Kim Samuels lo ama, de eso no hay duda alguna, esta profundamente enamorada del chico guapo que se sienta a su lado en clase de matemáticas Jared Cameron es su nombre, pero el ni siquiera parece consciente de su existencia mientras ella garabatea su...
Me encontraba parada en el portal de la puerta en casa de Emily, mientras la veía trabajar diligentemente en la cocina; lucia muy distraída y solitaria, tanto que me pregunte como podía estar tan tranquila mientras la puerta de su casa estaba abierta de par en par ¿no temía ser robada? no era que eso sucediera en un lugar tan pequeño y tranquilo como la reserva, pero, ser un poco desconfiada seria mejor.
Emily dejo caer estrepitosamente sobre la barra de la cocina el recipiente en el que se encontraba haciendo algún tipo de mezcla en cuanto me vio parada en la puerta, sus ojos se abrieron con sorpresa y se llevo la mano al corazón mientras respiraba con pesadez, tuve que sonreír con una expresión de disculpa al percatarme de lo que acababa de hacer.
– ¡cielo santo! – se quejo, aun con la mano en el pecho, mirándome desde su lugar en la cocina. – ¿cuanto tiempo llevas ahí? – pregunto, enderezando por fin su postura. – la próxima vez, Kim. – decía, mientras su paso se dirigía a la puerta, desplegando una amable sonrisa en su rostro, ya que parecía haber sobrevivido al susto. – avísame que estas acá. – dijo, llegando frente a mi para abrazarme. – ¿sucedió algo? – pregunto al ver mi expresión. – ademas de aparecer acá como un fantasma, pareces uno también, tienes una expresión muy seria... Ven, entra. – su brazo derecho se deslizo sobre mis hombros y pronto fui impulsada hacia el interior de su casa. – ¿estas bien? – pregunto de nuevo, cuando ya habíamos llegado a la cocina, sonreí en respuesta.
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– si, todo bien. – dije, con toda la seguridad que fui capaz de reunir, Emily me miro con una expresión que denotaba no estaba muy convencida de mi respuesta. – es solo que... – insistí de nuevo. – Jared dijo que estaría acá, quede de ayudarle con sus clases pero parece que no esta acá. – dije, frunciendo el ceño con una fingida molestia frente a los ojos de Emily, ella me sonrió al verme actuar así.
– a los chico... se les presento algo. – me contó. – tal vez no tarde en regresar, puedes esperarlo si quieres.
– no quiero incomodar.
– nunca lo haces, linda. – dijo con una sonrisa maternal. – ademas, Jared se molestara si se entera que no te ofrecí quedarte. – dijo con un tono burlón, fruncí el ceño, no era para tanto, Emily de seguro estaba exagerando. – bien... aprovechando que te veo. – dijo con una renovada sonrisa emotiva, sonreí de regreso aunque no tenia idea de que diría. – ¿como va lo tuyo con Jared? – mis ojos se expandieron con sorpresa, mi lengua trastabillo y mi cerebro, como era usual últimamente, no era capaz de pensar con claridad, mucho menos organizar una frase completa para preguntar o incluso responder algo, Emily comenzó a reírse al ver mi expresión. Deje de mirarla, dedicando mi atención hacia otro lugar de la habitación que me ayudara a que las neuronas en mi cerebro dejaran de hacer corto circuito entre ellas.
– ¿que es lo mio con Jared? – pregunte, inocente, cuando Emily había dejado de reírse y mis labios ya no temblaban tanto como para evitar ser abiertos.
