Capitulo 3.-

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Pasado ese día totalmente fuera de mi, decidí ir a casa, esperando una llamada de Jimena o de la estación diciendo que habían pistas, pero no, nunca llegaron, yo totalmente exhausta, Luis a mi lado como siempre lo ha estado, estaba tan triste que decidí darle un beso, sentarme en sus piernas mirándolo fijamente a los ojos, agradeciéndole su apoyo, él me abrazó, y me dio otro beso, sonreímos.

Sonó mi teléfono, intranquila me quite de él y rápido tome mi celular, era un número desconocido, ¡Dios mío!

¿Será ella? Pero no. Era mi madre preguntándome que estaba haciendo, claramente no le iba a decir que a punto de tener sexo con mi novio, sólo le comente que estábamos en mi cuarto hablando a lo que ella dudo y dijo: -¿Hablando? Solté una pequeña risa igual que ella y siguió hablando: -No los molesto más y colgó.

Tome asiento al lado de Luis, mi novio es tan guapo que no puedo creer que lo sea. Lo vi fijamente, y él a mí, somos la pareja perfecta le dije. Sonrío y empezamos a besarnos nuevamente, mi camiseta fue retirada por el botón por botón, yo le subí la playera hasta quitársela de una manera tierna y brusca a la vez, me quito el sostén, nos tiramos bien a la cama, quede encima de él, sus manos tan calientes desnudaron mi espalda, empezábamos a entrar en calor, bajo sus manos suavemente hasta mis jeans, por debajo de mi espalda, poco a poco las llevo hacia adelante para desabrochar mis jeans, me los fui quitando poco a poco, también mi ropa interior inferior, al igual que él, trate de quitarle sus bóxers sin despegarme de su boca, ya sin ropa, el entró en mí, se movía tan tranquilamente, seguramente es el momento más tranquilo que puedo tener en mi día, y sí, sí me está gustando, no quería que acabará, pero ya, ya pasó ese momento, nos quedamos dormidos en mi cama.

Desperté, era 18 de octubre a las 3:02 de la mañana, Luis seguía durmiendo, así que tome su playera y me la puse, quedando sin nada por debajo. Mire por la ventana un rato, y baje a prepararme un café. Me senté y escuché unos pasos, me asusté, pero era Luis, vestido únicamente con sus jeans quién me dijo: -Madrugaste. A lo que sólo suspiré y le dije: -Soñé con ella, que la volvía a ver, escuche su voz, y me rompí en lágrimas. A lo que él solamente me abrazó y respondió: -Todo estará bien, amor. Piensa en lo bueno.

Me bañé, me vestí, me maquillé, preparé el desayuno para Luis y para mí, me fue a dejar al colegio donde trabajo, me despedí de él con un beso largo, tan largo que a los dos segundos ya quería volver a besarlo. Entré y saludé a todos, como era obvio me preguntaron porque falté, pero no quería comentar nada así que sólo dije que me sentía mal, la única que sabía lo que en realidad había pasado era la directora, pues le avisé cuando me enteré de lo que había pasado.

Entré a mi salón e intente marcarle, esta vez sí contestó, sólo escuche murmullos y dije: -¿Jimena? Inmediatamente colgaron. Le envié un mensaje a Luis y a mi madre contándoles lo sucedido. Derramé unas lágrimas y entró un pequeño diciendo: -Maestra, no llores, quiero un abrazo tuyo. Sonreí, pues me hizo sentir bien.

Adiós a los 16.Where stories live. Discover now