Capítulo 19

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Gimió y esta vez se sorprendió a sí mismo ¡Él debía ser quien la haría gemir a ella! Sin embargo no daba crédito a lo que sus ojos veían porque Kagome sin decirle nada y con una mirada que no podía reconocer en ella, se había hecho hacia atrás para arrodillarse ante él, desabrochó su pantalón tan rápido como pudo y apartó su ropa interior con una maestría que no sabía de dónde la había sacado, sin embargo lo que más le dejó sin aire que respirar en la boca, fue cuando sintió la humedad de su saliva sobre su miembro, no pudo evitar gemir y echar la cabeza hacia atrás, eso mezclado con la declaración que le había soltado antes lo tenían tocando el cielo, las manos de Kagome también jugaban con la base de su miembro porque no le cabía todo en la boca, poco a poco ella adquirió velocidad sobre su él haciendo que los sonidos de su boca empezaran a salir de una manera descontrolada e inentendible cuando trataba de decir el nombre de Kagome.

Bankotsu: Kag… Mier… Agh…

No sabía si antes había sentido un oral tan bueno como el que ella le estaba haciendo y en ese momento descarto la idea de compararlo con el resto de chicas con las que había estado, Kagome no tenía mucha experiencia con el asunto pero definitivamente podía calificar las sensaciones como las mejores que había tenido en su vida, sentía que en cualquier momento acabaría pero no quería que aquello terminara tan rápido con el estupendo trabajo que ella le estaba haciendo, así que tomó a Kagome de los brazos y la hizo separarse de su miembro dejando un hilo de saliva de su boca hasta su pene, ella le sonrió con picardía y él simplemente la vio a los ojos y con su dedo pulgar cortó el hilo de saliva de sus labios para luego besarla con rapidez sin dejarla hablar, se quitó los pantalones tan rápido como pudo y recostó a Kagome en la cama regando sus azules cabellos sobre la cama.

Bankotsu: También me gustas.

Su voz sonaba ronca e intensa, tanto que Kagome se estremeció al escuchar esas simples 3 palabras que le calaron hasta los huesos, el moreno rápidamente la tomó de la cintura atrayéndola de nuevo a sus labios y Kagome empezó a desabotonar su camisa mientras Bankotsu subía poco a poco la parte baja del vestido que rápidamente quedó a la altura de su cintura, la tela de la ropa interior no fue impedimento para Bankotsu porque prácticamente la rompió cuando se la quitó y aunque ella iba a protestar enojada, volvió a silenciarla con otro beso, el tubo cedió dejando salir los grandes pechos de Kagome y Bankotsu se los apretó haciéndola gemir, no tardó mucho tiempo cuando ya estaba sobre ella de nuevo a punto de penetrarla, en un juego donde quería hacerla pedir más.

Bankotsu: Pídelo.

Kagome: ¡Solo hazlo!

Sentía rozar la punta de su miembro en su entrada mojada y eso la estaba volviendo loca, tenía las mejillas rosadas y lo veía con impotencia y algo de enojo por hacerse el rogado.

Kagome: ¡Demonios! ¡Hazlo de una pinche vez! 

Bankotsu: Todo a su tiempo *Volvió a rozarlo* ¿Quieres que te haga mía de nuevo?

La pregunta la hizo enrojecer aún más ¿Por qué hacía eso? ¡Era un tarado arrogante! 

Kagome: ¡Si no lo vas a hacer me voy! *Empezó a cabrearse*

Bankotsu: Mejor cállate y disfruta entonces.

Entró de una sola estocada, Kagome gritó y él sintió como todo su miembro era cubierto por la estrechez de Kagome, él gruñó complacido y ella gimió al sentirlo todo dentro de ella, Bankotsu sonrió y rápidamente se llevó uno de sus pechos a la boca, empezó a moverse con rapidez y ella a gemir, al inicio trató de no hacer mucho ruido pero Bankotsu la estaba volviendo cada vez más loca a medida que aceleraba las embestidas, gritaba cada vez que sentía la entera virilidad de Bankotsu adentro, en cierto momento pudo ver cómo su miembro entraba y salía a una rapidez increíble, los gruñidos de Bankotsu en su oído solo la hacían perder cada vez más el control de su propio cuerpo, abrió más las piernas para dejarlo degustarse con su cuerpo y Bankotsu sonrió cuando ella de un momento a otro lo apartó con rapidez para colocarse esta vez sobre él, terminó de quitarse el vestido y lo arrojó a algún lado de su habitación, se colocó de nuevo sobre él y está vez ella misma se penetró con su pene sobre Bankotsu, él volvió a gemir cuando ella empezó a moverse con rapidez mientras el moreno acomodaba las almohadas sobre su cabeza para tener una mejor visión del cuerpo desnudo de Kagome, le encantó ver lo sonrosado de sus mejillas y la intensidad con la que ella misma se penetraba.

Pobre Chica RicaWhere stories live. Discover now