Wolf Eyes |Jared Cameron| |Libro 10| de la serie 'improntas'

CAPITULO 7

Maratón (3/3)

Me gire con furia, Jared me había seguido a lo largo del pasillo con su actitud extraña y yo aun no tenia idea de lo que pretendía.

–  ¿que haces? – chille. – ¿porque me sigues? – el me miro con confusión marcada. Su expresión me obligo a bajar la guardia, nunca lo había tenido tan cerca ni mirándome de una forma tan tierna ¡Rayos! Kim, céntrate. Debes dejar de idealizar todo en lo que respecta a Jared. – ¿porque haces esto? – re intente, con un tono de voz mas calmado. Jared sonrió, ¡mierda!... No sonrías, por favor.

– ¿alguna vez te han dicho lo hermosa que eres? – pregunto, sentí un vértigo. Uno semejante a cuando vas por la calle en el auto de tus padres y el nivel del suelo cambia repentinamente y en tu estomago hay un vació, se libera un cosquilleo y te falta levemente el aire... ese tipo de vértigo sentí al escuchar eso. No lo negare, ni mentire, me moría por sonreír como tonta e incluso mordí mi labio inferior para no hacerlo frente a el.

– no, nadie lo dice nunca, Jared. – respondí, cruzándome de brazos frente a el... realmente era un gesto de defensa.

– bien, pues yo te lo digo... – se quedo en silencio, su expresión segura se perdió en un titubeo y me miro, me miro en silencio un par de segundos, entonces me miro con una expresión de disculpa. – ¿puedes decirme tu nombre, por favor? – pregunto, enderzandose para pasar la mano derecha por su cabello mientras me dedicaba una mirada avergonzada, resople al escucharlo y negué levemente con desaprobación.

– hiciste que alguien a quien nisiquiera conoces su nombre perdiera una clase. – le recrimine. – ¿que tipo de persona es esa? – dije, entrecerrando mis ojos. Jared sonrió divertido, no se que le parecía tan gracioso cuando yo estaba realmente irritada. 

– solo dime tu nombre. – pidió, se inclino hacia a mi y yo negué levemente dando un paso hacia atrás, evitando la cercanía entre nosotros. – ¿normalmente eres testaruda? – pregunto, normalmente pienso que no seria capaz de ser testaruda contigo. Quise decir, pero en su lugar tan solo guarde silencio. El sonido del timbre inundo el instituto, todos salieron de sus aulas para correr a otras para la segunda hora de clases, me mantuve contra la pared aun de brazos  cruzado, Jared Cameron simplemente no dejaba de mirarme.

– ¡Kim! – reconocí la voz de Melissa a lo lejos, rodé los ojos al ver la sonrrisa de autosuficiencia que ahora me dedicaba Jared. Ya no necesitaba insistir, mi nombre ya había sido revelado, así, sin mas. – ¿estabas esperándome? – pregunto mi amiga colgándose de mi brazo, miro a Jared y por su expresión pude saber que era la primera vez que notaba que con quien hablaba era con el. – ¿interrumpo algo?

– si.

– no. – dije, al unisono de la respuesta afirmativa de Jared. – Camina. – insistí, jalando el brazo de Melissa. – tenemos química. – y en menos de nada me encontraba desapareciendo por el pasillo, hacia el salón de la señorita Babcok.

– ¿que fue eso? – interrogo, Melissa justo cuando cruzamos la puerta del salon, los demás estudiantes apenas llegaban y la profesora aun estaba sobre su escritorio, leyendo su plan de estudios sin prestar atención a su alrededor.

– ¿de que hablas? – pregunte, fingiendo desinterés, llegando a mi habitual silla, Melissa se sentó junto a mi.

– no te hagas. ¿que paso? – pregunto.

– no tengo idea. – dije en un susurro, pues la señorita Babcok acababa de cerrar la puerta del salón, Mel me miro con confusión.

[...]