𝐃𝐄 𝐔𝐍 𝐒𝐔𝐄Ñ𝐎 𝐀 𝐋𝐀 𝐑𝐄𝐀𝐋𝐈𝐃𝐀𝐃 - 𝐍𝐇 𝐁𝐘 𝐍𝐀𝐓𝐇 🥀

71.

Capítulo 71.

Niall se corre sobre mi estómago. Es la primera vez que hacemos esto, que él se venga sobre mi. Sé que en el fondo estuvo mal no usar preservativo, es riesgoso, pero fue increíble, a pesar de lo que Harry vio.
Solo pensarlo me revuelve las tripas, no puedo creer que haya entrado sin tocar. Gracias al cielo, Niall estaba demasiado concentrado en lo que hacía como para darse cuenta. Hubiera deseado estar con los ojos cerrados y no ver, pero lo hice.

—Voy a limpiarte. —Me dice e intenta verse arrepentido, pero sé que no lo está.

—¿Deberíamos preocuparnos?

—No lo sé. —Él camina hasta un estante y busca unos kleenex. —¿Estás preocupada?

—No. —Y es la verdad. —¿Tú si?

—Debería estarlo. Pronto viajaremos, no quiero conocer a tu padre y decirle que será abuelo.

—¡Niall, no lo digas ni en broma! —Ambos nos reímos mientras él camina hasta la cama nuevamente. —No estoy preocupada, pero si dices eso, harás que sí me preocupe.

Niall sonríe mientras me limpia el estómago con los restos de semen que él dejo. Ninguno habla, incluso ahora me da un poquito de Vergüenza, así que desvío la vista. Es increíble lo que uno puede llegar hacer en un momento de calentura.

—Ya está. —Me dice y vuelve a taparme con las sábanas. —Magda, debo salir un par de horas.

—¿Si?

Él asiente.

—Iré con Liam al estudio. Pero serán dos o tres horas, no más que eso.

—Esta bien, me quedaré con Ignacia.

—Intentaré no demorar demasiado.

Le sonrío.

—Puedes tomarte el tiempo que necesites, no te preocupes por mi. —Le pido y él me sonríe.

—Esta bien. Te quiero.

—Yo te quiero muchísimo más.

Niall se acerca y me besa en los labios antes de levantarse.

❈───── • ✦ • ❅ • ✦ • ──────❈

Vago por los pasillos de la residencia y el salón principal. El lugar está en completo silencio y yo estoy demasiado aburrida.
Ignacia duerme plácidamente enredada en los brazos de Zayn en el sofá y el resto está en sus habitaciones.

—Tal vez si debería intentar dormir un poco. —Murmuro subiendo las escaleras al mismo tiempo que alguien viene bajando.

Mis ojos se encuentran con esos iris verdes que me observaron hace un tiempo atrás. Mis mejillas rápidamente se tornan de un color carmesí.

—Hola. —Harry me saluda y sonríe un poco.

—Hola. —Respondo sintiéndome jodidamente avergonzada.

—Magda... —

—No lo digas. Esta bien, no pasa nada. —Respondo rápidamente, no quiero hablar sobre eso.

—Solo quería decirte que lo lamento. No debí abrir la puerta sin antes tocar. —Lo dice de todas formas.

—Vale, Harry. No pasa nada. —Comienzo a subir los escalones al instante en que estamos demasiado cerca, él me toma del brazo.

—Debo admitir que nos imaginé. —Dice apenas en un murmullo.

—¿Disculpa?

—Que al verte nos imaginé, a ti y a mi. —Responde e increíblemente una imagen mental sumamente irracional inunda mi cabeza, una donde él es parte. —Te estás ruborizado. —Agrega sonriendo.

—Detente. —Me zafo de su agarre y me quedo mirándolo con enfado. —Creí que dejarías de hacerlo.

—¿Hacer qué?

—Tú sabes qué. —Digo. —Niall está celoso, quiero que lo sepas. No me lo ha dicho, pero puedo notarlo. Y sé que tú también lo sabes. Detente, es tu amigo.

—¿Que se supone que he hecho?

—Harry, no intentes verme la cara de estúpida. Tú sabes lo que haces, lo conoces mejor que yo. —Le digo. —Sabes como él se siente. Por favor, basta.

Él suspira mientras se apoya en la pared.

—¿Cuándo se irán?

—Pronto. Esta semana o quizás la próxima. —Le cuento.

—Entonces no volveré a verte.

—No sabría decirlo. —Admito. —Quizás en otro momento nos volvamos a encontrar, pero ahora solo quiero hacer las cosas bien. Niall conocerá a mis padres, oficialmente les dirá que es mi novio y quiero estar con él.

Él continúa mirándome, sin expresión.

—Tú sabes que le deseo lo mejor, ya te lo dije una vez.

—Y yo lo agradezco. Pero por favor ya no digas bromas así. —Le pido.

—Que les desee lo mejor no significa que no lo haya imaginado. Y no fue una broma. —Responde al mismo tiempo que alza su mano y acaricia mi mentón por una fracción de segundos. —Seguiré mi camino.

Él se aleja dejándome en mitad de las escaleras, aturdida y pregúntandome porqué las cosas tienen que ser así.