En silencio. { Mini-Fanfic | Wigetta }

Capitulo seis; Pasado en el pasado.

Hay que aclarar algo antes que nada, ¿vale? Yo no suelo ser una persona celosa, además de que ni siquiera tenía un verdadero motivo como para decir “oh, tienes razón, Samuel” ¿Qué sentido tenía de enojarme con él ni tenía la culpa? Pero es que bien, tampoco podía andar demasiado feliz después de haber visto cosas que no me gustaron para nada. Se preguntarán; ¿pero de qué mierda estás hablando, Samu? Y yo les responderé; ¡pues de salseo que habían formado las chicas de Tumblr por Twitter! ¿Salseo? ¡Que va! Diosito, creo que no me estoy dando a explicar bien. Fue más o menos el lunes sino estoy del todo mal, era de noche cuando de la nada mi adorado Twitter se llenó de notificaciones… más notificaciones de lo usual. ¿A qué venía todo esto? Pues a una foto del año pasado subida por una chica de la cual preferiblemente no espero hablar mucho. ¿Celos? Pues sí, un poquito, pero era más como aquella cosilla tonta que me guardaba para mi mismo… el pensamiento de que Guillermo era como un ángel se fue a la basura instantáneamente mientras leía miles y miles de comentarios de mis guapas seguidoras.

Buah, chaval, os juro que me comía la pantalla a golpes ese día. ¿Lo mejor de todo? No podía decir nada; no podía quejarme, no podía mostrarme celoso, no podía molestarme con él, no podía nada. Y mientras yo estaba a nada de coger a golpes una almohada él estaba muerto de la risa en la sala como si nada llamándome de vez en vez para solo soltar comentarios en plan “¡se ha armado de todo en twitter!”

Aquel día pasó sin más, podríamos decir incluso que los siguientes días pasaron de una manera bastante normal. Seguíamos comportándonos entre nosotros como siempre, salíamos y pues… ¿normal, no? Digamos que mi martirio para esos días fue aquella muchachita que tenía como pareja; mi enana. Que cobarde era; no podía ni llamarla o algo… tenía miedo de que llegara en verdad el momento de terminar con ella. ¡No quería hacerlo! Bueno sí, sí quería terminar con ella, pero no deseaba lastimarla de ninguna manera.

— Que te alejes de ella no hace que no la lastimes, Samuel… para ella aun eres su novio, ¿sabes? —Wendy, mi cielo, odio aquel tonito de voz que usas para hablarme y reprocharme ciertas cosas.

— Ya lo sé. —Respondí sin muchas ganas al tiempo que volvía mi vista a la pantalla del portatil. Estábamos en el departamento, en el que compartí con Willy, ella estaba acostada en mi cama con su celular en mano enviando mensajes como si no existiera un mañana. Yo, por mi parte, terminaba de editar un vídeo que seguramente subiría a la siguiente semana.

— ¿Entonces? —Calló por un segundo esperando mi respuesta pero antes de que pudiera darla saltó de la cama para después comenzar a gritar. Pues sí, así era ella de emotiva cuando su pareja le enviaba mensajes bonitos.— Dile que me va a matar.

— ¿Qué? —Ante sus últimas palabras solo supe soltar una fuerte risa. Ya no entendía sus palabras puesto que tenía la cara clavada en mi almohada; quizás gritando cosas incoherentes como la mayoría de las veces.— ¿Cuándo piensas presentármela?

— Cuando yo misma la conozca en persona, corazón… —Y ahí estaba de nuevo esa Wen que pocas veces salía a la luz. Era como una rosa intentando ocultar sus propias espinas— Esperemos que eso sea pronto, ¿va? —Lo único que me alegraba es que había podido cambiar la conversación.

Si es que se lo preguntan, y espero que se lo pregunten; Wendy tenía más o menos como un año saliendo con una chica que Latinoamérica, era una especie de relación a distancia. Se conocieron por internet, hasta la fecha siguen juntas y esperando el momento en que alguna de las dos pueda ir a ver a la otra.

Supongo también que a todas estas se estarán preguntando en donde quedaba Guillermo, ¿ah? Él estaba en la sala jugando a sus cosas raras, al menos fue así hasta que se escuchó un fuerte portazo. Fue en ese momento cuando Wen y yo nos quedamos en silencio esperando que algo pasara… pero nada. Al parecer Willy se había encerrado en su cuarto. No lo entendía… pero pude entender después de unos cinco minutos cuando Wendy entró a su propio Twitter y encontró cosas que no debería ser vistas por nadie.