·Punto final·

7.4K 848 247
                                    

Lean el capítulo anterior a este.

—Tomarás el resto de tus clases por Internet— papá me señaló con su bastón—y no quiero objeciones.

Jungkook aún no llegaba, papá lo llamó hace unos minutos y según alcancé a entender, estaría aquí en un rato pues estaba terminando no sé qué junto a su manager, vendría aquí con su amigo.

—No te enojes con Jungkook— Gia le habla a mi papá, siendo mi única amiga, papá le tiene gran aprecio— nada de esto es culpa suya.

—Sé que no es culpa suya, es culpa de ese energúmeno— y aquí vamos...— ese cuento de que está enfermo y que tiene problemas para controlarse no me lo creo en absoluto— Jungkook habló con mamá por mensajes y le contó lo sucedido cuándo fue a conversar con él— ¿Enfermo? ¡Enfermo estoy yo de tanto soportarlo! Ya estoy viejo para estas cosas.

Ah todo esto ¿Cuándo intercambiaron números mis padres y Jungkook? Nunca me enteré.

—¿Si harán la carta de disculpa?— mamá llegó a nosotros con vasos de jugo y galletas, porque si, mi mamá dice que el jugo y galletas sabe mejor que leche y galletas— las vecinas están enloqueciendo y preguntándome por ti, cariño.

—Pues no les hables a esas viejas chismosas— resopla papá— de todas formas, adelantaremos nuestros planes de mudanza.

Se me atora la galleta en la garganta y Gia palmea mi espalda.

—¿No te contó tu mamá?— niego— pues eso, nos mudaremos los tres a un barrio privado.

—¿Porqué?— pregunto.

—La casa es preciosa, cariño— tocan la puerta— ¡Iré yo! Debe ser nuestro querido Jungkookie.

¿Nuestro querido Jungkookie?

—Ah tu madre le gustó y sorprendentemente a mi también, no queremos envejecer en esta casa vieja— puchereo, aquí me crié y tengo todos mis recuerdos bonitos— quita esa cara, te ves fea.

Varios pasos junto al resonar de los tacones de mamá (ella se niega a quitarse los zapatos aún dentro de casa) se escuchan y no puedo creer lo pequeña que luce mi mamá al lado de esos dos, es como ver un minion junto a un semáforo.

—Hola bonita— Jungkook me saluda primero que al resto, ocasionando que me avergüence por el apodo, solo puedo sonreír— ¿Qué tal está todo? Lamento llegar tan tarde.

Las presentaciones se hacen rápidamente y mamá empieza a tratar a Yugyeom, el amigo de Jungkook, como a un Rey, este parece disfrutarlo y se deja alimentar mientras parece querer conversar con Gia. Jungkook se sienta a mi lado y papá en frente de ambos.

—¿No tuviste problemas, muchacho?

—No realmente, uno que otro grito de mi mánager, pero nada grave— sacude la mano, restando importancia— mi jefe se enteró y no hizo nada más que suspirar y buscar soluciones, todo fue muy calmado y pocas personas molestas.

—¿Y que hay de Mingyu?— me atrevo a preguntar, Jungkook me observa sin expresión alguna— ¿No se sabe nada? Es decir-

—Estás preocupada, lo sé— suspira— lo siento pero estoy igual de confundido que tú, no entiendo nada.

—No mencionaremos más ese nombre en mi presencia— blanqueo los ojos ante la petición de papá— jamás te he prohibido algo en la vida, Alanamya, pero desde ahora está rotundamente prohibida tu amistad con ese imbécil, inmaduro y celópata— ciertamente él jamás me ha dicho que no, nunca se ha entrometido ni ha cuestionado mis decisiones o amistades, hasta ahora— no voy a permitir que de nuevo, por culpa de un tonto como ese, mi única hija vuelva a pasar por lo que es el desprecio social, dime— todos estamos en silencio escuchando lo que tiene para decirme— ¿De que me sirve mi título de abogado? ¿Mi posición? De que demonios me sirve estar capacitado para ayudar a las personas cuándo mi propia hija se deja tratar de esa manera, lo siento, Alanamya, pero si tu no vas a sacar la cara por ti y no te vas a dar a respetar, me veo en la obligación de hacerlo, como tu padre, estoy totalmente en contra de que te minimices de esa manera por una persona, para colmo, por un hombre.

Me tiembla la boca y mis ojos pican, juego con mis dedos e intento que mi cara no demuestre lo avergonzada que estoy, pues ciertamente papá tiene toda la razón y no puedo llevarle la contraria en absoluto.

—Hija, no estoy diciéndote esto con el fin de hacerte llorar— continúa, después de un sepulcral silencio— la Alanamya que Nami-ah y yo hemos criado con tanto esfuerzo, es fuerte, responsable, independiente, humilde y llena de seguridad y amor. No quiero que ese espíritu único que tu posees sea pisoteado así, eres hija de Hwan Alan, y no me partí la espalda trabajando para que algo así suceda, así como tu mamá tampoco pasó noches en vela ayudándote con tus tareas y despertando a altas horas de la madrugada para hacerte lucir preciosa en el salón de clase.

»Siempre hemos estado orgullosos de la hija que tenemos y cada día celebramos a la mujer en la que te has convertido.

Yugyeom está llorando. Y yo también.

—Así que no me vuelvas a pedir ser comprensivo cuando te están afectando de esta manera. No se habla más del asunto y es punto final.









 No se habla más del asunto y es punto final

Rất tiếc! Hình ảnh này không tuân theo hướng dẫn nội dung. Để tiếp tục đăng tải, vui lòng xóa hoặc tải lên một hình ảnh khác.


Él es nuestro poderosísimo Hwan Alan.

Besitos rojos.

Taste Me»JJK;FAMOUS4Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ