70.

10.3K 441 34
                                    

Capítulo 70.

Niall tenía razón. Cuando los chicos volvieron a salir de la casa, se veían con mejor aspecto. Nadie preguntó nada, simplemente nos subimos a la Van y nos marchamos.
Volver a la residencia todos toman caminos diferentes, incluidos nosotros.

Niall me guía hasta la habitación que ambos estamos compartiendo y nos dejamos caer sobre el colchón. Estamos cansados, agotados y con mucho sueño, así que me acurruco a su lado y aferro mis brazos en su cintura.

—¿Estás emocionada por nuestro próximo viaje? —Me pregunta.

—Sí, demasiado. Siento que ha pasado mucho tiempo desde que dejé mi casa.

Niall sonríe.

—¿Tú crees que sea bien recibido?

—Por supuesto, mi madre estaba encantada contigo.

—¿Y tu padre? ¿Y tu hermano mayor?

—Bueno, eso lo veremos al llegar. Pero no debes preocuparte, ellos saben de tu existencia, estarán alucinados.

—Espero caerles en gracia.

Sonrío.

—No te preocupes por eso. —Le pido. —Quien si debería preocuparse soy yo.

—¿Porqué?

—Primero porque dijimos que sería un viaje para visitar museos y cosas así y no volveré con ningún folleto. —Ambos nos reímos.

—Diremos que fue solo una excusa.

—Prefiero decir que estaban todos los museos cerrados. —Respondo haciéndolo reír. —Y bueno, lo segundo es que me da vergüenza que conozcas mi habitación.

—¿Porqué?

—Porque tengo fotografías tuyas por todas partes. —Admito un poco ruborizada.

Niall sonríe.

—¿Sólo fotografías mías?

—Bueno... Del grupo completo.

Oh no, acabo de recordar que también tengo una foto de Harry en mi pared.

—No deberías sentirte avergonzada. Te conocí en uno de nuestros conciertos. —Me dice. —Sería tonto de mi parte sentirme sorprendido al ver fotografías mías y de los chicos.

—Sí, es verdad. —Digo. —Pero igualmente me sentiré avergonzada.

—Espero con ansias el momento en que pueda conocer tu habitación.

—Pesado. —Susurro acercándome a su boca.

—Lo soy. —Admite dejando un suave beso en mis labios.

Su mano desciende por mi estómago y se mete bajo mi sudadera. Suspiro mientras siento sus dedos alcanzar mi pecho y acariciarlo suavemente. Mi pezón se endurece bajo su caricia.

—¿Qué? —Susurro al notar sus ojos risueños en mi.

—Déjame ver. —Ni siquiera lo dudo. Levanto mi sudadera y bajo la tela de mi brasier, le expongo mi pecho. Niall lo observa y se lame los labios. —Preciosa. —Susurra acercándose.

Sin preámbulos me lame suavemente antes de temerse mi pezón sensible en la boca. Mi respiración se vuelve irregular y suelto un gemido cuando sus dientes lo muerden.
Arrastrada por el placer que él me hace sentir le expongo mi otro pecho y él sonríe antes de lamerlo también.

—Niall. —Susurro y él alza sus ojos hasta mi. —Te deseo.

—Ven aquí. —Responde tomándome de la cintura.

Sentada a horcajadas sobre su cuerpo comienzo a mover mis caderas. Su erección se frota contra la tela de mi pantalón y sé que la ropa nos estorba demasiado.
Es increíble como nos quitamos la ropa rápidamente y nos metemos bajo las sábanas.

Con su cuerpo sobre el mío y entre mis piernas, me penetra suavemente. Y sin condón. Maldita sea.

—Niall, el preservativo... —Digo

—Joder. —Él sonríe. —Lo olvidé, mierda.

Quiero y no quiero que él salga de mi cuerpo. Y es que sentirlo sin nada es otro nivel.

—Muévete. —Le pido empujando mis caderas hacia adelante. —Solo un minuto.

—Magda. —Murmura y sé que también lo desea. —Mierda. —Se deja caer sobre mi cuerpo y comienza a mover sus caderas.

Piel contra piel. Se siente increíble.

—Solo un minuto. —Le pido jadeando.

—Solo un minuto. —Repite mientras bombea contra mi, ahora con más fuerza.

Gimo y jadeo contra su cuello mientras creamos un ritmo exquisito. Escuchar sus gemidos cerca de mi oído provocan que mi sangre se encienda. El minuto se va a la mierda, nos dejamos llevar por lo que sentimos.
El fuego crece dentro de mi y baja hasta mi vientre donde espasmos de placer comienzan apoderarse de mi cuerpo. Mis manos se aferran a su cuello, lo envuelvo mientras dejo que él me maneje a su antojo.
Me muevo junto con él mientras mi mirada viaja hasta la puerta, ya que esta se abre y unos ojos verdes nos observan por una pequeña fracción de segundos antes de cerrarla.

No puede ser.

𝐃𝐄 𝐔𝐍 𝐒𝐔𝐄Ñ𝐎 𝐀 𝐋𝐀 𝐑𝐄𝐀𝐋𝐈𝐃𝐀𝐃 - 𝐍𝐇 𝐁𝐘 𝐍𝐀𝐓𝐇 🥀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora