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27 de febrero, 2039

Zona Oeste, Complejo de Apartamentos S, Detroit.

5:43pm

-Tengo grandes expectativas de ustedes Fred, y has fracasado mucho últimamente, no es propio de ti -resonó por el sombrío cuarto una voz firme y calmada.

Fred solo se encontraba allí de pie, a unos metros del propietario de la fría voz, con la cabeza agachada y con un temor inundando cada vez más su sistema, impidiéndole moverse.

-Me disculpo por mi rendimiento y el de mi compañero señor- fue un milagro que su voz no temblara o se distorsionara en ningún momento al formar esa simple oración, agradecía a quien fuera ser un androide en ese momento.

-Les daré 48 horas, obtengan la información, sabes que pasará si no lo hacen, y no me gustaría desperdiciar a alguien como tú.

-Si señor, gracias- se limitó a decir caminando hacia la salida, guardándose su opinión al respecto.

-Y Fred- llamó al chico provocando que se girara- usa el método que tengas que usar, no importa cuál sea.

Solo asintió con la cabeza y salió por la deteriorada puerta.

48 horas era lo único que escuchaba en sus circuitos, 2 días era un tiempo muy limitado, y que ambos fueran buscados por la policía no ayudaba exactamente. Si que estaba jodido.

Hundido en sus pensamientos chocó con alguien en los oscuros pasillos del lugar (una especie de "guarida" le gustaba llamarle).

-Disculpa- dijo apático levantando la mirada- oh, eres el nuevo ¿verdad? -suavizó su tono.

-Si, Ralph es nuevo, si- comentó el androide sonriente.

- ¿Cómo te atrap- cómo llegaste aquí?

-Visitantes son malos, le hacen daño a Ralph, pero estos visitantes fueron buenos- su sonrisa no se borraba, inclinando levemente la cabeza de derecha a izquierda como si una melodía no abandonara su mente- le dijeron a Ralph que lo ayudarían y ningún visitante le haría daño de nuevo. Le dieron a Ralph un nuevo hogar, este hogar.

-Me alegro por ti- miraba al chico un poco más alto que él, ese androide no duraría nada en el lugar. Si no lo desactivaba el jefe, lo harían los demás a golpes.

-Tú y Ralph son parecidos- dijo captando la atención de Fred- tienen la misma herida- apuntó su rostro y luego el del contrario, pues si eran similares marcas- ¿te la hicieron visitantes?

-Si Ralph, eso fue- contestó en una cansada y breve risa, retomando su camino e ignorando el parloteo que seguía saliendo de la boca del otro. Debían comenzar la búsqueda de los androides RK de inmediato, cualquiera que fuera serviría.

El camino de Fred se hacía cada vez más opaco a la vista, pero para los androides no era ese el problema. Todos en ese lugar tenían y debían mantener los archivos enviados por Kamski activados, era una regla que el jefe cuidaba demasiado, y la verdad, Fred ya empezaba a pensar que era para su diversión.

Y por más que quisieran irse o escapar, no había otro lugar al que acudir, es como querer salir de la mafia, siempre te encontraran, no importa que tan lejos vayas. Y Fred no iba a permitir que los desactivaran, ni a Wade ni a él.

Solo debía cumplir el trabajo.

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28 de febrero, 2039

Zona Norte del Complejo, Detroit.

11:50pm

Casi más de 24 horas habían pasado desde que iniciaron y ni un solo rastro de los androides que buscaban.

Fred sabía que no los encontrarían a tiempo. Solo le quedaba la idea de un milagro de rA9, un dios falso en el que ninguno de ellos confiaba más.

-Hey, Hey, tranquilo, encontraremos a alguno de esos bastardos, solo cálmate, tu estrés está demasiado alto- le habló Wade acercándose de nuevo a él por el oscuro callejón.

-No me pidas que me calme Wade- hablaban casi en susurros- el tiempo se nos acaba y ni un solo rastro, huella, señal, pista, como quieras decirle. No lo lograremos.

-Uy, ese no es el Fred que conozco, nos quedan muchas horas aún.

-Deja de fingir Wade, se acabó. Es la tercera vez que escapamos de la policía hoy, que quien sabe como lo hicimos. Ya intentamos todo, hackear cámaras, teléfonos, buscamos en lugares donde frecuentaban y nada, solo, ya no se que hacer.

A cada palabra el estrés del androide aumentaba en dígitos, pero llegó a un punto donde se detuvo, y se mantuvo allí.

-Entonces escapemos juntos- dijo Wade luego del silencio que se formó entre ambos- ya sabes, salir de la ciudad, quizás del país-

-Wade basta- lo interrumpió el contrario- no podemos hacer eso, nos encontrará.

-Se cansará de buscarnos, vamos, tiene más juguetes que solo nosotros.

-Somos sus mejores armas, ¿por qué crees que seguimos vivos?

-Entonces que hacemos perdiendo el tiempo- ambos se miraron por segundos en silencio, y la esperanza de Fred no daba señales de volver- escucha Fred, se que he arruinado las cosas muchas veces, pero vamos a salir de esto. Lo prometo.

Wade solo le dió un corto abrazo, y el nivel de estrés de ambos comenzó a bajar lentamente.

-Ahora- continuo -ambos estamos cansados, hambrientos, etc, por culpa de estos malditos programas que instalamos, robaré unas cuantas golosinas y dormiremos solo 3 horas para recargar, ¿está bien?

-Eres el mejor Wade- habló ya de forma más calmada y su expresión relajada, aunque con la sinceridad más pura que pudo manifestar.

-Si, si, ya lo sé- con una suave risa se levantó- vuelvo enseguida- y salió del callejón.

Fred se quedó meditando unos segundos en el suelo, y con el sonido de los automóviles pasando por la calle, se alzó del piso con una idea cruzando su cabeza.

Ese corto abrazo fue lo necesario para que Fred tomara una decisión.

Le tomó 4 minutos a Wade volver al callejón con unos paquetes de dulces, solo para encontrar el estrecho lugar vacío.

Otros 4 minutos para asegurarse de que Fred no estaba por los alrededores ni encontrar señales de él, al igual que de ninguno de sus "compañeros androides" del complejo.

-Maldita sea Fred, ¿a dónde fuiste? -susurró para si mismo mientras una idea cruzaba por su cabeza.

Ese corto abrazo fue lo necesario para que Wade tomara una decisión.

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El color de los Sentimientos [Hannor]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora