17.

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Amaba dormir. Y es que ¿Quién no amaría este increíble momento? Es tu único momento en paz. Tu cuerpo descansa, tus ojos descansan, nada ni nadie te preocupa. Por mi parte amo dormir.

Pequeños suspiros dejaban escapar de mis labios seguido de suaves balbuceos adormilado. Entre sueños pequeñas sonrisas se escapaban de mis labios y, antes de que siquiera pudiera salir el sol, la puerta del cuarto se abrió y es lo que odiaba del sueño ligero. Es que no podía mantenerlo unos segundos más.

— Hey, chicos. Arriba que saldremos en unos minutos. - Asentí aun cansado y me senté de manera perezosa en el colchón. Luchaba por abrir los ojos en la oscuridad mientras mis manos se frotaban suavemente entre sí.

Mamá encendió la luz. Solté un vago gruñido y luego llevé mis manos a mi rostro frotando este suavemente.

— Ya que. - Susurré para mí mismo y luego estiré mis brazos con un poco más de motivación. No es que me encantara ir donde la familia, pero en verdad amaba salir de paseo en auto. Viajero que se respete, madruga sin tantos problemas cuando se trata de un viaje.

Me removí suavemente y entonces lo vi. Descansaba como un bebe abrazado a la almohada con su regordeta mejilla apoyada en esta. De sus rosados labios salían pequeños ronquidos y en mi mente deseaba estar como él y con él.

Suspire hondo y me baje en el espacio entre mi cama y su colchón. Estiré las cobijas y luego de acomodar mis almohadas, me senté en el borde estirando mi mano hasta su hombro. Lo moví suavemente temiendo lastimarlo de una u otra manera, pues aquel sector se sentía demasiado delicado en mi mano.

— Hey, Michael. Es hora cari... amigo. - Que idiota era. Por poco y le decía " Cariño". Si me escuchaba, a lo mejor me veía como un raro. Solté algo de aire y luego volví a mover su hombro con delicadeza. No quería que mis torpes manos le hicieran algo de daño.

— Ya, ya... - Susurró él. Su voz se escuchaba ronca, mañanera. Jamás creí poder lograr escuchar algo así. su pequeña palabra me había quedado grabada. — Desperté. - Lo menciono con su particular alegría como si hubiera logrado algo grande.

— Bueno, iré a cambiarme en el baño. Uh, ponte algo cómodo. Allá podremos ducharnos así que no hay necesidad de morirnos de frío. - Cuando asintió, suspire y tome mis cosas que había dejado en la silla la noche anterior para tener todo listo para justo ahora. Entré al baño e hice algo de roña mientras terminaba de vestirme. Era un buso grande, un pantalón de sudadera, unas medias y unos zapatos. Todo era gris a excepción de mis zapatos azules.

Mojé mis manos y luego las pasé por mi rostro soltando un suave suspiro aliviado; luego pasé mis manos hacia atrás peinando así mis rizos. Sonreí un poco mirándome al espejo y luego me recosté suavemente en la puerta dudando en salir. — Ya estas listo? - Pregunté al fin. Cuando obtuve mi respuesta afirmativa, salí mirándolo con una sudadera también pero el pantalón era gris y su buso era negro. Tenía los zapatos blancos y unos ojos perezosos adornaban su rostro. Solté una suave risa y me hice a un lado para así dejarlo entrar al baño para que se arreglara. Aunque no se veía mal a mi parecer.

Caminé por mi cuarto y luego agarré mis maletas viendo a papá entrar por la puerta antes de poder hacer algo.

— Ya están listos? - Asentí.

— Si, solo Michael está en el baño lavándose la cara y los dientes. - Él asintió de acuerdo y luego sonrió.

— Bien, alcánzame las maletas. - Asentí obedeciendo y luego le alcancé mis maletas seguidas de las de Michael. Segundos después desapareció por la puerta con todo. Salió Michael tomando unas pastillas antes de guardarlas en la mochila que llevaba con sus cosas personales y me ahorré las preguntas. Seguramente era la medicina que le habían mandado para mantener sus niveles estables de azúcar. Para no tener un bajón que nos lleve de nuevo a una hipotermia.

—Andando Mikey. La aventura nos aguarda. - Solté una suave risa. Él se cargó la mochila y lo deje salir para luego apagar la luz y caminar con el hasta la entrada. Fuera se veía oscuro, hacia una brisa fría y a duras penas lo único que veía encendido era él auto de papá a la par de unas farolas que alumbraban la calle.

— Nunca había estado de paseo con un... Amigo. - Reí suave al oírlo.

— Me alegra ser el primero en.... eso, Michael. - Él asintió.

— Bien chicos, arriba. - Miré a mamá y asentí guiando a Michael hasta el auto mientras ella se encargaba de ponerle seguro a la puerta. Entramos detrás. Él se hizo junto a la ventana y por costumbre quedándome cerca de él, me quede en el centro del auto.

Mis padres no tardaron en entrar al auto también. Se acomodaron los cinturones de seguridad y luego papá empezó a conducir con algo de música mientras mi mamá se acomodaba en él asiento dispuesta a dormir un rato.

— No sé si me veré muy intenso, pero... Casi no nos conocemos, y me gustaría hacerte preguntas... - Genial, había quedado como un completo tonto. Ni había sonado como algo decente, había sido directo y lo había dejado en silencio también. Lo giré a ver temeroso y él sonreía.

— Lo sé. No nos conocemos tanto. - Asentí sabiendo que se refería a también hacerme un par de preguntas a mí. — Pero tengo sueño justo ahora... - Morí luego de ver como un pequeño puchero se formaba en sus rojos labios.

— Pero dormimos temprano para hablar - Alegué haciendo pucheros igualmente sin dejar de verlo mientras acomodaba sus audífonos y me pasaba uno. Ya se hacía costumbre. Lo hacía sin pedírselo.

— Bien si eso quieres... - Su sonrisa me hizo asustarme un poco. Levante ligeramente mis cejas esperando a que continuara. — Así que tienes celos sobre mi... - Me sonrojé al instante y pase algo de saliva mientras Led Zeppelin sonaba por mi oído.

Me recosté suavemente en su hombro y cerré fuerte mis ojos.

— Pensándolo bien, si tengo algo de sueño. - Bostece. Y, no era completamente mentira. Aunque también había cambiado de tema a propósito.

— Esta bien. - Sonreí al escuchar su suave risa y luego negué. Me quedé quieto al sentir que se recostaba suavemente en mi cabeza.

Mi corazón estaba latiendo a mil por hora. Mis manos estaban algo sudadas y me ponía nervioso que se diera cuenta. Suspiré hondo y luego me acomodé mejor cayendo dormido de pronto.



Tampoco es el mejor capitulo pero debía subir algo hoy. 



Hey ángel. ||m u k e||Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ