CAPITULO 20

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sentía que habían pasado años desde la ultima vez que estuve de pie frente a la puerta de la familia de Melissa, y no era para mas, ciertamente había pasado ya un tiempo desde que yo había pasado una tarde acá, en compañía de mi mejor amiga... pensándolo bien ¿siquiera tenia derecho a reclamar el que me hubiera ocultado el que se iba? yo no había sido precisamente una amiga modelo las ultimas semanas, mi vida se había resumido en Jared. Si aquí había una egoísta esa sin duda era yo.

Mi ceño se frunció con frustración, llevaba tanto tiempo de pie frente a la puerta que las manos habían empezado a congelarceme y el aliento frío que mi boca empezaba a despedir comenzaba a torturarme los pulmones, yo, simplemente, aun no sabia que diría, venia con la intención de reclamar pero ahora simplemente no sabía que decir.

Suspire de nuevo solo para ver como la puerta de roble pintada de un verde oscuro se abría frente a mis ojos, abrí los ojos con sorpresa solo para ver como la señora Katlyn, madre de Melissa y Zack, me miraba con la misma sorpresa que yo he de estar demostrando, un tono purpureo se hacia presente bajo sus ojos, en donde unas enormes bolsas le daban una expresión cansada y triste, tan triste que su característica sonrisa que solía ver al visitar esta casa no fue mostrada esta vez para mi.

— Kim, linda. Esta helando acá afuera, ¿no me digas que llevas mucho tiempo de pie aquí? —  pregunto, con un claro tono de preocupación.

— no, recién llegue señora. —  mentí con una sonrisa.

— ¿vienes a ver a Melissa? — pregunto, asentí solo para verla hacer lo mismo con comprensión. — bien, ella esta arriba en su habitación fingiendo que empaca una maleta... puedes seguir, yo voy de camino al supermercado así que te veré luego. — La señora Katlyn dijo todo aquello con tanta rapidez que pronto la vi bajar las escaleras del porche y caminar hacia su carro aparcado frente a la casa mientras aun me comunicaba aquello, evidentemente tenia afán.

Ahora solo se trataba de mi frente a la puerta de la casa de mi mejor amiga, deseando huir de ahí aunque para el momento resultaba imposible, pues muy seguramente Katlyn me mencionaría hoy en la comida.

Al asomar en la habitación con una descuidada decoración estilo emo, porque claro, Melissa había tenido esa época, la vi literalmente jugar baseball con algunas de sus prendas en forma de pelota, me recline contra el marco de la puerta mientras me cruzaba de brazos allí.   

 — así que... — comencé, viéndola saltar a causa de la sorpresa. — ¿un día simplemente vendría a buscarte y me encontraría con que la casa esta vacía? — Melissa rodó los ojos con cierta obviedad para luego dirigir sus botas militar a la enorme maleta que se encontraba despilfarrada sobre la cama.

— Zack es un maldito chismoso. — refunfuño

— no lo culpes, cualquiera asumiría que ya me habías contado. — dije tratando de controlar mi enojo, yo en serio no quería estar molesta con Melissa, sobre todo porque no creía tener el derecho de estarlo.

— es un maldito chismoso, tiene la boca floja. Estoy segura que de bono te informo que yo soy lesbiana. — soltó Melissa con tal enojo que la vi lanzar agresivamente algunos de sus libros dentro de la maleta, yo boquee ante la nueva información, mi cerebro tan solo intentaba procesar aquella nueva información mientras me mordía la mejilla suplicando que mi expresión no fuera hiriente para mi mejor amiga.

Melissa abandono su desordenada maleta para dirigirme un poco de su atención, podía sentir mis ojos desproporcionadamente abiertos denotando una sorpresa que me estaba resultando imposible de disimular; el rostro de Melissa palideció a tal punto que pronto se asemejo a la camiseta que estaba usando.

— ¿Zack no...

— no menciono nada al respecto. — complete, la vi tragar saliva mientras clavaba su mirada en un lejano punto de la habitación.  — pero tampoco es importante. — comencé, sintiéndome culpable de su expresión preocupada. — es como si simplemente se me acercara y preguntara: Kim, ¿acaso sabias que mi hermana es signo Leo? suena estúpido ¿no crees?

Wolf Eyes |Jared Cameron| |Libro 10| de la serie 'improntas'Donde viven las historias. Descúbrelo ahora