JiCheol ♡ Pink boy.

16

Realmente no sabía qué hacía en la biblioteca o por qué deseaba que al subir al segundo piso JiHoon estuviese en el lugar donde solían estudiar.

Pero tenía una manzana en las manos que no le pertenecía.

Ignorando completamente los rápidos latidos de su corazón al ver a JiHoon caminó hacia la mesa, dejó la mochila en el suelo y se sentó frente a él, con la fruta en la mano se apoyó en la madera escondiendo el rostro entre sus brazos. Agradeció que no le preguntara qué hacía allí porque no hubiese sabido qué responder, JiHoon sólo continuó leyendo.

De pronto SeungCheol movió sus dedos soltando la manzana e impulsándola a rodar por la mesa en dirección a JiHoon.

—Tu manzana —Dijo el pequeño, tomándola y ofreciéndola de vuelta.

—Oh, sí —SeungCheol se enderezó, miró la fruta y la recibió.

Pasaron eternos minutos donde SeungCheol apoyó el mentón en sus manos mirando al pequeño, o más bien, la portada del libro que sostenía.

—Iré a buscar un diccionario —Habló JiHoon en voz baja, levantándose y perdiéndose entre las estanterías.

Al llegar ya no estaba SeungCheol.

Y sus ojos inmediatamente se posaron en la manzana que estaba encima de su cuaderno.

Pero lo que no esperaba SeungCheol era que al salir del instituto JiHoon lo siguiera y le entregara la fruta, frustrado por la ridícula situación tensó la mandíbula, la tomó y le dio un mordisco antes de comenzar a pedalear.

Al llegar a casa se dio cuenta que estaba solo, su padre llegaba en la noche, aproximadamente a las diez y Ailee trabajaba con turnos en el hospital, a veces llegaba temprano en la mañana y otras en la noche, había colocado su calendario en la cocina como una manera de comunicarse con él. Al abrir la puerta de la nevera tomó un cartón de leche pero al cerrarla se percató que había un recipiente con una nota pegada que tenía su nombre y un "no olvides calentar la comida en el microondas".

No quería tomar el recipiente pero la curiosidad ganó.

Se sentó en el taburete frente a la isla de la cocina y lo abrió.

No era la primera vez que Ailee le dejaba preparada su comida favorita pero era la primera vez que él decidía sentarse a comerla.

Sin calentar.

A las nueve de la noche un vehículo aparcó afuera de la casa, Ailee encendió las luces de la sala y fue hasta la cocina donde se pudo dar cuenta que alguien ya había cenado.

Y al parecer lo había disfrutado ya que no había dejado nada, SeungCheol había lavado y secado el recipiente y los cubiertos.

La mujer dio dos suaves golpes en la puerta de la habitación de SeungCheol y el pelinegro estuvo a punto de sufrir un infarto en la silla de escritorio, rápidamente reaccionó escondiendo las tarjetas con osos panda y las hojas colores pasteles que JiHoon le había entregado para estudiar, algunos bolígrafos y libros se cayeron al suelo provocando que el desastre empeorara.

—SeungCheollie —La voz de Ailee se escuchó del otro lado de la puerta y el pelinegro no tuvo otra alternativa que recostarse encima de los cuadernos y papeles para ocultarlos.

Ailee abrió la puerta asomándose por ella y sonrió divertida al verlo en tan incómoda posición.

SeungCheol la miró por encima de su hombro.

—¿Estabas estudiando? —Preguntó curiosa y SeungCheol asintió con la cabeza —Bien, entonces no te molestaré —Al dar un paso hacia atrás vio un adorable bolígrafo con estrellas en la alfombra pero no mencionó nada al respecto, solo cerró la puerta.