Capítulo 29

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Samuel

Cuando llego a la plaza, escucho que Ariadna estaba hablando por teléfono y alcancé escuchar:
_ Todavía no llega, paciencia, cuando venga, hablaremos unos instantes, luego nos dirigiremos para la casa de ellos, activaré mi ubicación, así cuando llegamos, proceden y los capturan a todos, bueno te cuelgo que seguramente no tarda en llegar.
Me acerco dónde está ella y le digo:
_ ¿Para eso te acercaste a mí? ¿Para usarme? Seguramente debes ser uno de los secuestradores.
Ella primero quedó sorprendida al verme, pero después confiesa:
_ Si, te usé, y lo volvería que hacer, y si no hubieses escuchado esa conversación ya tú y tu familia estarían todos encerrados_ comenta.
_ Eres de lo peor.
_ No me importa lo que pienses_
Y trata de congelarme mis pies para inmovilizarme, pero esquivo y no lo logra.
_ Hazme hielo si quieres, pero recuerda que podré descongelarme sin problemas, tengo habilidades de fuego y agua. Y si intentas hacerme daño, quizás otro será herido, y no creo que sea yo_ respondo.
_ Hoy me iré, pero tarde o temprano vos y tu familia caerán, te lo aseguro. Tienen los días contados. Disfruten su libertad mientras puedan_ concluye riéndose y se va del lugar.
Estaba muy mal, era el peor de los idiotas, había dado información nuestra, y si no fuera por la conversación que escuché, todos ya estaríamos secuestrados.
Todo el camino de regreso a casa no dejaba de pensar en lo mismo y aunque lo dudé mucho, debía decírselo a todos en la casa.
He llegado, desafortunadamente todos estaban durmiendo, por eso decidí esperar a que se levanten, para decirles la verdad, reaccionen como reaccionen.
Luego de 35 minutos, se escucha que Raúl, despierta a todos y baja.
_ Hola Samuel, ¿no descansaste?
Muy nervioso le respondo:
_ Raúl, necesito hablar con todos ustedes antes del entrenamiento, es muy importante, por favor.
_ Ok está bien, bajan y hablas.
Cuando todos lo hecen dice Raúl:
_ Antes de entrenar, Samuel quiere decirnos algo.
_ Familia, quiero decirles primero que nada perdón. Lo que hice estuvo mal, espero puedan perdonarme.
Todos me miraron muy confundidos y luego de segundos de silencio seguí hablando:
_ En la plaza el día de ayer conocí a Ariadna, una chica como nosotros, tiene poderes de hielo. Todo iba muy bien, hoy nos íbamos a volver a ver, para traerla a la casa, porque al enterarme de que tenía poderes, quería protegerla y que se uniera a nuestro equipo. Pero hoy me di cuenta que solo me utilizó, quería venir a esta casa, así los secuestradores nos seguían y nos encarcelaban a todos. Simplemente perdón.
_ ¿A caso estás loco Samuel? Por estas cosas no quería que salgan, estas personas ya conocen de nuestra existencia, y harán todo lo posible de diferentes maneras para encontrarnos. ¿A caso te das una idea del riesgo que pudimos correr? Estaría bueno que tomes conciencia de eso_ dice Raúl en un tono de voz muy fuerte.
_ Después dicen que los niños somos los tontos _ comenta Pedro con indiferencia.
_ Samuel, sorry pero eres un idiota, nos pones en riesgo a todos, si tanto te haces el sabio y el consejero, tú mismo deberías escucharte haber si mejoras con tus decisiones.
_ ¿Ella es Ariadna? Creí que tenías confianza conmigo para decirme que ella tenía poderes, quizás te ayudaba. A veces debes dejar de creer que puedes resolver todo tú solo. Nosotros también te podemos ayudar, aunque no parezca_ dice Sara enojada.
_ La verdad, estoy muy decepcionado de vos, Samuel_ concluye Raúl.
Al escuchar eso, me sentí tan mal, que subí a mi habitación, dejando que solo ellos vayan a entrenar.
Me dolieron tantas las palabras que me dijeron, quizás ustedes digan que no era para tanto, pero tal vez sufrir ya esos comentarios en el pasado con mi familia biológica me hizo más suceptible de lo normal. De ellos ya me había acostumbrado, pero jamás pensé que los Montoya me dirían todas esas cosas.
Sé que lo merezco, soy un tremendo idiota, puse en riesgo a toda mi familia, sé que cada palabra que dicen es cierto, y pensándolo bien, no me dolieron en sí las palabras, sino de quienes vinieron. Sentía que ese lazo familiar, de amistad, de hermanos que tenía con cada uno respectivamente, se había quebrado, o tal vez solo yo imaginé que esos lazos existían, cuando en realidad no era así. Pero de todas formas, a pesar de todo me encantó estar con ellos, porque pude sentir el verdadero amor familiar.

Una familia peligrosaTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang