15. Serie

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Aún iba algo mareado, no lo suficiente como para no poder caminar por su cuenta, pero sí como para que le prohibieran conducir. Wonsik suspiró frustrado al sentirse inútil, teniendo que esperar fuera del hospital a que lo vinieran a recoger. No pasó mucho hasta que distinguió el coche de su amigo, y levantó la mano para ser percibido.

- Gracias por venir, Hongbin. – Habló en cuanto se colocó el cinturón. – No sabía a quien llamar, y ni siquiera sé que autobús coger para volver a casa. Soy un desastre. – Cerro los ojos apoyando la cabeza en el asiento.

Su amigo lo miró serio.

- Me tienes muy preocupado. – Susurró. – Es la tercera vez que te pasa este mes ya...

Wonsik no le respondió, ya habían hablado de ello antes, y no quería volver a discutir con él del mismo tema. Sabía que le iba a recriminar que no se tomara la medicación que le recetaron en su momento, y le diría de nuevo, que tendría que cuidar más de su salud. Desde que le dio el primer ataque, Hongbin se había convertido en la madre preocupada que nunca tuvo.

- Sé que prefieres vivir en esos sueños tuyos que tienes... pero si algún día quieres que se hagan realidad deberías cuidarte.

- Pero eso es imposible. – Wonsik miró por la ventana, parecía que los edificios caminaran a toda velocidad.

Y por eso mismo ni a él mismo le importaba lo más mínimo lo que le ocurría a su cuerpo, porque en cada ocasión vivía una nueva situación perfecta, creada por su mente con tanta claridad que parecía real. Su momento de paz volvía, ocultando su vida actual, únicamente salvada por su pequeño.

- ¿Sabes? El otro día vi una serie. – Escuchó decir a Hongbin sacándolo de su ensoñación.

- ¡Oh, vaya novedad! – Exclamó con sarcasmo, pues sabía que su amigo era adicto a la famosa apliación, y podía pasarse horas delante de la televisión.

- Muy gracioso... - Wonsik lo miró e hizo que se cerraba la boca con una cremallera. – Pues cómo te decía, en uno de los capítulos, una mujer les pagaba a los médicos para que modificaran los documentos, y que su marido se pensara que él era el padre de su hijo.

- Qué interesante... - En realidad le sabía mal que no le importara en absoluto la trama de la serie, aunque luego la analizó. – Espera... ¿Crees que Sungkyung podría...haber hecho... algo así?

- Bueno, no hay porqué descartarlo...

Por un instante se le pasó la idea por la cabeza, pero la eliminó al momento, por mucho que algo de esperanza hubiera aparecido de repente. En realidad, una situación como aquella cambiaría muchas cosas, tanto, como para que todo diera un giro de noventa grados.

El resto del camino hasta su casa fue en absoluto silencio, no hablaron del tema porque ninguno de los dos se encontraba dentro de ninguna serie o libro de ficción. No tenían porqué investigar nada, además las fechas para todo lo ocurrido cuadraban a la perfección, su hijo había nacido dentro de lo indicado, aunque por causas que no quería ni recordar.

Volvió el agradecerle a Hongbin por el trayecto, y se fue directo al cuarto de su pequeño en cuanto entró, fuera de sus sueños, él era su otro momento de paz preferido. Le gustó encontrarlo despierto y animado junto a la niñera, la cual movía de un lado al otro un diminuto osito de peluche que él mismo le había comprado.

- Señor Kim. – Habló la muchacha en cuanto lo vio entrar por la puerta. Wonsik le sonrió. – Ha regresado pronto.

- No me encuentro demasiado bien.

- ¿Quiere que llame a alguien? – La chica se levantó.

- No te preocupes.

Se acercó a ella con la intención de tener entre loa brazos a su hijo, y ésta no tardo en entregárselo. Wonsik lo acunó con cariño, sonriéndole, notando como su corazón latía con fuerza, tal vez no del mismo modo que cuando miraba a Hakyeon, pero sí con otro tipo de amor igual de grande.

Se sentó en la butaca con cuidado, y se derritió cuando el pequeño lo agarró del dedo con fuerza, trazando una pequeña sonrisa en sus labios. Lo miró fijamente, supuso que a primera vista todos los bebés eran iguales y que hasta que no pasaban unos meses más no terminaban de parecerse a sus padres. Volvió a recordar la loca idea de la serie, imaginándose que podría llegar a pasar con el niño en el caso de que, por casualidad, su mujer hubiera hecho tal acto impensable.

- La verdad, creo que te llevaría conmigo. – El bebé lo observaba como si entendiera lo que decía, emitiendo adorables soniditos. – Hakyeon te comería a besos.

De repente escuchó la voz de su mujer, seguramente hablando por teléfono con alguna de sus amigas. La vio caminar por el pasillo, iba muy arreglada, lista para salir a saber dónde. Muy diferente a él, Sungkyung no se despedía de su hijo cada vez que se marchaba, y ni siquiera se percató de que Wonsik estaba en casa. A los pocos minutos oyó como la puerta de la entrada se cerraba. Rodó los ojos.

- Él sería mucho mejor madre que ella. – Suspiró como cada vez que pensaba en él.

Definitivamente soñar era gratis, aunque también algo que nadie podía arrebatarle.

🌟🌟🌟


¡Primera actualización del año y con ella os deseo toda la felicidad del mundo en este 2020!🙏💕
Yo espero ponerme las pilas en cuanto a plasmar todas las ideas que tengo por aquí, así que esperad por ellas aunque tarden lo suyo😅
Mil gracias a los que seguís mis locuras un año más❤ Os quiero!!

Besitoss😘😘😘

My peace moment (Navi)Where stories live. Discover now