Wolf Eyes |Jared Cameron| |Libro 10| de la serie 'improntas'

CAPITULO 6

Maratón (2/3)

Tal y como Melissa había indicado, esto, lo que fuera que estuve haciendo toda la tarde con Zack; no era mas que una salida amistosa, por fortuna, debo decir. Porque no habría sabido que decir si de su boca hubiera salido algo parecido a una declaración. Debo admitir que la tarde había pasado volando, habíamos vistos Kung fu panda en el cine y luego habíamos comido algo; ahora íbamos de regreso a la reserva mientras en la radio se reproducía Beat it de Michael Jackson. No hubieron situaciones incomodas entre nosotros, disfrutamos la película e incluso compartimos de nuestra comida, habíamos bromeado y nos habíamos reído un par de veces de Meli aprovechando su ausencia; podía imaginarla bajo las colchas de su cama ya vestida con su pijama y fantaseando con todas las veces en que podría llamar esclavo a su hermano, el parabrisas se encendió, una leve lluvia se liberaba en el exterior mientras las llantas de la camioneta de Zack rodaban sobre la humedad carretera que conectaba Forks con la reserva. Lo mire, percatándose de que Zack se encontraba felizmente tarareando la canción que se emitía en la radio.

– ¿Harás algo mañana? – pregunto, mirándome una fracción de segundo, cuando la canción había finalizado.

– No realmente. – dije, dedicandome a ver el oscuro bosque a través de la empañada ventanilla.

– ¿Quieres ir a la Push? – pregunto, esbozando una sonrisa que alcance a ver, negué levemente con una expresión de disculpa enmarcada en mi rostro.

–  No tengo planes pero es precisamente porque debo quedarme en casa. – dije, con una sonrisa ladina. – es el cumpleaños de papá. – comenté, Zack me dedico una sonrisa acompañada con un gesto de sorpresa.

– ¿En serio? ¿El señor Samuels estará cumpliendo años mañana? – pregunto, con evidente emoción. – ¿Crees que pueda pasar a saludarlo en su día? – pregunto con una sonrisa, me encogí de hombros con un gesto en mi rostro que indicaba que podía pasarse sin problema, Mis padres y los padres de los mellizos Oregón se llevaban muy bien, para ser sincera. Creo que Zack era el único chico que podía pasarse por el supermercado y quedarse un rato a bromear conmigo sin recibir una mirada intimidadora por parte de mi padre, era por eso que sabía que Papá estaría más que encantado de verlo el día de su cumpleaños.

[...]

– amiga, date cuenta. – dijo Melissa con un tono maliciosamente bromista impregnado en su voz, me lo había susurrado, mientras en la mesa de la cocina veíamos a mi padre estrechar animadamente la mano de Zack; que acababa de obsequiarle un reloj por su cumpleaños. – esto es muy bajo, incluso para Zack. – susurro de nuevo.

– pero... ¿De qué hablas? – dije, susurrando también, por suerte mis padres hablaban muy animadamente con el muchacho sin prestarnos atención alguna.

– ¿Que no ves? Se gana a tus padres, ya que tú no pareces interesada. – enfatizó. – debe pensar que la palabra de papá y mamá puede hacerte pensar que el es un buen chico para ti. – dijo, enarcando una de sus finas cejas, la mire con panico pensando en ello.

– es imposible. – dije en un susurro que aún así, había sonado fuerte. Las voces en la habitación se acallaron y me gire para ver la forma curiosa en la que los tres conversadores nos observaban. Sonreí con inocencia. Las tres personas a tres metros de nosotras volvieron a hablar vivida mente. – me siento como en la edad media. – me queje. – ¿Que sigue? ¿Traerá dos gallinas, tres vacas y un terreno en las afueras de la reserva para canjearme por eso? – le solté, Melissa río por lo bajo mientras colocaba sus dedos sobre el puente de su nariz.