57.

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Capítulo 57.

El dueño del local no nos saca de su cafetería porque fue testigo de que no comenzamos esta discusión, pero aún así decidimos marcharnos.
Tengo muchas ganas de llorar, nunca me había visto envuelta en una discusión, y mucho menos por un chico.

-Oye, todo estará bien. —Me dice ignacia tomando mi brazo mientras nos alejamos.

-Grabaron todo. —Digo con el nudo en la garganta. Mis lágrimas ya están casi derramándose. —Estaré en problemas.

-No, claro que no. No fue tu culpa. —Responde guiándome hasta una parada de autobús.

-Pero lo verá mi hermano Christian, y él se lo enseñará a papá. —Mierda no puede ser. Me limpio los ojos quitando las lágrimas que estoy derramando por culpa de esa mujer.

-Insisto, no fue tu culpa. —Me dice. —Esa hija de perra fue la culpable de todo.

-Te juro que yo no quería decirle eso, pero ella me humilló. —Intento excusarme.

-Y estuvo genial. Yo hubiera echo lo mismo. —Me dice. —no puedes dejar que nadie pase sobre ti.

Asiento mientras observo como hace detener a un Uber. Me siento tan triste, no puedo creer que nuestra primera salida termine de esta manera. Ignacia me toma la mano y me consuela mientras volvemos a la residencia.
Pienso en Niall, espero que no se enfade conmigo por lo que tuve que decir, realmente no fue mi intención.

-Él lo entenderá. —Me dice ella. —Debes decírselo apenas llegue, explicarle como fueron las cosas, yo estuve allí y soy testigo, puedo hablar con él si lo deseas.

-Gracias. —Susurro apoyándome en su hombro.

Al llegar, voy directamente a la habitación que comparto con Niall. Él no ha llegado todavía lo que me da más tiempo de ver las redes sociales.
Lamentablemente, los videos ya están en Internet.
Me quiero morir, vuelvo a llorar bajo el edredón mientras los reproduzco una y otra vez mientras escucho la voz de Nicky diciéndome todas esas cosas hirientes.
Entre lágrimas, le envío un audio por WhatsApp a mi hermano mayor, él siempre está pendiente de las redes sociales y sé que apenas tenga tiempo libre verá lo que ocurrió.
Así que le explico todo, con lujos y detalles.

Después de eso, me quedo tumbada en la cama esperando que Niall y los demás lleguen. Ignacia viene a verme en una ocasión y se queda conmigo.

-Ellos están aquí. —Me dice mirando su teléfono. —Zayn me habló y ya saben lo que ocurrió.

-Maldición. —Susurro con el rostro hundido en la almohada.

-Todo estará bien. —Dice dándome golpecitos en la espalda. —Iré abajo, a ver como está todo.

-Está bien. —Respondo y luego la veo marcharse.

Durante algunos minutos me quedo mirando el teléfono. Esperando una respuesta de mi hermano, pero luego recuerdo el cambio de horario, y quizás pasen varias horas antes de que él pueda llega a ver mi mensaje.
Suspiro frustrada mientras vuelvo a posar mi cabeza en la almohada.

-¿Magda? —La voz de Niall que proviene desde la puerta me hace sentir demasiado nerviosa.

No lo escuché llegar, ni sus pasos ni la puerta al abrirse. Cuando lo observo noto que está preocupado.

-Niall. —Susurro sentándome en la cama.

Él camina hasta mi y se sienta a mí lado, mirándome.

-¿Como te encuentras? —Me pregunta. Su voz es dulce, y suave.

-Mejor. —Susurro, pero no es cierto.

-Ven aquí. —Me dice extendiendo sus brazos.

No lo dudo, salgo de la cama y me acurruco en sus brazos. Niall acaricia mi espalda suavemente.

-Lo lamento mucho. —Susurro sintiendo el nudo en mi garganta. —No fue mi intención que pasara eso.

-Lo sé, no es tu culpa. —Me dice. —Ya sabes como son las redes sociales Magdalena. Todo se difunde tan rápido que no tenemos tiempo para detenerlo. Vi los videos mientras estábamos en plena grabación. —Me cuenta. —Supe inmediatamente que no fue tu culpa, sé como es ella.

-Entonces ¿No estás enfadado conmigo? —Pregunto.

-No, no tengo motivos para estarlo.

-Siento que te traeré problemas por esto, quizás Paul se enfade, y quiera que me vaya.

-No Magda, él lo sabe, pero no lo hará. —Me explica. —Cómo dije, no fue tu culpa.

Asiento mientras lo abrazo con más fuerzas.

-Era nuestra primera salida, estaba tan feliz. —Le cuento. —No creí que me reconocería, jamás nos hemos visto directamente.

Niall suspira.

-Debió verte en los artículos que están publicados en Internet. Hay un montón de fotos tuyas conmigo, también las fotografías que tomaron en el McDonald's cuando fuiste con Harry. —Dice. —Eres bastante reconocida Magdalena, muchas personas ya te conocen.

-Pero no quiero que me conozcan. Yo no estoy acostumbrada a esto. —Le explico y él toma mi rostro para mirarme.

-Lo siento mucho. —Susurra. —Supongo que es el precio que debes pagar por salir conmigo.

-No digas eso.

-Es la verdad. —Él me da un suave beso en los labios. —Lamentablemente no puedo hacer nada, adonde vaya estarán los medios buscando el mejor momento para sacar alguna fotografía que le harán ganar un montón de dinero. —Me explica. —Es así como funciona.

-Si, lo sé.

-¿Pero sabes que si puedo hacer?

-¿Que cosa?

-Mostrarles a todo el mundo que tengo la novia más hermosa del mundo. —Dice mientras busca su teléfono.

-Niall ¿Que harás? —Pregunto.

-Sácate una fotografía conmigo. —Me pide.

-No, imposible. Me veo muy mal, lloré demasiado. —Le digo escondiendo mi rostro en el hueco de su cuello.

Él se ríe.

-La sacaré igualmente, puedes quedarte allí escondida. —Me dice y siento su teléfono sonar debido a las capturas.

-Estas loco.

-Solo quiero confirmar que soy feliz contigo.

Sonrío por sus palabras tan lindas.

-Te quiero, Niall.

-Y yo a ti. —Musita mientras me alejo para ver lo que está haciendo. —Ya está.

-Subiste una foto.

-Sí.

Él me enseña lo que escribió y la fotografía que colgó en Twitter. Me muero de vergüenza, mi rostro no se ve, ya que estoy adherida a su cuerpo escondida en su cuello, pero él sonríe con cariño mirando a la cámara.
Los comentarios, citados y rt's comienzan aparecen inmediatamente. Niall actualiza la aplicación e intentamos ver lo que están escribiendo sus fans, pero es imposible, avanzan tan rápido que no logro leer ni siquiera las primeras palabras.

Cuando lo observo, él está sonriendo y no puedo evitar acercarme y darle un beso en la mejilla.

-Te prometo que todo estará bien. —Me dice, y vuelve abrazarme. —Pronto iremos a tu hogar, y nos olvidaremos de los medios.

Le sonrío.

-Niall... —Susurro.

-¿Si?

-Mi hogar eres tú. —Le digo y recibo una risita de su parte.

A pesar de haber terminado nuestra salida mal, él siempre se encarga de mejorar absolutamente todo, porque incluso ahora, estando entre sus brazos, me siento demasiado feliz.

𝐃𝐄 𝐔𝐍 𝐒𝐔𝐄Ñ𝐎 𝐀 𝐋𝐀 𝐑𝐄𝐀𝐋𝐈𝐃𝐀𝐃 - 𝐍𝐇 𝐁𝐘 𝐍𝐀𝐓𝐇 🥀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora