Adiós a los 16.

Capitulo 4.-

Terminando esa mañana escolar mi madre pasó por mí, pues Luis estaba ocupado trabajando, me subí al auto, sólo la saludé y no dije nada más, cuando entramos al garaje me preguntó: -¿Sólo eso pasó hoy en la mañana? A lo que afirme únicamente con mi cabeza.

No podía, ni quería pensar en algo más, extrañaba tanto a mi hermanita, sólo pensaba que por favor volviera a casa, en cada instante.

Entré a mi cuarto, tire mi cartera al suelo, me acosté en la cama, pegué un gran suspiro. Sonó mi teléfono, era Luis, tan atento por mí, como siempre, contesté. -¡Hola amor! En verdad me alegró el día, y él respondió: ¡Hola Hermosa! ¿Qué tal tu día? Y fue cuando caí otra vez y solo le respondí: -Bien, creo. Te invitó a un café, ofreció, salgo a las 7:00 paso por ti 7:30 y vamos, ¿Te parece? Pensativa respondí, -Me encantaría. Tomé una ducha, me puse unos jeans ajustados, una playera de Queen y unas botas negras, con mi perfecta chaqueta de cuero, me maquillé y arreglé el cabello.

Eran las 7:28 estaba esperándolo cuando entró una llamada de un número desconocido. ¿Hola? Dije, mientras del otro lado solamente había silencio total. ¿Hola? Repetí, sólo escuche un llanto, por mi mente pasó mi hermana, asustada y temblando me senté en mi cama, Luis entró a mi habitación. No dije nada, y rápido escuché su pregunta: -¿Qué paso? Y le respondí: -Alguien me ha llamado, respondí y sólo escuché un llanto... ¿Crees que sea..? No digas más. Agregó, esperemos... Pasaron unos 10 minutos y sonó mi celular, Luis lo tomó, contestó y puso el Altavoz: ¡ALEJAAANDRAAAA! Se escuchó lejos del celular y colgaron, intentamos rastrear el chip, pero no lo logramos, salimos, y fuimos directamente a la policía, tratando de expresarme rompí en llanto, pues no sabía que le había pasado, me dieron un vaso con agua, trate de calmarme y suspiré.

Expresé todo lo que sentía con la psicóloga del lugar, y pude por fin explicarles a los policías, tuve que dejar mi celular, para que pudieran rastrear el número, los policías me dijeron que fuera a casa, que descansara ¿Cómo carajos voy a descansar si mi hermana está en peligro? No creo poder, Luis se quedará conmigo otra vez, no quiero dormir sola. Llegamos a casa, subimos a mi habitación, me puse el pijama, y me lavé los dientes. El se acostó a mi lado, me puso la mano en la cintura y me dice: -Te amo, necesito que estés tranquila, por favor. Solamente lo vi y le dije: -Te amo, pero no puedo. Me dio un lindo beso en los labios y me dijo: -Duerme, estaré aquí contigo. Cerré los ojos, hasta el otro día.