Don't Leave Me {BakugouxUraraka}

19

Uraraka dio media vuelta y caminó hacia donde sus compañeros estaba esperándola. Eiko solo reía y les parecía raro que no intentara detenerlos o atacarlos. "No entiendo a esta chica..." pensó Uraraka. Empezaron a caminar, y el lugar había cambiado de forma, se veía como un edificio normal.

—Espero que sea la salida de verdad —dice Tokoyami cruzado de brazos.

—Es... raro irse así sin más —comentó Tsuyu algo deprimida.

Uraraka seguía en silencio, dio media vuelta tratando de ver si Bakugou seguía ahí, si se arrepentiría, pero el lugar se veía vacío, ya no estaba. "Lo perdí" pensó, y se exaltó al pensarlo. 

Esta vez pudieron encontrar la salida fácilmente. Cuando salieron al exterior lo primero que hizo Uraraka fue sentarse sobre la pared, mientras que ésta vez sus lágrimas caían lentamente.

—Soy un fracaso —decía y sus compañeros se acercaron a animarla. Ambos la abrazaron y la ayudaron a que pudiera levantarse. 

Caminaron lentamente ya que Uraraka todavía estaba algo dañada y debilitada.

—No puedo creer que nos estemos yendo sin él —decía Uraraka— ¡debemos volver! —quiso salir corriendo hacia la entrada del edificio, pero de repente se escuchó una explosión detrás de ellos— ¡no puede ser!

Al los siguientes segundos aparecieron los héroes profesionales. Aizawa como su profesor primero los vio y fue a ver como se encontraban.

—¿Que hacían en estos lugares? —le preguntó, algo enojado y preocupado.

No les dio tiempo a contestar y se fue a juntar con los demás para ayudar, y ver lo que había pasado. Dentro de las destrucción del edificio, Eiko estaba en tirada en medio de todo el desastre, al parecer estaba inconsciente. Ayudaron a que saliera, pero al final, como era de esperarse era una trampa. Aizawa se había acercado hacia donde estaba ella, pero al instante que esta tratando de ayudarla recibe un ataque de parte de Bakugou.

—Esto va a ser eterno —decía Tsuyu ya cansada— pero tendremos que ayudar.

"Otra vez atraparon a Bakugou para ellos, otra vez pelear contra él". Veía como todos estaban peleando en medio del desastre. También llegaron sus compañeros para ayudarlos. Uraraka ya había recobrado un poco su aliento, pero con lo poco que se había mejorado empezó a correr hacia al rededor del edificio para ver todo desde otra perspectiva y ver como podían hacer para deternerlos y, de una vez, recuperar a Bakugou.

Teniendo la mirada sobre Bakugou, perdió su visión del frente y por ese pequeño error casi fue atacada con Dabi, pero el hielo de Todoroki había parado el ataque e hizo que éste desapareciera en la oscuridad.

—¡Gracias Todoroki! —y continuó corriendo, y Todoroki fue con ella.

—¿Que intentas hacer? —le pregunta.

—Esa chica, llamada Eiko tiene a Bakugou bajo un lavado de cerebro, estuvo siempre al rededor torturándolo y haciéndole pensar cosas que sé que no pensaría —contesta.

—Las noches pesadas... —dice Todoroki en voz baja, pensativo.

—Si, ella estuvo al rededor de él después de que lo habíamos rescatado —dice levantando los brazos, histérica. 

—No sabía que te preocupaba tanto —le dice mirándola de reojo, y ésta se sonroja— pero debes tener cuidado, sabes como es y más si está fuera de sí.