Capitulo doce { final }; Un nuevo comienzo.

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Frente a frente, como hacía varias semanas no estaba con ella. No era una cita, ni siquiera tenían un término fijo, solo estábamos reunidos para hablar a petición de ella. Yo estaba perdido, perdido porque simplemente no sabía cómo actuar en situaciones como estas. Era la primera vez en toda mi vida amorosa que una ex pareja me citaba para volver a vernos, esto era incomodo. 

No era incomodo el hecho de tener que verla, de tener que hablarle, lo era el hecho de que no dejaba de tirar preguntas al azar queme callaban la boca. Dayanne era del tipo de personas que no se podía engañar, justo como decía Patricia,  y me encontraba en la situación en la cual ni una sola mentira podía salir de mis labios.

Joeh, era demasiado incomodo.

Miles de preguntas volaban a mi sin pausa, algunas eran preguntando sobre mí, otras sobre las personas cercanas a mi vida. Parecía querer sacar algo de mí, y finalmente lo confirmé cuando preguntó sin discreción sobre Guillermo.

— No entiendo la pregunta —murmuré sin saber qué responder o cómo tomar la pregunta. Sus labios podían decir una cosa, pero se notaba por encima que deseaba saber otra cosa.

¿Qué estaba pasando aquí?

—  Solo te pregunto por Willy, no creo que sea una pregunta tan mala —ahí íbamos otra vez con esa sonrisa de satisfacción algo retorcida que en toda la charla me había mantenido con los pelos de punta.

— Bien, supongo. No entiendo por qué debería saberlo —la respuesta con menos interés que habría podido dar en mi vida era la que más parecía poder salvarme en esa situación.

La vi tomar un sorbo más de su bebida gaseosa antes de tomar su bolso y ponerse de pie. Ahora sí que entendía menor, parecía estar lista para ir… parecía que ya había encontrado la respuesta que quería.

— Al menos deberías ser sincero —hablo sin siquiera mirarme, con algo de rabia. Se le notaba por encima.

— ¿Qué quieres que te diga? —respondí por inercia arrepintiéndome en el acto de haberlo hecho cuando guió su mirada hacia mí.

— ¿Me ves cara de tonta o qué, chico? —rodé los ojos sin saber qué hacer, deteniendo mi vista en otro punto del lugar que no fuera ella— Lo que no has logrado decirme desde que comenzamos a salir, me lo ha dicho hace unos días Wendy sin pelos en la lengua ni pausas.

Mierda.

— No hace falta que digas nada ahora —dijo tras unos segundos que fueron casi eternos, totalmente mortales—, esperaba que me lo dijeras en la cara, pero ya no hace falta.

— Sigo sin entender para qué me citaste —y volvía a lo mismo, hablar sin inercia sin procesar un tanto lo que salía de mi boca. Nuevamente, volvía a arrepentirme.

— ¡Porque quería saberlo de ti! —fue hasta entonces que volteé a verla directamente una vez más. Lucia destrozada, a nada de llorar en media cafetería bajo la mirada de curiosos que no dejaban de mirar nuestra mesa.

— ¿Esperabas que te dijera algo así como si no fuera importante, Dayanne? ¿Te has vuelto loca? —mientras ella había vuelvo a su asiento para disipar las miradas ajenas, era ahora yo quien se preparaba para irse— Terminamos porque no podía estar contigo mientras pensaba en alguien más.

— Guillermo —murmuró sin verme, su voz estaba quebrada. Era la peor persona del mundo, era un idiota por haber hecho este tipo de cosas cuando no estaba seguro de anda.

— Por quien sea —conteste luego de haber tomado una bocanada entera de aire, desesperado—, no podía seguir así. No quería engañarme más a mí, ni a ti.

En silencio. { Mini-Fanfic | Wigetta }Donde viven las historias. Descúbrelo ahora