You Should Be Here [Minsung]

15

Jisung acorrala a Jeongin contra su taquilla y el pequeño abre mucho los ojos.

—¿Qué... qué pasa?

—Estás haciéndole daño a Seungmin. No entiende nada.

Jeongin baja la cabeza con tristeza. Jisung espera unos segundos, hasta que se da cuenta de lo que acaba de decir. Coloca una mano en su barbilla y le levanta el rostro.

—Sé que a ti te duele más, Innie. Sé que no estás bien, y te prometo que yo te cuidaré, pero no puedes simplemente alejarte de nosostros.

—¿Se lo has contado? —pregunta en voz baja.

—Claro que no, tonto. Ya lo harás tú algún día, si es lo que quieres.

—¿Entonces no lo sabe?

Jisung niega con la cabeza.

—¿Nos evitabas porque pensabas que se lo había contado? —Jeongin asiente y Jisung da un paso atrás para dejarle más libertad—. Me conoces, Innie. Yo no te haría eso.

—Ya lo sé, pero me daba miedo...

—Aunque Seungmin lo supiera, no tendrías por qué tener miedo. Es Seungmin, tío, es tu amigo. Ya sabes el código tan estricto que tiene para sus amistades.

—Nunca hay que herir a un amigo...

Jisung asiente.

—Pase lo que pase, estamos contigo. No nos alejes, ¿vale?

—Vale... ¿Eso quiere decir que puedo ir con vosotros?

—¿Alguna vez te hemos dicho que no puedas? Vamos, enano.

Le pasa el brazo por los hombros y guía al pequeño hacia clase, donde Seungmin está recostado en la mesa con los ojos cerrados.

—Minnie, mira.

Seungmin los abre con pesadez y se toma su tiempo para desperezarse. Jeongin no puede evitar sonreír tímidamente al verle.

—¿Innie?

—Hola... —dice, poniéndose serio de golpe—. Lo siento.

Seungmin se pone en pie y se acerca a él. Le pone las manos en las mejillas, se las aprieta un poco y espera a que el menor vuelva a sonreír.

—¿Por qué? No te disculpes. Solo... Estaba tan preocupado por si te había hecho algo. Por favor, dime que estás bien.

—Estoy bien —dice mirándole fijamente. Quizá no es del todo cierto, pero poco a poco sabe que se va a sentir mejor. ¿Por qué tiene que preocuparse tanto de si dos personas saben su mayor secreto?—. Perdóname por haberte preocupado, no era mi intención.

—Está bien, no pasa nada. —Le da un abrazo y Jisung ve cómo ambos cierran los ojos a la vez. Cada uno por razones distintas, pero tanto uno como el otro necesitaba ese contacto. Seungmin le susurra algo cuando Jeongin esconde la cabeza en su cuello—. No te vuelvas a ir, ¿vale?

Jisung suspira y se sienta dejando un hueco en el medio para el pequeño. No sabe cómo sentirse. Jeongin explotará algún día, y es muy posible que los dos salgan mal parados. Pero ¿qué podría hacer él?

Saca los materiales de clase y deja de prestar atención al mundo que le rodea.

Solo puede desear con todas sus fuerzas que los sentimientos de Jeongin hacia su hermano desaparezcan, pero él sabe mejor que nadie que ese tipo de situaciones nunca se dan si quieres a alguien de verdad.

Cuando acaban las clases, Seungmin se queda unos minutos más preguntándole unas dudas al profesor de matemáticas, y mientras tanto, Jeongin y Jisung van a la cafetería. Jeongin ha decidido quedarse a comer para poder ponerse al día y pasar un rato más con ellos.