cap.6

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;maite; 

-Semanas después...

-Estoy muy lejos de casa, pero cerca del millón. Todo' esos rappers hablan, ¿pero quien carajo son?

Esa voz conocida para mi me despertó, me sobresalté al principio pero me incorporé casi al segundo. Me refregué los ojos y miré hacia abajo, donde anteriormente tenía mi cabeza apoyada y recordé que mañana tenía una clase importante, en la cual debería haber estudiado, en vez de eso me dormí como seis horas. 

Rodé los ojos y con mi mano derecha me pegué en la frente, más fuerte de lo que esperaba pero igual me acomodé para esta vez si estudiar de verdad. 

Asumí que los amigos de Manuel iban a venir hoy, por lo que escuchar la canción que Mateo hizo en un BZRP session  no me sorprende. Desde que la hizo esta más que orgulloso, y yo no voy a negar que no lo estoy, porque si, me alegra muchísimo lo que está logrando. 

Apoyé mi cabeza en la palma de mi mano, leyendo en voz baja lo que decía el libro y lo anoté en una libreta que tiene más años que Mirtha, y con las hojas hechas bolsa. 

-Esto va bien pero va para mal. Villano o héroe son lo mismo cambiando el disfraz- 

Esta vez la canción de mi hermano con un nombre extremadamente difícil suena por toda la casa. Me estresa que tengan la música al palo, pero no lo hace siempre, simplemente cuando algo de la Universidad me estresa, lo demás también lo hace. 

Suspiré con alivio cuando la música freno, pero a su vez, escuché las risas de todos y como planeaban una joda en casa. 

Abrí los ojos lo más grande que pude. ¿Una joda un martes? Están locos, muy locos. 

Me paré lo antes posible y abrí la puerta de mi habitación, bajé las escaleras que daban justo al living de la casa y ahí estaban todos, estaban levemente sobresaltados por mi repentina llegada. 

Elevé una ceja y llevé mis manos a mis caderas, ellos se miraban ente sí y esperaban a que yo explotara, como siempre. 

-¿Son pelotudos? ¿Una joda un Martes? En esta casa no, es un rotundo no- Dije exagerando, mirando sobre todo a Manuel que seguramente iba a aceptar. 

-Pero Maite, mamá y papá se fueron a Uruguay por unos días, mañana no hay cole y vos, ¿nos estás prohibiendo una joda?- Preguntó mi hermano acomodando las manos igual que como lo hago yo. -Da, no seas ortiva

Se quejó y yo lo fulminé con la mirada. Me acerqué a él, apuntándolo con el dedo. 

-Mira mocoso atrevido, yo mañana tengo facultad a las seis de la mañana, no sé que plenas hacer pero en esta casa no- Dije y él se elevó de hombros. 

-Lo voy a hacer, quieras o no- Habló con superioridad. sorprendiéndome porque nunca había actuado de esa forma conmigo. 

Algo le pasaba y quería ocultarlo tratando mal a los demás, pero lo que me jode es que conmigo no lo hacía, a mi me lo contaba (mientras que no sea un tema de amores) y yo tenía que consolarlo. Por lo visto, esta vez es al revés. 

Entiendo a la perfección que sea reservado, y que sus sentimientos se los guarde para sí, pero me sorprende a la misma vez que me impacta que me trate así, en años de hermandad, no l había hecho, aunque existieron peleas. Esta vez no había una pelea previa, quiero pensar.

-Avisen que hoy se hace joda- Comunicó hacia sus amigos, después me miró a mi. -En la casa Vainstein

Hizo una cara como si me quisiera demostrar que él gana, que él tiene el poder. Yo fruncí mi ceño en muestra de desagrado. 

-¿Le digo a Angelina?- Pregunta Mateo después del silencio incómodo que se formó por toda la sala. 

Manuel giró la cabeza como un resorte en la dirección de su amigo, pensó su respuesta y negó con la cabeza. Yo me sorprendí otra vez pero no dije nada. 

Esa mina siempre estuvo en el rechazo de Manuel y no hay algo que lo explique, parece buena gente y es divina, no entiendo porque Manuel se empeña en rechazarla. 

Seguramente porque es un pelotudo, que siempre quiere a las que no le dan bola, es como yo. Algo hace un ruido en mi cabeza, como si todo hubiera encajado. 

Estoy completamente segura que Manuel está así por una mina, es siempre igual cuando se trata de chicas y nunca me cuenta. Es muy cerrado en ese tema, piensa que demostrar lo que siente lo hace menos persona, un gran fallo en él. 

Rodé los ojos y bufé, volviendo a subir las escaleras hacia mi habitación. Cerré con seguro, dándome más privacidad que duró poco. Unos minutos después la música al mango empezó a sonar y me impide cualquier cosa que esté relacionado con estudiar. 

Suspiré y me acosté en la cama, indignada por no poder estudiar y resignarme a que tengo que soporta la joda que mi hermano está haciendo abajo, sin mi permiso y yo soy la mayor acargo hoy y lo que resta de semana. 

Me tapé la cara con las manos y grité en mis palmas, ahogando el grito. Aunque nadie me escucharía con la música tan alta, y los gritos de los pelotudos que están abajo.






Difícil; TruenoWhere stories live. Discover now