Capítulo 31

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Samuel

Me levanto, y estoy en una cama, en un lugar bastante oscuro y muy frío, es una celda y al lado mío había un buzo de color verde. Intento usar mi habilidad de fuego para ver mejor el lugar pero no puedo.
Y en ese momento ingresa una señora a donde estoy y dice:
_ Es inútil, aquí dentro de la celda no puedes usar tú poder, solo ahí afuera podrás, pero todo el lugar está especializado para que los daños no se afecten gravemente con los poderes de todos los niños encerrados, quizás provoquen algo, pero no de tal grado de intensidad en el que no lo puedan arreglar en muy poco tiempo. Ya estarás ahí conviviendo con los demás cuando deban comer. No somos tan malos, dejamos que se conozcan todos en la cafetería del lugar_ dice en forma burlona.
_ ¿En dónde estoy?
_ Las preguntas las hago yo... dime ¿dónde está tu familia?
_ Jamás te lo diré _ contesto.
_ Pues entonces si te quedas sin comida, pensarás si me lo dices o no ¿verdad?
_ ¿No crees que si me dejas sin comer es más problema tuyo que mío?
_ ¿A qué te refieres mocoso? _ Me pregunta.
_ Puedes dejarme días sin comer, y si me quedo sin vida, seguramente no te afectará perder habilidades de fuego y agua ¿verdad?
Puedes hacerme el daño que quieras, pero si me pasa algo grave, solo te perjudicará a ti, yo obviamente sufriré, pero tú pierdes poderes elementales. Porque creo que esa es la única razón por la que estoy aquí encerrado y sin poder usar mis habilidades ¿o me equivoco?
_ De todas formas, si no cooperas, te irá muy mal, solo cuídate... y por cierto, no gastamos una fortuna para conseguir esos buzos para protegerlos del clima aquí adentro, por lo menos úsalo, desagradecido.
Y luego de decir eso se retira.
Por seguridad decidí no usarlo, quizás algo tenía esa cosa, un rastreador o algo, así que preferí no usar el buzo a pesar del frío del lugar.
No podía creer que con solo horas fuera de casa, ya me habían secuestrado.

Raúl:

_Hay una forma de saber donde está_ Confirmo.
Busco la computadora y busco la ubicación de la sustancia.
_ ¿Qué haces? Pregunta Sara.
_ La cápsula que les di en los primeros días, contiene una microsustancia que posee un material único en el mundo, luego de varias investigaciones descubrí que a los cuerpos con superpoderes no le hacen daño este tipo de pastillas. Pero que poco a poco se va eliminando del cuerpo el material, solo tiene permanencia por 50 días, después hay que volver a tomarlas. Esta computadora tiene un tipo de relación con el material, eso automáticamente nos dirá dónde se encuentra Samuel.
_ ¿Dónde aprendiste todo eso?_ pregunta Matías.
_ Tener tantos contactos, y a través de años de investigación se puede lograrlo.
_ Aquí nos dirá_ comento.
Aquí se encuentran tres, que son ustedes, minimizaré, el mapa, para encontrar la cuarta.
_Oh no_ digo.
¿Qué pasa?_ pregunta Pedro.
_Debo hacer una llamada_ contesto.
Termino la llamada y les digo:
_ Me confirmaron lo que temí, la dirección de la computadora concuerda con el lugar que sospechábamos hace tiempo que era donde se encuentran los niños secuestrados.
_ Lamento mucho, es muy peligroso, aún no estamos preparados_ les ordeno.
_ Tenemos que salvarlo_ dice Sara.
_ Es muy arriesgado Sara_ respondo.
_ Samuel está ahí por nuestra culpa, y yo lo ayudaré, con ustedes o sin ustedes _ dice ella.
_ Es nuestro hermano, cuenten conmigo _ comenta Pedro.
_ Yo también los ayudaré, por Samuel, y quizás podemos ya salvar a todos los jóvenes de ahí.
_ Haber, está bien, vamos a ir por Samuel, porque veo que nadie ni nada los detendrá, pero iremos con una condición, crearemos un plan para salvarlo solo a él, y una vez que esté con nosotros, si todo sale bien, haremos un plan mucho más elaborado para salvarlos a todos. Aprovechando que Samuel estuvo adentro y nos puede ayudar también en ese aspecto.
_¿Prometido? _ pregunto, dejando en claro mi propuesta.
_ Prometido _ dicen todos y unimos nuestras manos en el centro.

Una familia peligrosaWhere stories live. Discover now