Capitulo 11.-

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La puerta rechinaba, y el ruido me intrigaba, puse un pie adentro de la casa, no tenía suelo, era puro polvo, la habitación donde entraba estaba vacía, no había absolutamente nada, tome mi celular, e iluminé un poco, seguí caminando por toda la casa... Luis decidió entrar conmigo, solamente me siguió pero la verdad era imposible que alguien estuviera allí... sólo me salió una lágrima y agache la cabeza. ¡ERA UNA MALDITA CASA ABANDONADA! Luis se acercó y me abrazó, susurró a mi oído: -Tranquila amor. Ella está bien... -¡CLARO QUE NO! Le grité y me alejé de él... -¡¿NO SABES ACASO LA ANGUSTÍA QUE TENGO?!¡ES MI HERMANA! Se asustó pero regresó a mí y me dio abrazó, me besó la frente, limpió mis lágrimas con sus pulgares y salimos...

Abrí la puerta del auto y me llegó un mensaje que decía: -que bien te ves, Alejandra. A lo que asustada empecé a ver varios lados, como una loca y no veía nada, Luis en el auto sólo me dijo: - Sube, Ale... y sí lo hice, pero seguía viendo a todos lados, estaba muy asustada, no lo podía creer, alguien me veía y no sabía quién... cerré la puerta, Luis arrancó y me preguntó: -¿Qué pasa? Y le mostré el mensaje, solamente vi su cara de preocupación y él buscó conmigo, decidimos irnos del lugar, no vi ni siquiera una cámara, NADA.

Tomamos camino y me llegó una fotografía del auto en el que íbamos, me asombré y sólo le dije: -tienes que ver esto, freno para hacerlo, y nos preguntamos ¿Cómo lo hizo? ¿Por qué quiere hacernos sufrir? Solamente seguimos en el camino, regresamos al hotel, decidí acostarme, suspiré y dije: a veces pienso que no la voy a encontrar, y que esto será una batalla de toda la vida, a lo que Luis respondió: nena, no digas eso, la encontraremos, lo prometo... - Eso espero, le respondí y me senté tomé una botella de agua, y tome... puse la televisión y pasó el anuncio de mi hermana, si alguien la ha visto que llame a los números de emergencia o los que aparecen en pantalla, Luis tomo el control remoto y cambió de canal, estaban dando una película, decidimos verlas, para concentrarnos en algo más pero se me dificultaba demasiado, sólo quería darle un abrazo a mi hermana como el último que sentí de ella, hace mucho tiempo...

Me quede dormida, ya era un nuevo día y tenía sed...

Adiós a los 16.Where stories live. Discover now