52.

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Capítulo 52.

Me duele cada músculo del cuerpo, sobre todo los de mi entrepierna. Después de darnos una ducha rápida nos metemos bajo las sábanas.
Niall me abraza por la cintura, su cuerpo adherido al mío desde atrás. Una pose íntima, mi favorita.
Durante un rato juego con sus dedos que sostienen mi cintura, él también me acaricia el estómago cuando libero su mano.

-Duérmete preciosa. —Susurra él en mi oído.

-Sí. Estoy muy cansada, pero la incesante lluvia no me deja conciliar el sueño.

-Lo sé. Yo tampoco puedo dormir. —Me dice. —Tengo muchos pensamientos en mi cabeza.

-¿Si?

-Ajá. —murmura.

-¿Buenos o malos?

-Solo buenos pensamientos. —me cuenta. —Me gusta estar aquí contigo Magda.

-Y a mi. —Admito y él sonríe contra mi cuello.

-¿Puedes darte la vuelta? Necesito preguntarte algo.

-Por supuesto.

Me giro quedando frente a él. Niall estira su brazo y enciende la lámpara de la mesita que está en su lado de la cama dejando una luz tenue. Sus intensos ojos azules me observan, él sonríe.

-Tus mejillas aún están rojas. —Sus dedos acarician mi pómulo y yo le sonrío de vuelta. —Eres preciosa. —Susurra deslizando su mano bajo la sábana hasta mi cuerpo. Él me acerca mucho más. Mi pierna lentamente sube hasta su cadera y Niall acaricia mi muslo.

-¿Que ibas a preguntarme? —Susurro afectada nuevamente por sus caricias.

Él suspira.

-Primero que todo, quiero decirte que lo siento. —Dice. —No soy un romántico empedernido, y no sé cómo se hacen estas cosas a pesar de haberlas visto un montón de veces. —Continúa diciéndome. —Podría haber elegido otro momento, un lugar diferente, haber preparado una cena para ti y... —Él se detiene y sonríe. —bien, creo que estoy dándole muchas vueltas.

-Estoy nerviosa y no se porqué. —Admito. Niall sonríe y besa la punta de mi nariz.

-Lo que quiero preguntar es... ¿Quieres ser mi novia Magdalena? —Sus últimas palabras salen apenas en un murmullo.

Un montón de mariposa se sitúan en mi estómago al escuchar lo que él está pidiéndome. Mi corazón salta de alegría mientras una sonrisa tímida cruza mi rostro, Niall también sonríe.

-Sí, si quiero. —Respondo sin pensarlo. —Quiero ser tu novia Niall.

¿Es normal que tenga lágrimas en mis ojos? Niall sonríe mucho más cuando me escucha y envuelve con fuerza mi cuerpo. Una risita se escapa de mis labios cuando él comienza a besarme la cara, los pómulos, el mentón, mi frente y termina en mis labios.

-Mi chica. —Susurra sobre mi boca.

-Sí, soy tu chica. Y tú eres mi chico. —Susurro recibiendo otra dosis de besos.

-Solo tuyo.

-Te quiero. —Digo. —Te quiero muchísimo.

-Y yo a ti Magda, no sabes lo feliz que soy de haberte conocido.

-Me harás llorar si continúas diciendo esas cosas. —Susurro sintiendo un nudo en la garganta.

Sé que llorar en un momento como este está demás, pero si alguna lágrima se derrama por mi mejilla es por la felicidad que me embarga. Conocer a Niall ya es un regalo que la vida me ha dado, pero ser su novia, ser la chica que él desea estar es una sensación que no tengo las palabras adecuadas para describir.
Lo conocí a través de una pantalla, fue parte de mi día a día y mis noches solitarias en mi habitación, y ahora estoy aquí, él rodeando mi cintura, él acariciando mi mejilla con su nariz y susurrando cosas preciosas que cualquier chica moriría por escuchar.

-No quiero que llores. —Me pide. —Quiero que seas feliz estando a mi lado. Prometo dar lo mejor de mi, voy hacerte feliz cada día.

-Niall. —Susurro. —Yo también quiero que seas feliz estando conmigo. Quizás no tengo mucho que ofrecer, pero te quiero, de verdad lo digo, te quiero con todo mi corazón.

-Cariño, tu sola presencia aquí es suficiente para mi. —Me dice. — y que me quieras de verdad, es lo más importante para mi.

Asiento mientras me acurruco en su cuello. Niall abraza mi cintura un momento y luego acaricia mi piel desnuda. Las yemas de sus dedos se pasean por espalda y después por la parte baja donde están mis hoyuelos. Él sigue descendiendo por mi trasero, lo acaricia y luego continúa su camino hasta mi muslo que aún continúa en su cadera.

-Adoro tus caricias. —Susurro y él sonríe.

-Y yo adoro tocarte porque sé que soy el único que he explorado tu cuerpo. —Su voz es tan jodidamente sexy.

-Me gusta que solo tú conozcas mi cuerpo.

-Siempre seré el único.

-¿Quieres estar para siempre conmigo? —Pregunto con diversión, aunque su respuesta me importa demasiado.

-¿Decirte que solo imaginar a otro hombre contigo me provoca coraje y celos es suficiente? —Me río.

-Entonces si deseas estar conmigo para siempre. —Susurro alzando mi rostro para mirarle. Él sonríe sin separar sus labios, está celoso de alguien que ni siquiera existe, es tan adorable. —Solo te quiero a ti, me imagino solo contigo, solo tú.

Él sonríe con timidez.

-Eres mi chica. —Vuelve a decirme mientras sus brazos envuelven mi cintura con fuerza.

-Lo soy. —Respondo y él besa mi mejilla.

-¿Es mucho pedirte que volvamos hacer el amor?

Sus palabras me sacan una sonrisa.

-Creí que estabas cansado. —bromeo.

-Lo estoy, pero créeme cariño, que tus lindos pezones estén presionando contra mi pecho es una distracción que mi miembro no puede dejar pasar.

-Eres un pervertido. —Susurro acercándome a su boca.

-¿No te gusta que lo sea? —Su voz cargada de sensualidad vuelve aparecer.

-Me encanta. —Digo. —Dime más palabras como las de anoche. —Le pido. Y es que, joder, que excitante fue escucharlo.

-Creí que el pervertido era yo. Estoy creando un monstruo.

-¿Te sientes culpable? —Susurro con la voz entrecortada y es porque él desliza su mano por mi estómago hasta mi monte de venus. Que mi pierna esté en su cadera le da la ventaja que él necesita, sus dedos acarician mis pliegues haciéndome gemir.

-Ni un poco. —Susurra devuelta antes de comenzar a besarme.

𝐃𝐄 𝐔𝐍 𝐒𝐔𝐄Ñ𝐎 𝐀 𝐋𝐀 𝐑𝐄𝐀𝐋𝐈𝐃𝐀𝐃 - 𝐍𝐇 𝐁𝐘 𝐍𝐀𝐓𝐇 🥀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora