Capítulo 22: Casa

2K 195 269
                                    

Mis mejillas se ruborizaron, por lo que acababa de hacer

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Mis mejillas se ruborizaron, por lo que acababa de hacer. Pero Kihyun siguió como sin nada.

—¿Tuviste frío? —preguntó, acomodándose de nuevo en la silla.

Miré hacía la manta que aún cubrían parte de mis piernas, disimulando mi vergüenza. La habitación tenía calefacción así que en realidad no hacía frío dentro de ella. Pero más que mantenerme cálida, la manta me había ayudado a sentirme protegida durante la noche.

Negué con la cabeza.

—No —contesté—. Gracias por enviar las mantas.

Kihyun parpadeó, sorprendido.

—¿Quien te lo dijo? Fue la enfermera Myungdae, ¿cierto? —farfulló, revolviéndose el cabello, inquieto—. Ah... les pedí que no mencionaran nada. Dime que no te dijo nada extraño, por favor.

Se llevó una mano hasta su oreja, que se había tornado un poco roja. Aquello me llevó a creer que a él también le hizo comentarios parecidos a los que me dijo a mí.

Negué de nuevo, porque no quería incomodarlo.

Él suspiró, pareciendo aliviado. Bajó la mirada hasta nuestras manos, que seguían unidas. El interior de la mía tenía pequeñas raspaduras, al igual que otras partes de mi cuerpo, como mis rodillas y brazos.

Guié mis ojos hacía su otra mano, que descansaba sobre su muslo; había una venda que cubría las heridas que le había visto la noche anterior.

Vacilé durante un momento, antes de que me decidiera por hacerle una pregunta.

—Sunbae.

Él levantó su vista hacía mí, prestando atención.

—¿Por qué... —titubeé—. ¿Por qué no te fuiste a casa?

Kihyun me miró detenidamente, con expresión confundida.

—Nabi, te dije que no te dejaría sola —respondió, como si fuera obvio—. La última cosa en la que pensaría sería en irme a casa.

Su pulgar acarició suavemente el dorso de mi mano, entrecortando mi aliento.

—Sabes, tus amigos vinieron por la noche.

Parpadeé, sorprendida, y erguí un poco mi espalda.

—¿Eh? —farfullé—. ¿Sunhi y Hyungwon estuvieron aquí?

Él asintió con un gesto.

—Pero... ¿cómo se enteraron?

—Uhm, veras... Debido a que Minhyuk y tú están en la misma facultad, imaginé que él debía de tener algún contacto que conociera a alguno de tus amigos. Y así fue —explicó, colocando su mano vendada en la parte trasera de su cabeza—. Consiguió el número de Hyungwon, así que lo llamé para pedirle el número de tu madre.

from zero » yoo kihyunWhere stories live. Discover now