería acercare pero tenia miedo de hacerlo, el solo miraba hacia el piso son una mano en la nuca pensando.

Las Huellas De Una Sombra. ✔️✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora