↪ La vida de Jisung cambia cuando su mejor amiga le pide acercarse al chico popular y deportista Lee Minho.
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La vio tomar servilletas para limpiar lo poco que había escupido de su bebida, como también luego de unos segundos verla estirarse con la intención de limpiarle sus labios.
− Puedo hacerlo solo −comentó apenas al sentirse observado y apenado por el bochorno que estaba pasando, y no era para menos cuando a una distancia vio al hermano mayor observándoles.
− ¡Bin! −escuchó gritar a Dabin apuntando la pelota que había pasado Woojin a su hermano.
Su respiración se regularizó al ver a Changbin recibir con destreza aquel balón que luego de unos segundos fue lanzado al arco para grito victorioso del equipo.
Una boba sonrisa apareció en sus labios luego ver aquella hazaña de su amor platónico.
− Es bueno, ¿verdad? −le escuchó preguntar a Dabin sin dejar de observar al mayor, embelesándose al verlo sonreír con el equipo de básquet− Lástima que no creció más, sino junto a Minho podrían ser descubiertos y...
Realmente dejó de escucharla al ver, por primera vez, la felicidad pura reflejada en el rostro del pelinegro. Aquel chico que no sólo le robaba el aliento cuando pasaba a su lado sino también tenía su corazón casi en sus manos.
− Lix, Lixie −Dabin le golpeó ligeramente el hombro sacándolo de su ensoñación− ¿Estás bien?
Asintió con torpeza y sintiendo como sus mejillas comenzaban a calentarse producto de la vergüenza al verse casi atrapado por la chica.
¿Qué pensaría Dabin al descubrir su enamoramiento por su hermano menor?
"Karma, esto es karma por criticar a Jisung con sus confusiones."
− ¿Ella es la novia de Minho? −le escuchó preguntar al verla observar al mencionado con una chica dándoles la espalda− Creo que está en su mismo curso, debe ser Ryu...
− No es su novia −cortó las palabras de la chica al ver a Ryujin girarse un poco al hablarle al deportista− Aunque ella si está interesada en Minho, pero no parece ser reciproco.
− ¿Será por ese chico que dicen?
Si se tratase de una película, Félix estaba seguro de que el movimiento de su cuello habría recreado casi la escena del exorcista.
− ¿Qué...? −la palabra murió en su boca al pensar que quizás los demás jóvenes hayan descubierto el interés de Minho por su amigo.
− Difícil de creer −le escuchó susurrar en tono bajo, como si no le diera importancia a aquel chisme que parecía circular entre los demás− Entonces debe estar invitándolo a la fiesta, lo que me recuerda invitarte.
"¿En serio, otra vez? Pero si ya te rechazó hace unos días."
Era lo que Félix hubiera exclamado si estuviera nuevamente entre medio de Minho y Ryujin. Le era increíble la insistencia de la chica con el deportista. Lo único que lograría con esa actitud pesada era que Minho se cansase de ella y no la quisiera ni como amiga.
− ¿Debo tomar tu silencio como un sí?
− ¿Qué? Si, supongo −titubeó con desconcierto para luego escuchar como Dabin aplaudía feliz ante su respuesta.
¿Exactamente que la había llevado a...?
− Le contaré a Bin que serás mi pareja de la fiesta, ¡sí!
"¡Holy shit!"
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