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25 de febrero, 2039

4:12pm

Jericho

Simon se agachó a revisar el bizcocho que estaba en el horno. Al parecer aún le quedaba el 86% de cocción para estar en el punto perfecto. Llevaba varios días buscando recetas de cocina y descargando archivos, postres magníficos y almuerzos perfectos se almacenaban en su memoria, pero extrañamente, prefería preparar cosas simples.

El sonido de la puerta abriéndose rompió el silencio de la casa (era raro que esa vivienda en particular estuviera callada, pero ni Josh, ni North estaban en esos momentos allí), Markus atravesó la entrada con tarros de pintura y bochas manchadas en mano. La ropa que llevaba puesta era la que siempre usaba en algún trabajo o proyecto (era difícil quitar manchas de pintura en la ropa y ellos no tardaron en descubrirlo, aunque Markus, a cada día que pasaba, extrañamente, manchaba más su ropa con pintura, y no a causa de problemas en la coordinación de sus sistemas).

- ¿Ya acabaste el mural de la pared norte? -preguntó con cariño Simon al verlo pasar.

Markus dejó todo en el suelo y con un casto beso le respondió.

-Todos dice que quedó hermoso, pero me gustaría la opinión de un experto- bromeó tomando al androide por la cintura.

-Bueno- habló el rubio poniendo una mano en el pecho del heterocromático- si es como el resto de tus trabajos creo que ya tienes una respuesta.

Gestos como esos se sentían cada vez más natural entre ellos.

-Siento un olor dulce, pero no sé si eres tú o estas cocinando algo- le sonrió Markus.

-Oh, parece que alguien ha estado practicando piropos.

Ambos rieron y con otro beso se separaron.

-El bizcocho está casi listo, pero si quieres un poco tendrás que llevar todo eso al cuarto de arte- Simon apuntó todo lo que Markus dejó en el suelo. (La vivienda tenía cuatro dormitorios, tres en el segundo piso y uno cerca de la escalera. Los tres de arriba lo utilizaban Josh, Simon y North, pero desde que Markus y Simon comenzaron a dormir en el mismo cuarto, la habitación vacía fue utilizada rápidamente por todas las herramientas y trabajos del heterocromático).

-Como usted diga mi señor- bromeó, y sus pasos se perdieron al subir la escalera.

Simon sacó con cuidado el postre del horno, dejándolo a salvo cerca de la ventana para que no tardara tanto en enfriarse. Se quitó los guantes de cocina (que a la mala se había acostumbrado a usar) y comenzó a lavar la loza sucia.

Unos golpes en la entrada perturbaron sus pensamientos.

Con la gentileza que lo caracterizaba abrió la puerta. Al encontrarse con Connor y el teniente del otro lado no puedo ocultar un breve gesto de sorpresa, eran las últimas personas con las que esperaba encontrarse en lo que quedaba de día.

-Oh, buenas tardes Connor, teniente, detective- saludó cordial a las personas que conocía, pues otros dos androides estaban con ellos.

-Hola Simon, disculpa ¿está Markus por aquí?

-Si, de hecho, está arriba, ¿Por qué no pasan? -hizo un gesto para dejarlos entrar - ¡Markus! -llamó hacia arriba por las escaleras- te buscan.

-Gracias- susurró Peter mientras atravesaba la entrada.

-Supongo que no nos han presentado- el rubio se dirigió esta vez a los dos androides extraños, uno de ellos raramente similar a Connor- Soy Simon -se presentó.

-Ryan.

-Peter.

Ambos se presentaron y estuvieron charlando agradablemente hasta que Markus hizo presencia, ya vestido como normalmente lo hacía.

El color de los Sentimientos [Hannor]Where stories live. Discover now