1. Incorrecto

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La vida de Wonsik que solo consistía en ir al trabajo, volver a casa y muy de vez en cuando, salir a cenar con gente de su entorno, o su familia, había cambiado, añadiendo dos lugares más. Uno de ellos, era aquel donde acababa de aparcar, se encontraba delante de la puerta y no salió del coche por precaución. Se colocó las gafas de sol, aunque estuviera ya anocheciendo, miró el reloj sonriendo porque solo quedaban diez minutos, que seguro se le harían eternos esperándolo.

Del pequeño estudio de baile, comenzaron a salir varias niñas, algunas aún con el tutú rosa bajo la chaqueta. También había varios adolescentes vestidos con ropa de deporte charlando y riendo entre ellos, y Wonsik imaginó como hubiera sido haber hecho alguna actividad extraescolar como ellos al salir de la escuela, y no tener que ir a hacer clases particulares de ruso, un idioma que nunca había utilizado, pero que sus padres decían que era importante.

Aún quedaban un par de niñas en la entrada esperando a que sus madres terminaran de hablar para marcharse, cuando al fin salió el claro motivo de su sonrisa. A Wonsik no le hizo mucha gracia que su chico de piel morena apareciera con el pelo mojado, pues hacía algo de frío, y lo que menos quería era que Hakyeon se enfermara. Tampoco le pareció bien que se entretuviera tanto hablando con sus pequeñas alumnas, pero verlo sonriente mientras se agachaba para estar a su altura, siendo más tierno de lo que ya era, hizo que se le esfumara el enfado.

Después de varios minutos más, al fin lo vio acercarse a la puerta del copiloto, con la mochila colgada del hombro, y una clara felicidad en la cara. El corazón de Wonsik iba a mil por hora, igual que la primera vez que se dio cuenta que estaba enamorado de él, en todos sus encuentros pasaba lo mismo, y la sensación le encantaba demasiado. Hakyeon se sentó a su lado, y sin ni siquiera un saludo, se lanzó a sus labios, enredando los brazos en su cuello para profundizar el beso. A pesar de la incómoda posición, Wonsik le correspondió, aferrando las manos en su cintura, disfrutando de él después de cinco eternos días.

Con gusto lo hubiera arrastrado hasta la parte trasera del coche y saciar su sed de él en ese instante, pero sabía que no era el momento, ni el lugar adecuado, así que solo se le ocurrió apreciar su rostro cuando el beso terminó, pues por desgracia para ambos, debían respirar.

- Odio echarte de menos. – Le dijo mientras le acariciaba el pelo húmedo, luego le dio otro beso rápido.

- Odio que tengas que hacerlo. – Y Hakyeon le devolvió el gesto. – Con gusto te secuestraría.

- Si lo haces, prometo no intentar escaparme.

- Entonces conduzco yo. – Acató guiñándole un ojo, haciendo que las famosas mariposas del estómago revolotearan con fuerza.

Suspiró conteniéndose de no comérselo allí mismo, y después de complicase ambos la vida, en vez de salir del coche y volver a entrar, lo dejó sentarse delante del volante. El moreno lo celebró dando palmadas y sonriendo, disfrutando de la experiencia de estar en tal nave espacial.

- A veces pienso que lo prefieres a él antes que a mí. – Habló Wonsik cruzándose de brazos, haciéndose el enfadado, pero sin éxito al reírse.

- Debo confesarte que mis mayores fantasías son con esta preciosidad. – Su sonrisa desapareció de repente, y la del contrario aumentó. – Aunque tampoco es mala idea juntaros a ambos.

Wonsik cogió mucho aire, controlando su imaginación, aunque encantado de que los dos hayan tenido la misma idea, y extrañado de que no se les haya ocurrido antes.

- Arranca si no quieres que sea aquí y ahora.

Y con el sonido de su carcajada junto al del motor, atravesaron las calles de Seúl a toda velocidad, pero sin pasarse, por mucho que a Hakyeon le hubiera gustado.

La prisa que tenían de tenerse el uno al otro, se demostró en el momento en el que el ascensor, que conducía a la casa del mayor de los dos, cerró sus puertas tras ellos. Esta vez fue Wonsik quien robó los labios contrarios primeros, pegándolo al espejo que reflejaba ese amor que se tenían, uno que se plantó seguramente el día que se conocieron, y que fue floreciendo con rapidez a medida que pasaban los días.

Agradeció a la vida por regalarle a aquel muchacho de ojos marrones, en mitad de lo que pensaba que iba a ser su vida, hasta el final de los días. Lo enamoró cada gesto, palabra y mirada, lo enganchó cada roce, beso y caricia, Hakyeon era para él cada momento preciado de su existencia.

De un solo impulso Wonsik lo levantó, haciendo que el contrario rodeara su cadera con las piernas, caminando ambos hasta la puerta de la entrada. Introdujo el código a la primera, y un leve pitido, que ninguno de los dos escuchó, los hizo entrar sin ni si quiera separar sus bocas. Se miraron y se sonrieron con el cariño que se tenían, olvidándose por completo de su día a día, y de que, en realidad, aquello que estaban haciendo no era correcto.

🌟🌟🌟

Y aquí el primer capi😊 Ya me vais diciendo! Os quiero!❤

Besitos!😘

My peace moment (Navi)Where stories live. Discover now