Capítulo 6

79 10 3
                                    

Matías

Seguía en mi soledad, reflexivo, y no solo por el comentario de Sara, sino también como reaccioné yo a dichas palabras.
Mientras permanecía pensando, llega Pedro, ingresa a la habitación y me dice:
_ ¿Estás bien?
_  Era un niño, no podía tratarlo mal, por eso contesté:
_ Digamos que sí, solo acá estoy pensando un rato. Sabes, a veces cualquier comentario en el cual se relaciona con el pasado o historia de vida duele, y eso fue lo que me pasó. Perdí a mi madre hacer varios años, y el dolor sigue ahí más fuerte que nunca.
_ Mira yo, vine porque me pidió Samuel, quizás no tenga las palabras justas, pero sí puedo decirte, que yo te entiendo. A mi me abandonaron en una plaza cuando era bebé, día a día, yo trataba de salir adelante, trabajando por las calles, en algunas ocasiones con lo que las personas me dejaban y así. Crecí sin mamá, sin papá, no conozco que es tener hermanos o abuelos. Pero agradezco a la vida que me haya encontrado a Raúl, que ahora ya es como mi papá, y lo trato como tal, porque él hizo el Pedro que soy ahora. Y la vida me está regalando esta familia ficticia que poco a poco me gusta más y más.
Me gustaría haber conocido a mi familia biológica, pero entendí, luego de hablar tanto con Raúl, que por algo pasan las cosas, y la vida continúa. Obviamente no será lo mismo pero poco a poco, debemos ir comprendiendo que así es la vida. Porque más nos aferramos a las personas y más sufrimos en nuestro interior.
_ Wow, para ser un niño tan pequeño, tienes una mente increíble. De verdad gracias, me alegra que estés aquí conmigo, y aunque me cueste, trataré de poner en práctica lo que me transmites. Y por cierto, lamento mucho por tus padres.
Él sonrió, y nos dimos un fraterno abrazo.
_¿Bajamos? _ me pregunta, yo afirmo positivamente con mi cabeza, para no decirle que no.
Cuando termimamos de bajar la escalera, vemos a Sara y Samuel, y ella dice:
_ ¿Puedo hablar contigo Matías?
_ Si_ contesto un poco cortante.
Samuel y Pedro se digieren hacia otra parte y quedamos ambos.
_ Te debo una disculpa, no era mi intención ofender a nadie_ comenta
_ Está bien, estás perdonada, solo te aconsejo que tengas cuidado con las palabras que salen de tu boca, porque a veces pueden doler más que tus rayos eléctricos.
_ Si lo sé, estuve reflexionando mucho y hablar con Samuel me sirvió, por eso te pido disculpas una vez más.
_  ¿Un abrazo hermana? _digo mientras sonrio.
_ Si, hermanito menor jaja_ y nos dimos un abrazo, un abrazo tan cálido que me encantó, quería que ese momento no acabe jamás. Mientras seguimos abrazados, escuchamos que 2 personas chocan sus manos. Vemos y eran Pedro y Samuel.
_ Ustedes también vengan_ dice Sara, y nos damos un abrazo grupal de hermanos riéndonos todos.
Y cuando nos separamos, viene Raúl y dice:
_ Ahora que ya no hay más problemas, necesito hablar con ustedes, de la razón porque están aquí.

Una familia peligrosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora