47.

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Capítulo 47.

Niall se aleja de la ciudad, dejamos atrás el tráfico y las calles aglomeradas. El paisaje poco a poco comienza a cambiar mientras tomamos la carretera.
Los inmensos árboles y praderas nos dan la bienvenida.
Todo es maravilloso, me siento muy afortunada de poder estar conociendo esta parte de la ciudad.

El ánimo de Niall mejora al ver mi alegría. Y es que a pesar de haber presenciado una discusión bastante fuerte, no quiero permitir que domine mi mente.
Después de varios minutos en donde todo es campo abierto, Niall gira hacia su izquierda entrando a un sendero de tierra.
Con curiosidad observo como cruza un portón de madera bastante antiguo, nada comparado a los lujos que él suele rodearse.

Al fondo del camino, escondida entre inmensos árboles puedo ver una hermosa casa de campo. Toda ella es piedra sólida y madera.

-Niall, que bonita casa. ¿Quién vive aquí? —Le pregunto.

Él detiene el motor y me sonríe.

-Es mi casa. La compre hace algún tiempo, eres la primera en conocerla. Ni siquiera los chicos saben de su existencia. —Me dice con diversión.

Me siento impactada y emocionada.

-Es preciosa Niall, es como un cuento de adas estar aquí. —Le digo y él suelta una carcajada. —No te rías, es verdad. Me encanta.

Niall se acerca y besa mi mejilla.

-Si, es un lugar muy tranquilo y bonito. Ven conmigo.

Nos bajamos rápidamente del Nissan y corremos hacia la entrada para refugiarnos de la lluvia. Niall busca unas llaves y abre la puerta invitándome a entrar.
Me siento enamorada de esta casa, todo es madera, todo rústico y el olor exquisito a roble inundan mis fosas nasales.

-Puedes dejar tu abrigo en el perchero. Yo iré a buscar madera para encender la chimenea. —Me pide.

-¿Puedo ayudarte?

-No es necesario preciosa, dejame hacer esto a mi. —Me pide con una linda sonrisa.

Le sonrío y él se aleja por un pasillo. Mientras dejo mi abrigo en el perchero observo el salón y parte de la cocina, todo es pequeño, todo está muy junto y bien organizado.
Podría quedarme aquí el resto de mi vida con él y sería extremadamente feliz.
Cuando él vuelve trae un montón de pequeños troncos que deja en suelo al lado de la chimenea.

-¿Te gusta lo que has visto? —Me pregunta.

-Me encanta. El olor del roble es tan exquisito, como un incienso constante, realmente enamorada de este lugar. —Le digo y él vuelve a sonreír. —Si yo tuviera la posibilidad de tener un lugar así, también lo haría.

-Bueno, podemos compartir este lugar si quieres.

-Pesado. —Me rio de él por lo que ha dicho.

Niall no me responde, termina encender el fuego y luego se acerca a mi lado. Su cabello está húmedo y las gotitas de agua están alrededor de su abrigo.

-Deberías sacarte esto. —Le pido y sin esperar su respuesta comienzo a deslizar su abrigo por sus hombros. —No quiero que te enfermes.

Me acerco al perchero y la dejo junto a la mía. Cuando giro hacia él, está mirándome.

-Magda ¿Me quieres? —Me pregunta apenas en un susurro, sus hermosos ojos azules me miran atentamente.

El rubor sube por mis mejillas mientras me acerco nuevamente a su lado. Por supuesto que sé la respuesta.

-Sí Niall, te quiero demasiado. —Susurro. —¿Y tú a mi?

-Te quiero, te quiero mucho. —Dice acercándose. Sus brazos rodean mi cintura con fuerza. —Siento tanto lo de hoy.

-No pienses en eso por favor. —Le pido. —Harry solo estaba ebrio, cuando se recupere podrán hablar. Ahora quédate conmigo, disfrutemos de este tiempo.

-Tienes razón.

-Soy muy feliz ahora mismo. Y me siento afortunada de ser yo quien pueda tener el placer de conocer este lugar.

-Eres la única chica que he deseado enseñarle esta casa, y es porque me gustas mucho, y... —

-¿Qué? —Alzo mi rostro para miralo.

-Me haces muy feliz Magdalena.

Sus palabras me hacen sentir un montón de mariposas en el estómago.

-Y tú a mi. —Susurra y acaricio su mejilla. Está fría. —¿Tienes café? Puedo prepararlo para ti, estás congelado.

-Sí, estoy bastante abastecido aquí. —Él sonríe. —Preparemos café y luego nos sentamos frente a la chimenea.

-Perfecto. —Digo y comienzo alejarme.

Pero él vuelve a tomar mi cintura. Sus labios buscan los míos y me besa. Su lengua caliente se une con la mía mientras mis brazos envuelven su cuello.
Niall es tan embriagador, podría estar besándolo todo el tiempo, no me cansaría, me encanta demasiado.

𝐃𝐄 𝐔𝐍 𝐒𝐔𝐄Ñ𝐎 𝐀 𝐋𝐀 𝐑𝐄𝐀𝐋𝐈𝐃𝐀𝐃 - 𝐍𝐇 𝐁𝐘 𝐍𝐀𝐓𝐇 🥀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora