JiCheol ♡ Pink boy.

29

El día lunes al término de clases SeungCheol fue el primero en salir del instituto mientras que JiHoon guardaba los libros en su casillero, cuando el menor salió bajó brincando con alegría los escalones y corrió hacia SeungCheol quien lo estaba esperando en la bicicleta, se sentó en la parte de atrás llamando la atención de los otros estudiantes, rodeó su cintura con los brazos y el mayor comenzó a pedalear.

—Debe ser una jodida broma —Murmuró SeYong al verlos.

SeungCheol y SeYong se conocían desde los quince años, nunca se agradaron y para nadie era un secreto, en algún momento fueron compañeros de salón pero las constantes peleas llevaron a la rectoría a separarlos.

Desafortunadamente la provocación seguía presente.

—¿Si sabes que la fruta podrida no tiene arreglo, verdad? —Molestó SeYong viendo a SeungCheol guardando el informe que había hecho en la clase práctica de química junto a JiHoon. Entró al salón de clases con su grupo de amigos aprovechando que estaban en hora de almuerzo y que nadie llegaría a interrumpirlos —Como tú por ejemplo, no tienes arreglo, no cambiarás la opinión que la gente tiene de ti por ser el nuevo amiguito del niño bonito.

—Los rumores dicen que ya son novios —Comentó uno de los chicos que lo acompañaba. Se sentaron en el escritorio del profesor y lo miraron desde allí.

—¿Acaso un bicho raro como tú puede tener novio? —Alzó la voz para que SeungCheol dejase de ignorarlo —¿Ya lo besaste o te escondes bajo la mesa en las citas?

—Vete a la mierda —Dijo SeungCheol controlando su impulso de querer romperle la cara, no podía hacerlo o terminaría siendo expulsado.

Y no le importaba.

No le hubiese importado hace unos meses atrás.

Pero dejaría de ver a JiHoon si aquello ocurría.

—¿Estás enojado? —Preguntó entre risas con sus amigos —¿Quieres llorar? —Continuó molestando con una burlesca y enorme sonrisa en el rostro —Llama a tu papi para que venga al rescate de su problemático y extraño hijo, así también nos deleitamos con tu madrastra.

—Me pregunto si su papá logra satisfacerla en la cama.

—¿Ya la oíste gemir, SeungCheol? —Preguntó y el pelinegro tensó la mandíbula a la vez que apretó sus puños después dejar la mochila en el suelo —¿Qué se siente que tu papá se coja a su nueva novia en la cama donde dormía tu mamá?

Él sabía que no era cierto lo que decían, lo sabía pero sus emociones estaban tan enredadas que era fácil hacerlo perder la paciencia cada vez que atacaban su punto débil.

Su mamá lo era.

Su familia.

Y ahora también lo era JiHoon.

Caminó decidido hacia SeYong y éste se bajó del escritorio al ver la mirada furiosa del mayor pero sonrió, no dejó de reírse en ningún momento hasta que recibió un golpe que lo hizo retroceder y desordenar los libros de la estantería que tenía detrás. Su respiración se agitó y empujó a SeungCheol hacia el pasillo devolviéndole el golpe, comenzando el caos.

SeungCheol se escapó del agarre de los desconocidos a su alrededor, avanzó unos pasos pero suave y delicada junto a una dulce voz lo detuvieron.

—SeungCheol —JiHoon estaba asustado, su mirada lo transmitía, tenía la respiración agitada porque seguramente le habían avisado que SeungCheol estaba peleando y había corrido hasta allí. Negó con la cabeza, afirmando la mano de SeungCheol con sus dos manos —Te expulsarán.

—Pero... —Habían hablado de sus papás, de Ailee, de él, no lo podía permitir.

—Por favor.

—Hazle caso a tu novio y vete a llorar con él —Habló SeYong —En un rincón, donde perteneces, rata.

—¿Rata? —JiHoon no lo podía creer. Sin soltar la mano de SeungCheol se colocó delante de él enfrentando a SeYong —¿Por qué no cierras la boca?

—No, no, no —SeungCheol afirmó el agarre de su mano e intentó llevárselo —Vámonos de aquí.

—¡Tú saliste de una ratonera! —Exclamó JiHoon enojado y SeungCheol no tuvo otra alternativa que tomarlo en brazos y cargarlo en su hombro pero aquello no detuvo al enfurecido pequeño —¡Y te pondré quesito en el suelo para que vuelvas a ella!