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Cuando llegan al auditorio al día siguiente, Minho ya está sentado en su asiento, mirándose las manos cruzadas sobre las piernas. Jeongin y Jisung se quedan mirándolo sin saber muy bien qué hacer.

—Últimamente siempre está así de serio —dice el menor, poniendo una cara triste al ver a su hermano así—. Ya nunca quiere ver vídeos conmigo porque dice que tiene otras cosas que hacer.

—Tendrá que estudiar, al parecer la universidad les está empezando a resultar más difícil.

Jeongin niega con la cabeza.

—No creo que tenga nada que ver con la universidad. Ayer le pregunté si quería ver unos vídeos que habían salido nuevos y me dijo lo de siempre, que estaba ocupado. Luego entré para preguntarle si quería cenar y estaba tirado en la cama con las luces apagadas. Supongo que estaba durmiendo, pero cuando bajó a cenar seguía serio.

Jisung se sienta unas filas más para atrás y Jeongin ocupa el asiento de al lado y al poco rato empieza a hablar de otros temas, quizá para dejar de pensar que Seungmin se ha ido a buscar a Hyunjin. Sin embargo, Jisung es incapaz de prestarle atención, así que cuando llega Felix y se une a la conversación, decide hacer la pregunta que lleva un buen rato planteándose.

—¿Debería ir a hablar con él?

—¿Con Minho hyung? —pregunta Felix.

Jisung sigue fijándose en cada movimiento que hace, que son más bien pocos. Mira de vez en cuando hacia el asiento vacío que tiene a la izquierda, el que solía ocupar Jisung, y después vuelve a mirarse las manos.

—Sí —responde—. Creo que está pensando en lo que le dirá luego a Minmi, y tal vez pueda hacer que cambie de idea y no deje la academia.

Jeongin entreabre los labios por la sorpresa.

—¿Que va a hacer qué?

—Ayer hablamos por teléfono y me lo dijo.

—No puedes dejar que lo haga, él es feliz aquí —dice el pequeño cogiéndole del brazo.

—Voy a intentarlo, ¿vale?

Jisung camina hacia Minho, que solo levanta la cabeza cuando se da cuenta de que se ha sentado en la butaca de al lado.

—Hannie —dice en un susurro.

—No lo hagas, por favor.

—¿Te refieres a que no me vaya? —Jisung asiente—. Creo que es lo que necesito.

Jisung mueve los pies con nerviosismo y se queda unos segundos pensando en qué decir a continuación.

—No te has puesto la camiseta que te regalé...

Minho le mira de reojo y Jisung levanta la cabeza al instante, frunce el ceño y se sube un poco la sudadera. Al principio, el mayor se asusta al verlo levantarse la ropa, pero entonces ve la camiseta marrón. No llega a ver a la ardilla porque se recoloca la ropa antes de que se vea, pero el corazón de Minho empieza a latir más deprisa, al igual que el de Jisung, que está ligeramente sonrojado.

—No querías que nadie supiera que me habías hecho un regalo y hace un poco de frío... así que nadie la ha visto aún. Me gusta así.

Minho sonríe, le da unas palmaditas en la pierna y luego deja la mano apoyada.

—No te vayas, hyung.

—Hannie, sabes que esto está resultando raro para los dos. Es lo mejor.

—¿No quieres besarme? Quiero decir... ¿Es por eso? ¿Es por el papel que tenemos? Porque eso no debería hacer que quieras dejarlo todo. Hay soluciones más sencillas. Tú mismo me lo has dicho muchas veces.

—No me importa besarte. No es por eso.

Minho aprieta su muslo con delicadeza y le dedica una pequeña sonrisa.

—¿Entonces? Quiero que estés aquí, conmigo, este es tu lugar —le dice y abulta el labio inferior inconscientemente—. Yo puedo ayudarte con la universidad si lo necesitas.

Minho se ríe.

—Pero si aún estás en el instituto.

—Pero estudio, hyung. Puedo hacerlo si así te quedas.

El menor está demasiado nervioso al tener la mano de Minho sobre su pierna, y no puede dejar de decir estupideces.

—Me quedo con una condición.

—Dime.

—Dentro de poco tendré exámenes y tendré que estar encerrado todo el día sin verte... ¿vendrás a hacerme compañía? No tienes que estudiar conmigo, solo quedarte cerca.

Jisung asiente y Minho aparta la mano.

—Trato hecho entonces.


Changbin y yo estamos fuera. ¿Vais a tardar?

—No, hyung —responde Jisung.

¿Qué va a hacer Felix esta noche? —pregunta Chan.

—Me ha dicho que estaría en casa, ¿por qué?

Jisung se cuelga la mochila al hombro bajo la atenta mirada de Jeongin.

Dile si le apetece venirse. Seungmin no viene con nosotros, así que hay hueco en el coche.

Jisung cuelga la llamada de golpe, deja caer la mochila y se gira hacia Jeongin.

—Mis hermanos están fuera, ve saliendo.

Y luego se marcha corriendo.

Jeongin recoge la mochila de Jisung del suelo sin comprender qué ha sucedido, y está a punto de salir de la academia e ir con Chan y con Changbin cuando se topa con Hyunjin.

Camina con unos papeles en la mano hacia una bolsa que hay en una butaca. Mientras observa cómo los guarda, Jeongin suspira y se acerca con timidez.

—Hyung —le llama en voz baja, pero Hyunjin es capaz de escucharle.

—¡Oh, Jeongin! ¿Todo bien?

—Eh... sí —miente—. Hoy tienes una cita con Minnie, ¿verdad?

—Sí. Estoy esperando a que termine de hablar con Sun-Hee para poder marcharnos. ¿Por qué lo preguntas? ¿Ocurre algo?

—No, no... es que él me ha dicho que vais a tomar helado... —Hyunjin asiente—, y quería asegurarme de que vas a llevarlo a ver la lluvia de estrellas. A él le encanta.

—¿Tú crees? Pensaba se conformaría con verla desde la heladería, pero si tú me lo dices tendré que pensar en algo mejor. Innie, eres un angelito —dice Hyunjin con una gran sonrisa que hace que sus ojos se cierren.

Jeongin entiende por qué a Seungmin le gusta tanto. Es simpático, atento, y es precioso.

—¡Innie! —exclama Seungmin con felicidad, acercándose hasta donde charlan los dos chicos—. Hola, pequeño.

El menor se limita a sonreírle.

—Yo me iba ya, que están tus hermanos esperándonos. Que lo paséis bien —comenta intentando ocultar toda la tristeza que siente.

Con un poco de suerte, los chicos podrán entretenerle para que no se pase la noche pensando. Pero cómo no hacerlo si las estrellas le recuerdan a él, cómo no hacerlo en una noche en la que van a caer miles de ellas.

You Should Be Here [Minsung]On viuen les histories. Descobreix ara