perdieron -aproximadamente- dos preciosas horas hasta que ese trámite pudo cumplirse; que si se hubiese hecho esto o lo otro.
"Hubiera o hubiese"... Qué forma verbal inútil en circunstancias así.
Se aplica para lamentaciones tardías acerca de lo que ya es imposible modificar y que son totalmente vanas cuando -como de costumbre- no se tiene en cuenta esa experiencia para prevenir desgracias futuras.
Los hijos de los más humildes -como Boris e Iván- casi no tienen defensores durante sus vidas. Mucho menos después de muertos.
El drama fue rápidamente olvidado por los medios de comunicación masiva y por el público consumidor de sus noticias.
"Po-bre ma-má... Po-bre pa-pá..."
Pasaron veinte años a partir de aquel sábado trágico para Eloy y Cora. Con los corazones destrozados, ambos siguieron trabajando como robots aunque ya no le encontraban sentido a la existencia.
Se esforzaban -sin embargo- para ayudar a criar a varios sobrinitos, a medida que su familia del lejano pueblo iba -también- mudándose a la gran ciudad.
En esa obra de solidaridad con los suyos encontraban -a veces- un poco de alivio para su dolor.
No quisieron tener más hijos. El recuerdo de Boris e Iván se mantenía en ellos con una nitidez tal que sentían que ambas criaturas andaban por allí, con sus almitas en puntas de pies deslizándose por la casa, acompañándolos -como en el pasado-, eternamente niños.
YOU ARE READING
¡SOCORRO! ( 12 cuentos para caerse de miedo) Elsa Bornemann
Mystery / ThrillerDesde una abuela malvada que odia a sus nietos hasta un niño-robot fabricado para explotar en su propio colegio, estos doce cuentos provocan el placer y el miedo que sólo Elsa Bornemann sabe inspirar con su literatura. Un clásico que marcó un hito e...