11. Seis meses atrás (Parte 3)

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Hakyeon cambió canales en la televisión, realmente aburrido, unas enfermeras le acababan de traer la comida en una bandeja, y había decidido mirar algo de mientras, pero no encontraba nada de interés. Terminó por dejar un programa donde entrevistaban a un grupo de música, y los hacían bailar su propia canción con el doble de velocidad. Aquello hizo que su mañana, y parte del mediodía, fuera algo más entretenida, pero aún así, nada lo hacía olvidar lo que se estaba perdiendo.

Llevaba ocho días en el hospital, y si no fuera por el accidente, ahora mismo estaría en el teatro, intentando calmar los nervios de sus niños por su primera presentación de baile ante sus familiares. Aunque su suplente había tenido el detalle de enviarle fotos y videos de las clases, con algún que otro mensaje adorable de ellos, Hakyeon los echaba demasiado de menos. Quiso llamar para saber como iban las cosas, pero seguro irían demasiado liados, así que desistió la idea.

Miró a su lado, sobre la mesilla había varios libros prestados del mismo hospital, un dibujo de sus sobrinos del día en el que su hermana lo visitó, y una cajita de gominolas que Wonsik le había traído el día anterior. No supo en que momento de sus conversaciones, éste había captado cuales eran sus favoritas, como para que se las regalara envueltas en papel de regalo, pero el detalle le encantó.

Tanto como le encantaba Wonsik.

No, en ocho días no se había enamorado de él, pero era imposible no admitir que le gustaba demasiado. Hakyeon no sabía que tenía su sonrisa, como para que hormigueara algo dentro de él cada vez que la esbozaba; tampoco conocía el rápido palpitar de su corazón cuando Wonsik intentaba nuevamente disculparse con algún gesto tierno, fuera de haberle pagado la fisioterapia, como por ejemplo el detalle de las gominolas o el hecho de haber ido a visitarle todos los días.

Wonsik salía de su trabajo y directamente iba para el hospital, preocupado por su bienestar. Tantas eran las horas que pasaban hablando, que Hakyeon descubría cada día un poco más de aquel chico, como qué presidia una gran empresa a pesar de ser tres años menor que él, o que vivía en una casa con piscina. Pero dentro de lo material, también conoció su preciosa actitud, pues Wonsik no era el típico niño rico arrogante, si no una persona maravillosa con un gran corazón.

Hakyeon miró la hora, y sonrió al darse cuenta que en poco tiempo aparecería por la puerta, con su elegante traje de trabajo. Pero por desgracia, los minutos pasaban, y la única que entró fue la enfermera para darle sus medicamentos y retirarle la bandeja de comida. Admitió que se sintió triste, pero también sabía que no todos los días lo vería, dentro de todo, Wonsik tenía su propia vida, y por muy bien que se hubieran llevado desde el primer día, prácticamente aún eran desconocidos.

Suspiró algo decepcionado, así que decidió coger uno de los libros para distraerse, pero no le dio tiempo al escuchar su teléfono sonar. El rostro se le iluminó al leer su nombre en la pantalla, y aunque le extrañó que fuera una videollamada, la aceptó.

- ¡Hola Wonsik! – Gritó, tal vez demasiado emocionado. Esperó que la mala calidad de la imagen hiciera que no se le notara el rubor en sus mejillas.

- Hakyeon, ¿Cómo estás? – Frunció el ceño al intentar averiguar donde se encontraba, pues el lugar era algo oscuro.

- Estoy bastante mejor, el doctor ha dicho que en un par de días podré volver a casa. Aunque tengo que seguir en reposo.

- ¡Eso es genial! Al menos la primera parte. – Le gustó mucho escuchar su risa.

- ¿Dónde estás? No te distingo casi...

- Oh, claro. Espera.

Hakyeon miró fijamente, intentando descifrar lo que estaba ocurriendo en su pantalla. Vio como caminaba por un pasillo y luego abrió una puerta. Todo se volvió negro de repente, aunque rápidamente se volvió a iluminar, pero lo que captaron sus ojos no fue la cara de Wonsik sino un lugar que conocía muy bien.

- Están a punto de comenzar.

- Wonsik...

Y no dijo nada más porque estuvo a punto de llorar al ver a sus niños aparecer con sus trajecitos a juego sobre el escenario.

- Siento que la calidad de la imagen no sea la mejor. – Lo escuchó decir, aunque no se estaba enfocando. – Pero al menos los verás.

Hakyeon estaba realmente sin palabras, tanto, que no dijo nada durante la presentación. Sus pequeños bailaron la coreografía a la perfección, incluso la reciente Haena hizo sus pasos sin caerse. A pesar del dolor en su brazo, aplaudió en cuanto finalizó, como si realmente se encontrara allí, aunque casi tirara el teléfono de la emoción.

- ¡Son realmente geniales! – Oyó decir.

- Tu sí eres genial... - Se le escapó sin dejar de observar la pantalla, aún con sus niños saludando desde el escenario.

- ¿Has dicho algo? -Preguntó al enfocarse de nuevo. Hakyeon se sonrojó aún más.

- Eh... No, digo. – Carraspeó. – Que lo han hecho muy bien.

- Eso es que han tenido un gran profesor. Enhorabuena.

Se dedicaron una sonrisa mientras se miraban a través del teléfono.

- ¿Vas a venir hoy? – Dijo sin pensar, arrepintiéndose al momento por parecer tan ansioso, pero le gustó recibir a cambio una carcajada suya.

- ¿Quieres que vaya? – Se atrevió a preguntar.

- Bueno, hoy dan una película en la televisión... Y podemos comernos las gominolas...

- No tardo nada, espérame.

Y antes de colgar, vio como le guiñaba un ojo. Hakyeon notó como le faltaba el aire, se abanicó con una de sus manos como si hiciera calor. Definitivamente... Wonsik le gustaba demasiado.

🌟🌟🌟

En serio, los Wonsiks que creo en todos mis fanfics, me enamoran💕

Veremos como avanza esto...

Besitos😘😘

My peace moment (Navi)Where stories live. Discover now