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No le presenté a todos. Vale destacar que no me llevaba con muchos por la distancia entre las familias y bueno, éramos demasiados Hemmings... así que no quería llenar al chico de preguntas y saludos de muchas personas.

Luego de un par de minutos, recordé cierto comentario y di un pequeño salto agarrando la muñeca del teñido para arrastrarlo hasta la parte del comedor.

— hey hey, ¿qué demonios sucede? - dijo entre risas mientras yo llegaba hasta donde seguía aquella mujer haciendo algo del almuerzo junto a otras tías; de las cuales no conozco ni la mitad de los nombres. Como dije antes, apenas y me llevo con la familia por causa de la distancia; por eso estas ocasiones eran importante para mis padres.

— oh, es que tu padre dijo algo de tener cuidado sobre tu alimentación Mike. No te preocupes, yo no sé nada en realidad y no te juzgo por alguna idea errónea que se pueda cruzar por mi cabeza. - Avisé levantando mis manos en señal de "paz" con el tema. — Le comenté a mi tía y no hay problema con que le des el papel. Ella hará todo por la comodidad... Por eso hace mucha comida; por lo que somos muchos, hay gustos variados en la hora de comer. - Hablé un poco rápido, jugueteando con mis dedos mientras lo veía un poco indeciso de hacer utilizado siquiera las palabras correctas para referirme a su comida "especial".

— oh, está bien. - Inflé un poco mis mejillas y luego solté aquel aire que tenía, aliviado de aquella respuesta. Una suave risa es lo que me gane de vuelta luego de mi acción.

— Bien - asentí con una sonrisa en mis labios antes de notar como sacaba de su bolsillo delantero un papel algo arrugado de seguro por el lugar en que estaba guardado. Me lo dio y por respeto a no mirara en su intimidad, tome aquel papel y deje al chico parado antes de avanzar unos cuantos metros. — Hey, aquí está lo que te había dicho. - sonreí de lado y le entregué el papeleo a la mujer rubia de ojos casi verdes.

— Bien mi Lukey. Mi trabajo es mantenerlos a todos con la pancita feliz. - solté una suave risa y ella sonrió por igual. Ambos con los hoyuelos en las mejillas.

— Bien, adiós. - Ella asintió. La vía como abría aquel y luego camine de vuelta al teñido. El pobre se encontraba rodeado de mis primos y primas.

Una de las más pequeñas estaba sobre una silla mientras acariciaba el suave cabello rojo. No la culpaba porque... Vamos, ¿Quién no tendría la curiosidad de darle caricias? La curiosidad era más intensa en una nena de 5 años así que, si yo la tenía... Ella también. Michael la había cargado. Dios, sería un magnífico pa... ¿Por qué pensaba en cómo sería como papá?

Mis primos trataban de invitarlo a las armas o algo así alcance a ver a la distancia ya que todos ellos cargaban entre sus manos las típicas Nerf que seguramente alguno de mis tíos les había dado en alguna navidad. Yo esos días me la pasaba con mi abuela materna ya que ella estaba sola y prefería hacerle compañía.

Podría decirse que el 80% de mis primos tenía la curiosidad puesta en Michael. El otro 20% estaba con parejas o en brazos de sus madres al ser solo bebés que no se enteraban de nada de lo que sucedía a su al rededor... Suertudos.

Por otro lado, Anto estaba con Sam y luego ya todos en su cuento.

Al llegar, pasé entre la pequeña muchedumbre y bajo todas las miradas en nuestros rostros, tomé la mano del teñido para sacarlo de allí... Solo que no me moví; él se inquietó, pero igual me devolvió con un suave apretón.

— bueno chicos, me lo llevo. Ustedes trajeron amigos, novias, novios... También se tienen entre ustedes así que no molesten. - los mire un poco serio y con un tono de voz bastante neutro.

Balbucearon algunas cosas, tratándome igualmente de envidioso, aunque aquello no me interesó demasiado. Finalmente, cuando aquella muchedumbre fue muchos más pequeña, jalé suavemente la mano del teñido y luego lo saqué empezando a caminar entre las mesas, entre todos.

Hey ángel. ||m u k e||Where stories live. Discover now