Capitulo 20.-

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Dejé a un lado todo lo que le preparé a Luis y decidí tomarme el té, me acosté y él estaba hacía mi dirección, en lo único que pensé fue en cómo me defendió y lo feliz que era al lado del él, decidí taparme con las chamarras, mientras seguía viendo televisión, apagué las luces.

Sonó mi celular, pero como Luis estaba dormido decidí salir de la habitación. Contesté, era mamá... ¿Cómo estás? Comencé sonriendo a lo que ella me no dijo nada, y mi sonrisa se fue borrando poco a poco, y ella fue directo al punto. Encontraron un cadáver en un auto hotel como a una hora de esta pequeña ciudad, y la verdad temo que sea el cuerpo de tu hermana, no hemos sabido nada de ella, así que tengo un poco de miedo que sea ese, yo quería encontrarla con vida; se le quebró la voz y comenzó el llanto.

Mamá tranquila, debemos afligirnos hasta que tengamos resultados más serios y confiables, no puedes creer lo que dicen las noticias. NO SÓLO LO DICEN LAS NOTICIAS, LA MAYORÍA DE PERSONAS, LOS DETECTIVES Y FORENSES QUE LLEVARON EL CASO, ALEJANDRA, gritó, a lo que no pude resistir y le dije: Mamá, aún no han visto totalmente el cadáver, han pasado unos cuantos meses, pero tranquila, no te pongas así, toma tu medicina y esperemos las noticias del día de mañana. A lo que ella respondió: claro hija, descansa. Descansa mamá, dije al final y colgamos.

Regresé a la cama, Luis seguía durmiendo, y decidí hacer lo mismo, apagué el televisor, la luz, y me volví a acostar al lado de él, cerré los ojos y traté de dormir, pero como cada noche, soñaba con mi hermana, ese día no podía ser la excepción, y muchísimo menos con lo que mi madre me dijo, y eso provocaba mil vueltas en mi cabeza, suspiré.

Tuve pesadillas, Jimena, estaba en una habitación llorando y sangrando de muchas partes del cuerpo, corrí para abrazarla, lo hice y cuando la solté, me vio a los ojos y me dijo: Ale, es demasiado tarde, perdóname.

Me desperté de un brinco con problemas para respirar y por mi brinco accidentalmente desperté a Luis, le dije: no quería, lo siento, tuve una pesadilla, Jimena estaba lastimada, cada palabra que yo decía, la decía llorando. Luis me abrazó, me dio un beso en los labios y me dijo: Ale, todo estará bien. Te amo. Lo volví a abrazar y nos acostamos, seguimos durmiendo.

Adiós a los 16.Where stories live. Discover now