Capítulo 22.-

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Tarde un buen rato con Rodrigo, seguíamos hablando en la heladería que estaba ubicada en la despensa, me repetía en la mente que no podía creer que mi hermana menor, iba a tener un hijo antes que yo, claro que no me molestaba la idea, pero ella era muy joven y yo sería feliz con mi hijo y mi sobrino juntos, sé que serían como hermanos.

Desperté de mis pensamientos porque a Rodrigo lo empezaron a llamar, y se levantó en seguida, y se despidió a la distancia, tomé mi celular y mi cartera, decidí marcarle a Luis, y respondió rápidamente, -Aló, dijo al otro lado del teléfono, suspiré y lágrimas empezaron a caer de mis ojos, así me la he pasado, a lo que él me dijo: - ¿Amor, estás ahí? Me limpié el rostro y le dije: - Amor, encontré a Rodrigo, y empezó a contarme la Historia de qué pasó con Jimena, ¿Te cuento en la noche? A lo que únicamente me respondió: - Sí amor, perfecto, sigo trabajando. Solo pregunté, ¿qué quieres cenar? Y me dijo: - Sorpréndeme, a lo que únicamente sonreí y le dije: -Amor, te amo (con voz quebrada) y muchas lágrimas en los ojos, el me respondió: - Baby, tranquila, hoy comeremos rico y solo solté una pequeña risa, y le dije: - Adiós, amor y colgué el teléfono, me quedé dando unas cuantas vueltas en la despensa sin comprar nada porque todo estaba totalmente bien en casa, pero me fui a los cereales y vi el favorito de Jimena, decidí comprarlo y salirme de ese lugar, quisiera encontrarla rápido, regrese a casa, mientras iba en camino le pedía a Dios poder encontrarla, manejé muy despacio, llegue a casa, y tome una ducha.

Estaba en la ducha, y me quedé parada, dejando caer el agua sobre mi cuerpo, deje pasarme el jabón por el cuerpo, pero me sentía insegura de mil maneras, quería quedarme tirada, termine de ducharme, entré a la habitación quería verme bien hermosa, y caliente para esta noche, íbamos a tener una linda noche con el amor de mi vida, me puse lencería negra, que son sus favoritas y me puse un vestido negro, y le mande un mensaje que mejor saliéramos a cenar, y que quería tener una de nuestras aventuras a lo que él accedió libremente, me puse tacones y fui a traerlo, llegué, y nos fuimos a un restaurante muy hermoso a lo que pedimos de cenar.

Adiós a los 16.Where stories live. Discover now