I M A G I N A S. #1 [EDITANDO]

5SOS Imagina. (Luke) #11

Me acerco a la zona en la que he visto un vestido encantador. Mi amiga me sigue de cerca, aunque no sabría decir si está prestando atención a las prendas de ropa o a lo que quiera que esté mirando fuera de la tienda.

—Me encanta este vestido. —Llamo su atención.

—Y a mí esos dos pivones. —Murmura. — Date la vuelta disimuladamente.

—¿Por qué iba a...? —Contesto girándome de golpe. — Ah, por eso. Tiene sentido.

Delante de la tienda hay dos chicos sentados en uno de los bancos. No puedo evitar poner los ojos en blanco, mi amiga nunca está a lo que tiene que estar.

—Pareces la niña del exorcista cada vez que haces eso. —Se queja. — Ríete o te doy una patada.

—No voy... ¿Por qué me das? —Levanto la voy al notar su pie en mi espinilla. — ¿Eres tonta?

—¿Quieres ir a tomar algo? —Dice ignorándome. — ¿O prefieres que sigamos a esos dos chicos para ver lo que hacen?

—Eso suena muy acosador, ¿por qué no nos vamos a tomar algo y te olvidas de ellos?

Antes de que mi amiga pueda si quiera pensarse una respuesta ante mi proposición, me coge del brazo y tira de mí.

—Corre, que se mueven. —Susurra para que ande más rápido.

Media hora después tras recorrernos el centro comercial y la mitad de las tiendas, finalmente nos sentamos a dos mesas de los chicos a los que hemos estado siguiendo. Mis intentos de que mi amiga entrara en razón han sido fallidos, y a pesar de mis quejas y mis intentos de irme, ella ha ganado.

—Ves a por mí bebida, por favor. —Pido mirando a mi amiga. — Que uno de los chicos se está levantando para ir a por la suya.

—No, has sido tú la que quería un batido en vez de café. —Responde ella.

Le dedico la mejor cara de odio que se poner, y después me encamino hacia la cola para recoger mi batido de fresa. No he visto al chico, así que supongo que habrá ido al baño en vez de a la cola.

—Disculpa.

Sigo a lo mío, pensando que la persona que está hablando se está dirigiendo a alguien que no soy yo.

—Perdona, hola.

Me giro lentamente al notar que alguien me da unos golpecitos en el hombro. Cuando veo a uno de los chicos casi se me para el corazón, y la vergüenza hace que me sonroje.

—¿Yo? —Murmuro señalándome.

—Sí. —Responde él asintiendo.

—Oh, vale. ¿Me he colado? —Pregunto confundida.

Él niega con la cabeza.

—Esa chica con la que estás... —Sin esperar a que continúe hablando, me giro para mirar a la mesa donde está Melissa. — Pero no mires. ¿Alguna vez te han dicho que pareces la niña del exorcista cuando te giras para mirar?

—¿Querías algo? —Digo haciéndome la loca.

—¿Nos estáis siguiendo? —Pregunta sin rodeos.

En cuanto esas palabras salen de su boca, casi me atraganto con mi propia saliva.

Se han dado cuenta, y ahora van a pensar que estamos locas. Y con razón. Tendría que haber dejado a Melissa sola y que ella siguiera con su plan estúpido de seguirles.

—¿Qué? —Digo con un tono más agudo de lo normal. — No te creas el centro del mundo.

Dejo de mirar al chico fingiendo estar ofendida, pero la verdad es que estoy más avergonzada que otra cosa. Delante de mi todavía hay dos personas más para poder salir de esta situación tan embarazosa.

—Puede que haya sido casualidad. —Intento defendernos. — El centro comercial no es tan grande como parece.

—Claro. —Murmura el chico sin dejar de mirarme.

La mujer que tenía delante se va con su pedido y yo me adelanto con rapidez para coger el batido. Tras cogerlo, me alejo de allí sin despedirme del chico. Ando lo más rápido que puedo hasta llegar a la mesa.

—Melissa, nos vamos. —Ordeno cogiendo mis cosas. — Esta idea absurda tuya acaba aquí y ahora. Nos han pillado.

—No me fastidies que has vuelto a poner tu voz aguda cuando el chico te ha hablado.

—Pues sí. —Respondo sin rodeos. — Ahora, vámonos.

En silencio, las dos salimos de la cafetería. Por mi parte, estoy muerta de vergüenza. En cuanto a Melissa, ella está enfadada porque yo he tenido la oportunidad de hablar con uno de ellos y no le he pedido su número.

Veinte minutos después, me termino el batido y aviso a Melissa de que voy a tirar el vaso. Cuando me giro para alejarme de la basura, me choco con alguien.

—Lo siento. —Me disculpo echándome hacia un lado. Al levantar la mirada, veo al chico rubio de antes.

—No es nada. —Dice él con una sonrisa.

—¿Ahora quién está siguiendo a quién? —Pregunto mirando hacia Melissa, que está hablando con el otro chico. — No sé mentir, ¿verdad?

—Mientes fatal, y eso que no te conozco. —Dice el chico riéndose.

—Me llamo Luke. —Se presenta. — Y mi amigo se llama Ashton.

—(A/N). —Me presento.