[016]

1K 130 80
                                    

16 de febrero, 2039

Zona este de Detroit

8:28am

Un androide solitario caminaba por los callejones de Detroit, allí pasaba más desapercibido, pues un modelo avanzado que escapaba de CyberLife obviamente sería buscado. Era difícil ser una mejora de un modelo.

Hace algunos meses que RK900 escapó de CyberLife cundo ésta cayó por la revolución androide. Encontró ropa humana, una chaqueta larga y un gorro, eso le bastaba, también se quitó el led, ¿para qué lo necesitaba ahora?

Y allí estaba, como un prófugo, escondiéndose de aquí para allá, por lo menos sus habilidades le facilitaban esquivar a la policía, no sabía si lo buscaban, pero no quería arriesgarse.

Vio como alguien corría en su dirección, y cuando cruzaron miradas se acercó al él tomándolo por el brazo.

-Ayúdame por favor- le suplicó el chico, que no aparentaba más de 30 años. Un rápido escaneo y obtuvo su información; Ron Hamtale, 26 años, domicilio en Detroit, sus niveles de adrenalina estaban altos y se veía agitado. Una tercera presencia irrumpió los pensamientos del androide, haciendo que el chico se escondiera detrás de él.

-Miserable y pobre humano, escondiéndose detrás de otro para sobrevivir- era un androide, modelo SD300, y estaba armado- Joder, por un momento pensé que eras ese caza divergentes, mira los lazos del destino, no sabía que ese tonto tenía otros modelos emm señor, RK900- comenzó a reírse por lo bajo mientras lo apuntaba con el arma, ¿por qué siempre terminaba en situaciones así?

- ¿Por qué quieres matar a este hombre? -preguntó el más alto ya cansado de la situación.

- ¿Y porqué no? Markus fue un estúpido al hacer una revolución pacífica, ¡estos seres inferiores nos deben temer!, ahora si me permites- movió el arma para que se apartara de su camino.

El androide pudo sentir como el chico a su espalda se aferraba a su ropa y como su ritmo cardíaco no dejaba de acelerarse, era joven, sin antecedentes criminales, era un asesinato completamente absurdo.

-No, no lo creo- sentenció, y al ver como el androide estaba a punto de disparar, apartó al humano empujándolo contra la pared y esquivó la bala, genial ahora él era el blanco.

El androide seguía disparando, esta vez a RK900, pero no lograba darle.

- ¡Tal vez si te rompo la cabeza podamos sacar información de tu cadáver! -gritó disparando a lo loco contra el androide más alto, que cada vez se acercaba más.

Al estar a suficiente distancia, RK900 se agacho y le dio un una de sus piernas, haciendo que pierda el equilibrio, y en un rápido movimiento logró quitarle el arma.

El otro androide sacó un cuchillo afilado, y gracias a que ahora estaban muy cerca, se lo enterró en el brazo. Un sonido hizo eco por todo el callejón, un solo movimiento, un disparo y pudo ver al androide SD300 caer al suelo, muerto.

-Mierda- se quejó cunado sacó el cuchillo de su brazo, viendo que tenía algunos impactos de bala en el torso y como poco a poco perdía thirium, debía sellar esas heridas lo más rápido posible.

Miró a su alrededor, no había rastros del chico, había escapado cuando dejó de ser el objetivo, -normal- pensó. Caminó unos metros por el callejón y pudo ver una puerta en la pared, una casa seguramente.

No podía abrir la puerta, por lo que cargó contra ella y la derribó, cayendo al suelo por el impulso. Bueno, si era una casa, o lo que quedaba de ella, solo necesitaba encontrar un trozo de metal y hacer fuego.

El color de los Sentimientos [Hannor]Where stories live. Discover now