Capítulo 27

25 4 8
                                    

Sara

Fue en ese momento que tenía que hablar con alguien, por eso me acerqué a la sala, ahí estaba Samuel leyendo, no quería interrumpirlo, pero necesitaba que me ayude con sus consejos.
_ Samuel, necesito hablar contigo ¿Puedes?
_ Si, Claro Sara.
_ Ven a mi habitación por favor.
Y ahí viene conmigo.
_ ¿Qué sucede?_ pregunta.
_ Matías me confesó que me quiere, que quiere estar conmigo a pesar de todo.
_ ¿Y eso no es bueno? _ comenta.
_ Mira, a mi también él me gusta, pero nuestra relación puede afectar nuestros planes de familia, de misión, además con mis poderes lo puedo dañar_ Respondo.
_ Mira Sara, si ustedes desean ser novios, es algo de ambos, no debe alterar las cosas de esta familia, solo deben separar su situación amorosa con la familiar. Pero deben tratar de que todos los vean como hermanos nada más. Pero su relación no es imposible por cuestiones de la misión, o de esta familia.
Y en cuanto a tus poderes, si él dice que quiere estar contigo a pesar de todas las situaciones problemáticas, es por algo. No te limites a ser feliz, como te dije antes, se puede ver que se quieren, y juntos pueden construir un amor, su amor. Ya deja de buscar excusas Sara, trata de vivir el ahora, el momento. No hace falta besarse, tocarse, o muchas cosas de contacto para ser novios, traten de compartir y de ser felices, y sí ustedes en verdad se quieren, su amor perdurará mucho tiempo.
Trata de hablar con él, el silencio no arreglará nada, traten de comunicarse, y si en verdad quieren estar juntos, lo harán, por más adversidades que se presenten en la vida.
_ De verdad, una vez más, gracias por tus consejos, tus palabras que me sirven muchísimo. No me gusta que seas menor que yo y me estás consolando a mi eh jaja_ digo en forma burlona.
Y en ese momento nos damos un abrazo.
Sabía que tenía que hablar con Mati, pero aún no, cuando estaba lista, debía hacerlo.

Luego de varios minutos dice Raúl que tiene una emergencia, que preparemos la cena entre todos.
Bajamos todos pero nadie sabía que cocinar.
_ ¿Milanesas con puré? _ Dice Pedro
_ No anda muy bien el horno, y fritas no son muy saludables_ digo yo.
Y ahí con una sonrisa dice Samuel:
_ El horno artificial quizás no ande, pero el natural si_ mientras saca de sus dedos llamas de fuego.
_ Perfecto_ dice Mati _ estando más relajado, es como si la tensión de hoy, por un momento había terminado. Pero de todas formas tenía que hablar con él, muy pronto.
Mati cortó las papas, Pedro las preparó con sus telekinesis, derramando la leche y el queso, yo decidí triturar las papas, mientras Samuel cocinaba las milanesas con su fuego.
_ Cuidado no te quemes_ dice Pedro
_ Ya aprendí la otra vez _ dice Samuel, mientras todos nos reímos.
De verdad era un momento que hace mucho no vivíamos, una vez más sentimos la unión de hermanos. Esa conexión que quizás no era de sangre, sino de amor.
Terminamos de cocinar y quedó aparentemente todo muy rico.
Llegó Raúl, y juntos empezamos a cenar, pero esta vez charlamos mucho en la mesa como una verdadera familia.
Por un momento bastante largo, es como si Mati y yo nos olvidamos de lo que vivimos, porque actuamos tan natural, como verdaderos familiares, y no solo nosotros dos, sino los cinco, sentíamos esa conexión de verdadero amor entre seres queridos.
Cuando terminamos de cenar dijo Raúl:
_ Como ustedes cocinaron, yo lavaré los servicios de la cena hoy, vayan a descansar que mañana hay un increíble entrenamiento. Buenas noches.
Y despidiéndonos en forma de risa porque Raúl lavará, fuimos a dormir.

Una familia peligrosaWhere stories live. Discover now