cap 12

2.8K 184 10
                                    

;maite; 

-2 años antes-

Hoy es la final del quinto, vine a acompañar a Manuel, él compite con Klan contra a Trueno y Underdann. Me siento nerviosa porque sé que en esta compe Manuel, mi hermano, se está jugando todo y también sé lo mucho que le gusta competir. 

Es irónico porque si hace años le hubieras dicho que estaría acá, compitiendo adelante de miles de personas, él se hubiera reído en tu cara, todo rojo y casi escondiéndose. Y ahora está acá, compitiendo y rompiéndole el orto a todos. 

Están ya casi por terminar la batalla y la vienen remando los cuatro, están casi igualados, pero por más que le tenga cariño a los otros dos, quiero con todo mi corazón que gane Manu y Lucas.

Centré mi vista en los cuatros que se encuentran rapeando en medio de la ronda, veo a mi alrededor y todos están filmando, yo al darme cuenta que faltaba un par de rimas para que terminara y encima era el turno de Manuel, prendí mi celular y comencé a filmar. 

-Hermano sos un bobo, así lo controlo, soy la fusión de Hot Wheels, Rayo McQueen y meteoro, así es como te perforo- Solté un pequeño grito y seguí prestando atención a mi hermano- Queres hacerlo conmigo, ¿sos jodo? ieuieude Trueno tus voces de mierda las hacen todos

Grité celebrando a mi hermano y las carcajadas salieron sin previo aviso de mi boca, dejé de grabar y aplaudí. Era mi hermano, el mismo pelotudo que imitó la voz con gallos de Mateo.

Le sonreí en dirección a mi hermano sonriendo él me mira y con su mirada fría, se me cruzó por la cabeza que algo le está pasando, pero no, a veces él es así de frío. 

La gente sigue gritando a mi alrededor. Alejo pide que griten "quinto escalón", él dice quinto y los demás tendríamos que decir "escalón", pero yo esquivé la orden y me paré, tengo el culo adormecido. 

-Sentate flaca- Me retó uno que estaba atrás mío. 

Yo lo miré elevando una ceja y este espera que cumpla con su pedido, pero hice completamente lo contrario, me quedé parada esperando ansiosa que Alejo diga el ganador, aunque lo presiento. 

-Chupamela- Dije cuando el pibe seguía insistiendo. 

Alejo gritó al ganador y grité festejando. Mi hermano acaba de ganar una batalla, y sin dudas eso se merece que lo festeje, porque sé lo tan importante para él que es ganar una batalla, más del quinto. 

Caminé rápido hasta el morocho y lo abracé, felicitándolo. 

-Felicidades, enano- "Enano", él es más alto que yo.

-¿Estuve bien?- Preguntó desconfiando de si mismo. 

-Más que bien- Le sonreí, revolviendo su pelo, mientras que él cierra los ojos y suspira.

Lo abrace fuerte pero unos pibes me separaron de su cuerpo para irse a sacar fotos, yo puse los ojos en blanco pero no hice bardo. Me di vuelta y vi a Mateo, mirando al piso y dejándose sacar fotos por un par de fans. 

Me acerqué despacio hacia él,lo abracé por sorpresa, haciéndolo saltar por el susto y eso hizo que riera, y él también. 

-Felicidades para vos también- Le dije. 

Él me dio una sonrisa de boca cerrada, no dijo más nada y siguió sacándose fotos con un par de fans que tenía él, yo lo miré pero no insistí. 

Para Mateo también es importante ganar esta batalla, porque está igual de entregado a todo esto del free como Manuel, y es entendible que esté disgustado por no haber ganado. Aunque sé lo buenos amigos que son ellos dos, y un quinto no lo va a joder. 

(...) 6 horas después

Busco por los pasillos de casa un vaso que creí dejar hace unos segundos antes de entrar al baño, fruncí el ceño al no encontrarlo. Tenía fernet apenas hecho, tomé unos dos tragos nomas y los chorros ya me lo robaron. 

Suspiré enojada, me encaminé otra vez a la cocina para prepararme otro, con pesadez pero igualmente lo hice. No puedo creer que sean tan chorros, incluso en mi propia casa y festejo de mi propio hermano. 

Así son.

Paré en la mesada, vi a los lejos la botella de fernet, la agarré y un vaso nuevo también, puse hasta la mitad de fernet, y la coca en lo restante del vaso. Lo revolví un poco moviendo el vaso, probé un poco y sonreí, está incluso más rico que el anterior. 

-¿Ya preparándote otro?- Cuestionó una voz conocida a mis espaldas. 

Era una voz suave, ronca y que por unos instantes me volvió loca.

-Me robaron el vaso anterior- Hice un puchero dándome vuelta, encontrándome con quien creía. 

Mateo a.k.a Trueno.

-Uh, todos pibes chorros acá, ¿eh?- Rió, robándome el vaso que tenía en mis manos y como intercambio me dio el suyo. 

Elevé una ceja aunque no me viera y probé, era vodka con pomelo, me sorprendió que él estuviera tomando eso pero no reproché, porque era unos de los tantos tragos que me encantan.

Los dos casi de manera inconsciente nos dirigimos hacia la piscina de mi casa y nos sentamos en la orilla, sacándonos nuestras zapas y metiendo los pies en el agua. 

Lo miro y su perfil es re lindo, es muy chiquito para mí, pero en un momento no me importa que puedan llegar a pensar sobre mí, pero verdaderamente si que me importa, y no podría tener algo con vos.

-¿Qué pensas?- Dice entregándome mi vaso con fernet, y yo le entrego el suyo. 

Tomo gran cantidad de mi vaso, y se lo devuelvo, mientras que él hace lo mismo. Reímos pero no decimos más nada. 

Intento acomodarme pero mis intenciones fallan por el alcohol en mi cuerpo, y casi caigo derecho al agua, pero las manos frías de Mateo en mi cintura lo impidieron. 

-Cuidado, boba- Hablo cerca de mi boca. 

Las respiraciones de los dos aceleraron, yo miré sus ojos intercalando miradas entre sus ojos marrones que me cortan la respiración y sus labios que me terminan de sacar cualquier razonamiento. 

-No podemos chapar- Me excusé intentando zafarme de su agarre, pero él escondió su cabeza en mi cuello, obligándome a cerrar los ojos. 

-¿En serio? Hace banda vengo intentando algo y me la haces re difícil- Hizo puchero, lo sentí en la piel delicada de mi cuello. 

-¿Que van a pensar de nosotros, Mateo?- Pregunté. 

Él apretó mi cintura, y con sus brazos segundos después la rodeó, abrazándome y ocultándome del frío nocturno. 

-¿Podes dejar de hacerla tan difícil? Nos queremos Maite, ¿qué tanto te importa las opiniones de los demás? 

Sus palabras me dejaron pensando un momento. Tiene razón, a veces cuando la gente se quiere, los demás son de palos. 

¿Qué importan los demás si sólo nos vamos a querer nosotros?

Él dejó de abrazarme y acercó su cara a la mía, yo tomé la iniciativa, agarré sus cachetes y choqué sus labios con los míos.

La mejor sensación que jamás sentí en toda mi vida.


Difícil; TruenoWhere stories live. Discover now